Donde Menos te lo Esperas

Capítulo 11

Hola les dejo un nuevo capítulo. Espero les guste y dejen sus votos y comentarios que siempre motivan a seguir. Los quiero!

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Capítulo 11

>>Romina<<

Después de la conversación que tuve con Sabrina el dia que se quedó a dormir sentí que algo cambio en mí, durante años le había tenido miedo a intimar con alguien y las palabras de mi amiga me hicieron ver que no debía ser de esa manera, que una simple marca no podía hacerme tanto daño y comprendí que el sexo no debía ser tan complicado como pensaba. Durante varios días no salía de mi cabeza la idea de que debía romper esa barrera para sentirme libre como tanto deseaba. Cuando llegó el jueves lo primero que hice al llegar a la universidad fue buscar a mi mejor amiga porque necesitaba exteriorizar mis pensamientos y la encontré hablando acaloradamente con Lucrecia

- ¿Qué pasa chicas? – intervine haciendo que ambas guardaran silencio

- Romina es la que quiere la fiesta – por el tono en que habló Sabrina entendí que era algo que había repetido varias veces – Decile que queres sexo a cambio

- No des vuelta las cosas – clavé los ojos en ella – Quien vino a pedírmelo fuiste vos – mi amiga puso los ojos en blanco – Solo te estás haciendo del rogar

- Lu, en serio quien necesita una fiesta soy yo – me miró incrédula – Las últimas dos semanas estuvieron cargadas de estrés y le comenté a Sabri que era mejor sacarlo con una fiesta en lugar de enfermarme – puse la mano en su hombro – Hacelo por mi

- Solo por vos rubia – vi que Sabrina resopló – Mas tarde te envío la información de donde será

Se fue hacia donde estaba Cecilia conversando con otras chicas, abracé de lado a mi mejor amiga y me regaló una sonrisa de agradecimiento

- Lo estaba usando como excusa para volver a tener sexo con vos – aseguré y asintió – No puede ser tan malo

- Si lo hago no va a detenerse – fue ahí cuando comprendí por qué se estaba negando tanto - ¿Cómo vas con Alex?

- Hay algo que estuve pensando desde que dormiste en mi casa – me miró con atención – Saltémonos la primera clase

- La señorita intelectual quiere escaparse de clases – dijo con fingido asombro – Vamos por café, no lo tomé antes de venir para acá así que estoy que quiero matar a alguien

Fuimos hacia la enorme cafetería, pedimos nuestras infusiones y una vez sentadas me observó esperando que hablara

- Cuando tocaste mi cicatriz me di cuenta que estaba perdiendo tiempo en mi vida – me miró a los ojos – Dejé pasar oportunidades para salir con chicos que me gustaban solo por temor a que les pareciera fea – bajé la cabeza – Escuchaba a mis amigas hablar de sus novios, contaban sus experiencias sexuales y yo solo pensaba que jamás le iba a poder gustar a nadie – abrió su boca queriendo hablar pero terminó no haciéndolo – Tu caricia y tus palabras me hicieron pensar en que soy una tonta y por eso ya no quiero perder tiempo

- ¿De que estas hablando? – preguntó sin comprender

- Quiero tener sexo – abrió grandemente los ojos – Sé que dicen que la primera vez de una mujer debe ser especial y con la persona con la que cree que pasara el resto de su vida... - me interrumpió

- ¡Eso es una estupidez! – ambas reímos – La sociedad lo quiere dejar ver de esa manera pero tenemos el derecho de disfrutar de nuestra sexualidad como queramos – tomó mi mano – Si queres acostarte con alguien para terminar de sacarte ese miedo nadie puede decirte nada y no estas obligada a atarte a la persona que te quite la virginidad