El complejo de la cabra macho - 3

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Cuando Sanji escalo la montaña y salto de pendiente en pendiente hasta llegar a su hogar, pudo desplomarse en el suelo.

—¡AH! ¡QUÉ ESTÚPIDO!

Bajo hasta la cascada y se sumergió  tallando su pelaje. ¿Por qué demonios ese tigre lo había acorralado de esa forma? ¡Tal vez quería comérselo! Pensó, pero luego cuando comenzó a balancearse encima suyo las cosas se distorsionaron un poco....

—¿Él quería...?

Se estremeció de solo pensarlo y se restregó con fuerza su cola. Aunque no lo tuviera encima todavía sentía su aliento caliente. Ese tigre era grande y peludo, cuando lo tiro  contra el suelo su cuerpo parecía haber sido sumergido en un sauna.

—¿Cómo hace para vivir bajo ese pelo? — Chasqueo la lengua —¡No importa! La próxima vez que pase algo como esto yo voy a -

—¡Sanji~!

La cabra alzo la mirada, frotando con fuerza su espalda

—¡Nami!

La gata salvaje bajo la colina con ligeros saltos elegantes y aterrizo en la orilla del rió con una bolsa llena de hierbas.

—Te conseguí los condimentos. —Nami dijo, meneando la cola —¿Ahora me harás ese rico platillo de pescado?

—¡Lo que tu quieras mi linda gatita!

—¡NO ME LLAMES ASÍ! — Nami chisto enojada, sentándose y dejando la bolsa de lado —...Hmm, ¿Te pasa algo? Te veo agitado.

—Jaja...no, claro que no.

Nami doblo su oreja y enarco una ceja. Ya de por si era extraño verlo convertido en un su forma híbrida (Sanji odiaba esa forma) 

— ¿Te puedo hacer una pregunta? — La cabra asintió, dándole la espalda mientras que estiraba sus piernas — ¿Por qué odias tu forma híbrida?

Nami se metió al agua, porque aunque fuera una gatita, era una gata limpia, y lo agarro de las caderas.

—¡Si te ves muy bien!

El rubio chillo e irguió la espalda. Las manos de Nami eran igual de cálidas que las tigre, acolchonadas, suaves y llenas de uñas afiladas.

—N-No te entiendo....

—A mi no me engañas Sanji. — La gata miro por el costado de la cabra, estirando las orejas astutamente — ¿Acaso...te avergüenza tu cuerpo?

—¡No!

—¡Eso es!

Las cabras macho eran fornidas, grandes, cuerpos largos y enroscados. Así era la cabra montes Sanji, pero en su forma híbrida...

—¿Qué tiene de malo tener caderas tan anchas? ¡Tu pecho es bastante amplio! A las mujeres les puede gustarrr~

—¿A ti te gusta? — Nami torció la boca, agitando la cola — Ya, ya entendí.

—Hm...lo único que destacaría seria  tu trasero  blanco.

—¡No es mi culpa! 

Las manos del cabro cubrieron su retaguardia, todas las cabras tenían su vientre blanco, pero a él también le había tocado su cola

—Probablemente si algunos machos te vieran...no dudarían en montarte nya~

—¡NAMI! — La gata se erizo por el grito  y salto fuera del agua —¿Cómo puedes decir tales aberraciones?

—Ay Sanji, ¡Los machos también se aparean! 

Sanji se ruborizo cuando Nami grito golpeando su cola en el pastizal. Ella parecía enojado de su ideología hetero, pero es que así venían las crías. ¿Que macho no quería crías y hembras? 

— Es un poco doloroso...¡Pero bastante place-

—No sigas Nami, por favor.

El cabro salio del rió y se sacudió  mientras que  Nami suspiraba dejando de lado el tema.

—No lo dije antes, pero hueles algo raro.

—¿Raro? —Sanji acerco la nariz hasta su pelaje, era imposible, el tigre no lo había marcado 

—¿Tocaste alguna planta o algo? — Sanji negó — Será mi imaginación...

ˏˋ((🌿))

¡Nos vemos en la siguienteeeeeeeeeeeeeeeeeeee! (Esta historia va para largo) Gracias por leer<3

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