¡Qué me caí de culo! (UshiTen)

¡QUE ME CAÍ DE CULO!

Era una tarde normal en la preparatoria Shiratorizawa. Los clubs tenían sus actividades y los ricos o talentosos estudiantes que eran aptos para pertenecer a la prestigiosa institución disfrutaban del campus. En el gimnasio que usaba el equipo de vóley acababan de terminar el calentamiento y estiramiento. Todos ya estaban algo cansados después de la hora que tomaba terminar con las actividades mencionadas. Pero si había alguien que estaba más cansado de lo normal, ese era Tendou Satori. ¿La razón? Nuestro pelirrojo favorito no había comido desde el desayuno, es decir hace ocho horas, porque había preferido pasar el almuerzo leyendo un manwa en lugar de alimentarse como era debido.

El entrenador mandó formar parejas y como todos podrán suponer, Satori se juntó con su mejor amigo, Ushijima Wakatoshi. Lo que nadie esperaba era que el viejo desgraciado; digo, el entrenador; indicara practicar mates y recepciones intercalados. Es decir, uno mata, el otro recibe y devuelve el mate. Se suponía que harían eso veinte veces cada uno y listo. ¿Algo simple? Lo sería de no ser porque se trataba del mejor equipo de vóley de preparatoria. Y, si bien todos lo tendría algo difícil para parar un mate, quien irremediablemente la tendría más complicada, sería Satori porque su compañero era "el niño milagro".

Los primeros tres mates de Ushijima estuvieron bien para Satori, ya acostumbrado a la inconmensurable fuerza de su "bestie"; los siguientes cinco mates fueron devastadores para cualquiera pero aceptables para el oji-rojo; los otros cuatro lo hicieron retroceder un poco al momento de recibirlos. Fue cuando Ushijima dio el décimo tercer remate que Tendou no pudo recepcionar el balón. Ushijima le había colocado la fuerza normal pero el balón había salido más rápido de lo usual y había impactado en toda la boca del estómago de Tendou; lo que hizo que se caiga de culo al suelo con un impacto que sonó más que cualquiera de los ruidos que habían ocasionado sus compañeros en el mismo momento. El gimnasio se quedó en silencio por el tremendo estruendo que la caída de culo del chico había ocasionado. Entonces Satori soltó una risa escandalosa, propia de él. Pero todos en lugar de tranquilizarse se preocuparon al ver como unas lágrimas se resbalaban por sus mejillas. El golpe le había dolido bastante y reía para no llorar, se había golpeado el huesito de la "alegría", la punta del sacro.

El entrenador corrió a ver a su chico pero Ushijima ya estaba a su lado disculpándose. Hasta él se daba cuenta que había dañado a su mejor amigo.

U: Satori, lo siento... de verdad yo...

T: Jajajajaa HAAAA JAJAJAJA... No te disculpes... Jajdahaaehsj... no es tu culpa que esté débil, jadjadhfj, tus remates son hermosos Jaajdhajd, como tú, JAJAJAJAJA, oh Dios, me duele snit jsjajdjsff Ushijima jajajajajaaj

Entrenador: ¿Estás bien?

U: ¡CÓMO VA A ESTAR BIEN! – El entrenador miró sorprendido a Wakatoshi, no era normal que él se exaltara.

Entrenador: Entonces no estás bien si tu amigo está así de preocupado

T: JJSJSJAJSFDJD Pues... JADAHF NO Snit me duele el trasero y la barriga... haaa... jadjafhjf

Entrenador: ¿Puedes caminar?

U: Ni siquiera puede pararse... - El entrenador miró al chico cada vez más atónito –

Entrenador: Le pregunté a él ¿Cómo lo sabes?

U: Porque él es de las personas que se paran rápido cuando se caen...

Entrenador: Lo conoces mucho

U: Dormimos juntos – El entrenador abrió aún más los ojos. Acaso ellos ¿serían pareja?

T: JADAKHJDHD ÉL se hadsjha se refiere a que JAJSAJDH Compartimos habitación y juihsdbfkajbfw eso jsjhafkjhfka – El entrenador alzó una ceja pero igual dejó la conversación ahí –

Entrenador: Entonces, Wakatoshi, lleva a tu amigo a enfermería. – Miró al resto que habían parado su entrenamiento - ¿YA TERMINARON? ¡HE! SIGAN BOLA DE FLOJOS – Todos comenzaron de inmediato pero pararon a los segundos al ver como Ushijima tomaba en brazos, al estilo princesa, a Tendou. El pelirrojo había escondido su cara llorosa y avergonzada en el gran pecho de su amigo y este caminaba con paso tranquilo a la salida del gimnasio.

Semi: ¡QUE VIVAN LOS NOVIOS! – Le cayó una mirada de enojo de Reon y del entrenador pero de inmediato se escuchó un "Que vivan" de parte del resto del equipo.