Capítulo 5
>>Romina<<
Al llegar a la fiesta mis nervios aumentaron considerablemente, era evidente que por más que no lo buscara terminaría encontrándome con Alex. Cuando Sabrina me comentó que le había pedido a Lucrecia que se encargara de mi me enojé mucho, me alejé de ella pensando de qué manera le demostraría que podía cuidarme sola así que fui a buscar algo de beber. Al ir hacia la cocina vi que mi amiga estaba destapando una cerveza así que esperé que se fuera para ingresar y, a pesar de que no me gustaba el alcohol, agarré una Corona
- ¿Segura vas a tomar eso? – la voz gruesa de Alex me asustó haciendo que la botella se cayera - ¿Estas bien?
- ¡Me asustaste! – lo miré molesta – Mira lo que me hiciste hacer
- Dejame ayudarte – se agachó al mismo tiempo que yo para recoger los trozos de vidrio – Con cuidado, podes cortarte
- ¿Por qué todo el mundo cree que soy débil? – me puse de pie – Estoy comenzando a cansarme
- No quise decir eso – vino hacia mí – Sé que podes valerte por vos misma
- No debería estar hablando con vos – iba a irme pero me tomó de la mano – Dijiste que esperarías al sábado
- Ni vos ni yo queremos eso – dio un paso hacia adelante – Quiero explicarte todo – lo observé seria – Salgamos para poder hablar sin tener que gritarnos para escucharnos
- Está bien – contesté después de unos segundos
Salimos de la casa, fuimos hacia el cantero de un árbol y nos sentamos uno al lado del otro. Por como rascaba su nuca era evidente que estaba nervioso pero un instante después comenzó a hablar
- Durante el primer año de secundaria era el chico flaquito del que todos se burlaban – sonrió de lado – En las vacaciones previas a iniciar el segundo año me anoté en un gimnasio, iba todos los días y de a poco conseguí hacerme de un buen cuerpo – hizo un corto silencio – Las burlas se acabaron, las chicas me seguían por todos lados y como te imaginaras le di rienda suelta a eso – asentí – Desde los quince años me acosté con todas las chicas que pude y cuando empecé la universidad eso aumentó – giró su rostro para mirarme a los ojos – Cuando empezó el semestre y te vi en una de mis clases me propuse llevarte a la cama, no lo voy a negar – bajé la cabeza desilusionada – Pero cuando me besaste en la fiesta me di cuenta de que no sos de esas chicas y cuando me dijiste que había sido tu primer beso me sentí especial – tomó mi rostro para hacer que lo viera – Desde el dia que probé tus labios supe que quería ayudarte a conocer todo lo que te falta – mordí mi labio sin saber que decir – Quiero que confíes en mí, solo pienso en compartir tiempo con vos y si en un futuro tengo la fortuna de ser tu primer hombre me sentiría muy feliz
- Jamás me llamó la atención el sexo – conté sabiendo que yo tambien debía abrirme – Durante la secundaria no pensaba en tener un novio, quizás porque me centré mucho en el estudio – nos miramos a los ojos – Me gustas mucho Alex por eso mismo me da tanto temor salir con vos
- ¿Por qué? – preguntó sin comprender
- Sé que va a llegar el momento en que te canses de que solo nos besemos y si no estoy lista para dar el siguiente paso vas a buscar a alguien más... - me calló con un beso
- Para mi va a ser un privilegio esperarte – suspiró – Jamás voy a presionarte, se lo especial que es la primera vez para una chica
- Cuando esté lista vas a ser el primero en saberlo – sonrió, me hizo levantar para luego sentarme sobre sus piernas para besarme – Me gusta más como te queda la barba – acaricié su rostro – Aunque pincha un poco
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Donde Menos te lo Esperas
RomantikA veces no importa que tanto busquemos, el amor aparece Donde Menos te lo Esperas.