Cambios y noticias

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T: Ya... déjalos que piensen lo que quieran. En algo deben usar sus pocas neuronas – Le sonrió a su pareja y aprovechó que el profesor aún no había llegado para atraer al moreno y robarle un pequeño beso. Luego Wakatoshi se fue a su asiento y el profesor llegó.

A la hora de la práctica se repitió la rutina de la mañana, llegó Wakatoshi con Tendou en brazos, colocó una almohada y a Tendou encima.

Como capitán llamó a los chicos y ellos se acercaron. Semi y Reon ya tenían una idea de lo que se avecinaba y solo esperaban que los demás se lo tomaran igual de bien que ellos y no acabaran en la enfermería como sucedió con el viejo desgraciado.

W: ¡CHICOS! Solo queríamos decirles que... - Tomó la mano de Tendou – Ahora somos novios – La mayoría solo sonrió –

Semi: ¡Que vivan los novios!

Todos: ¡Que vivan!

Entrenador: ¡Que vivan! – Todos voltearon a ver al viejo extrañados. En especial Semi y Reon porque casi le da un infarto luego de la noticia el día de ayer – Pero como Tendou no pueda participar en el entrenamiento otra vez por culpa Wakatoshi y no sea por una herida de entrenamiento, los dos serán castigados ¿Entendido? – Los demás rieron, Tendou enrojeció y Wakatoshi no entendió a qué se refería - ¡Que duren mucho! – Los demás respondieron entre risas un "Qué duren" – y ¡QUÉ TENDOU SIEMPRE PUEDA JUGAR! – Todos rieron antes de responder "¡Qué siempre pueda!"

El siguiente día se repitió la rutina; el que le siguió Ushijima dejó a Tendou caminar pero lo llevaba de la cintura; el cuarto día solo iban de la mano y Satori hacía todo con normalidad en las clases y ayudaba con los equipos en el vóley y finalmente el quinto día calentó como todos. Era domingo y ya todos estaban en sus cuartos. Ushijima estaba estudiando en el escritorio y él leía el décimo volumen de Boku no hero academia acostado en la cama de Wakatoshi.

Durante estos días la relación de los chicos no había cambiado demasiado. Seguían hablando de todo, seguían comiendo juntos y estando de arriba para abajo juntos. Las únicas diferencias que ambos habían notado eran básicamente tres: Ahora dormían juntos a pesar de que Tendou ya podía subir a su cama, los besos y que caminaban siempre de la mano. Lo demás seguía igual. En el vóley seguían practicando como siempre. Ushijima podía ser muy tierno con Tendou fuera de la cancha pero el calentamiento era el calentamiento y no le iba a bajar las vueltas a la cancha o iba a tener piedad de él con los remates porque ahora fuera su adorado novio. No, todo seguía igual.

W: Amor ¿seguro que hiciste la tarea de química?

T: Sí cariño – Ha, bueno, los apelativos habían cambiado – Cariño ¿Por qué me llamas amor?

W: Porque eres mi amor y el color del amor es rojo, como tu cabello y tus ojos...

T: El rojo también es el color de la pasión y de la sangre...

W: Amor te queda mejor – Evidentemente no había captado la indirecta de su novio. Tendou cada vez quería más de Wakatoshi. Para él, alguien que no había recibido mucho contacto humano, las caricias se habían vuelto adictivas y que mucho del tiempo la pasaran juntos no ayudaba con su gula. Pero ¿Alguien podría culparlo? Satori tenía la bendición y maldición de ver a Ushijima como Dios lo trajo al mundo. Debía resistirse a tocarlo cuando se bañaban y las gotas de agua recorrían la amplia espalda del moreno. Cuando entrenaban y su polo se levantaba, podía apreciar los marcados abdominales que recorría juguetonamente con los dedos por la noche, con la cabeza apoyada en el pecho ajeno. Cuando lo abrazaba podía sentirse protegido por todos esos músculos y cuidado por esas manos que se posaban en su espalda con dulzura. ¡Oh esas manos! Tan grandes, gruesas y firmes. Esas manos que remataban balones y que podían matar a cualquiera de un golpe de así quererlo su dueño. Pero que le acareaban la cara para despertarlo, o que le brindaban seguridad al tomar la suya en público –

T: Cariño – El chico volteó y se encontró con Tendou totalmente desnudo esparciéndose una crema. Ante su mirada se volteó, dejando su trasero bien expuesto a su vista, tomó en sus manos algo más de crema y comenzó a masajear sus nalgas–

W: Amor, será mejor que te pongas ropa.

T: ¿No te gusta lo que ves? – Dijo hasta apenado... se la había pensado por toda esa semana cómo incitarle no verbalmente a Ushijima que quería más contacto físico con él y estaba seguro que hasta él comprendería esas acciones.

W: Me encanta, pero te puedes resfriar o algo peor... 

¡Qué me caí de culo! (UshiTen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora