One-shots e Historias Recopilatorias ZoSan

Belleza canina-2

Summary: Luego de no ver a Sanji por casi un mes, Zoro se entera de que está participando en un concurso de belleza. Mientras que lo ve, se pone celoso por su interacción con otro perro y se va a verlo.

Notas: Se me había olvidado que quería escribir de esto jajaja. Recuerden que si el dialogo es de humano a perro, el humano lo que escucha es un ladrido.

ˏˋˏˋ((🌿))

Mordisqueando un hueso, Roronoa se estiró sobre el suelo y bostezo. Estaba un poco cansado porque esa mañana llegaron tres ardillas a su patio y luego de perseguirlas un rato, se dispuso a trotar por la hierba verde mientras que esperara el horario de la comida. Nico no estaba mucho tiempo en casa y siendo que era lo bastante inteligente como para salir, se las había arreglado esa mañana para perder el tiempo.

También jugo un rato con el perro salchicha de la vecina, que se llamaba Luffy y era bastante enérgico. Estar a su lado era como jugar con tres perros a pesar de su pequeño tamaño, pero era rápido y saltaba muy alto cuando se trataba de conseguir una pierna de pollo

Luego de escuchar la puerta abrirse, se dirigió hasta su plato de comida vacío y miró a Robin insistentemente para que le sirviera. Ella no se demoró en tenderle las croquetas y cambiarle el agua.

—¿Te acuerdas de SanjI? —Las orejas del perro se torcieron hacia ella, sin dejar de comer—, parece que hoy participara en un certamen de belleza. ¿Quieres verlo?, Nami me pidió que le diera ánimos.

Nami no adoptó a Sanji para ganar dinero, pero...realmente, teniendo en cuenta lo mucho que amaba el dinero ¡y siendo que Sanji era tan lindo! Un premio de 1.000 dólares por el puesto número uno era lo que alguien avaro como ella no desaprovecharía. Zoro terminó de comer, agitando la cola mientras que se dirigía a ver la televisión, y esperó que Robin pusiera el canal.

—¡Hola a todos, bienvenidos al décimo octavo concurso de belleza canina! —Zoro intentó ver entre la silueta del presentador y el fondo a Sanji, pero no alcanzaba a vislumbrarlo—, hoy tenemos a diez increíbles participantes de diferentes razas, todos compitiendo por el primer puesto ¡Un cheque de 1.000 dólares!

Que aburrido...

Colocando la cabeza sobre las patas, Zoro bostezo. No quería quedarse dormido pero no había visto a Sanji, tampoco había comido, y además el horario de la siesta era el mismo en el que el show empezaba...quizás si hacia un esfuerzo...

Aunque cerró los ojos, probablemente rindiéndose contra el sueño, el presentador llamó al concursante número tres y de inmediato las orejas del pastor alemán se alzaron expectantes.

—¡Sanji, un hermoso galgo afgano de 25kg, pelo rubio, esplendido!

Sobre una pasarela de alfombra azul, rodeada por una cinta roja que separaba los espectadores, Sanji trotó en compañía de Nami. Su largo pelo ondeaba a su paso y la lengua del canino brotaba de su hocico sintiendo la brisa sobre su cara. Zoro lo vio atento, recordando la vez que jugo con él en el patio y lo tiró al suelo.

—Muy elegante —dijo el presentador—, ahora vamos al cuarto participante, ¡un dálmata de 20 kg, Trafalgar!

Mirando a Zoro, que había empezado a ladrar al ver que había terminado la presentación de Sanji, Nico sonrió y le llamó la atención al perro.

—¿Quieres ver solo a Sanji?, espera a que se digan los ganadores.

Gruñendo, el perro alemán se levantó de su lugar y se acercó más al televisor. Realmente no había visto a Sanji en mucho tiempo, no había cambiado nada ahora que lo veía, pero ¿cómo había estado? ¿también le pensó? ¿se acordaría de cómo le lamió la mejilla?