One-shots e Historias Recopilatorias ZoSan

Dame un poco de atención

Summary: A Luffy le ha empezado a picar la barbilla y le pide a Sanji que por favor le ayude a afeitarse, pero Zoro se pone increíblemente celoso.

ADVERTENCIAS:  Occ(?), errores de ortografía(?), Sanji y Zoro de pre time skip, después de la saga de thriller bark.

Notas: En el sbs del volumen 99 Oda dijo que los encargados en cortar pelo eran Usopp, Sanji y Robin, eso de alguna forma me pareció muy tierno, de modo que aquí esta tu re corta historia ( porque escribí algo más largo y luego lo subiré pero mientras tanto esto, tatah)

ˏˋ((🌿))

—Luffy, quédate quieto.

—¡Pero eso pica muchísimo!

—¡No me importa!

Ya al medio día, algunos de la tripulación descansan sobre la lozana cubierta del Sunny. Usopp esta pescando en compañía de Chopper, Brook esta afinando las cuerdas de su violín, Franky esta en su taller haciendo increíbles cosas y Nami en la biblioteca.

—¡¿Quieres que te ayudo o no?!

—¡Si pero es que-

—Entonces cállate y quédate quieto maldita sea.

Cerrando los ojos, Monkey sintió las suaves manos del cocinero sobre su rostro, esparciendo lo que seria la crema para afeitar. Si no fuera por su fragante  olor, tal vez lo hubiera confundido con crema, pero la verdad ya había sido tan idiota como para probarla y no quería intoxicarse de nuevo.

—¿No estabas muy ocupado?

—La verdad es que sí  —contestó con sinceridad el rubio—. Estaba marinando unos pescados.

—¡¿Pescados?!

—Sí, unas deliciosas truchas, pero como no dejabas de chillar y molestar, supongo que tengo que encargarme de esto.

—Eres un buen camarada  —dijo el chico, estirando el brazo para palmearle con firmeza la espalda. El oji-azul gruñó por los repetidos golpes y suspiró.

—¿Usopp no te podía ayudar esta vez?

—Es que cuando maneja la cuchilla le tiembla la mano.

—Pero eres de goma.

—Lo séeee, pero a él le preocupa lastimarme así que solo se ocupa de mi cabello.

—¿Y Robin?

—A veces cuando le doy una cuchilla a Robin da mucho miedo —dijo, con una mueca sombría.

—No hables así de las mujeres Luffy, no importa si son mandonas o sombrías, debes amarlas tal cual son.

—No puedo entenderte —rezongó el muchacho con una sonrisa—,  como sea, ya tengo hambre, ¿ya casi acabas?

—Sigue parloteando y ya veras.

Como un niño regañado, Luffy se quedo inmóvil en la silla mientras que sentía las manos del blondo sobre su rostro. Sanji agarró una cuchilla que tenia en la correa que portaba en su cintura y alzó el mentón del pelinegro.

—¿Por qué tan solo?  —preguntó Robin, acercándose a un Roronoa sentado en una de las esquinas del sunny, más concretamente cerca de las escaleras para subir al casco. La mujer tenia en sus manos una regadera blanca—. Estas haciendo un rostro aterrador.

—No te importa.

—Que agradable eres Zoro  —dijo, con una suave sonrisa. El hombre desvió la mirada con fastidio. Se despertó a las once  y bajo a la cocina por un aperitivo, entonces se encontró a Luffy rodeando al cocinero con su cuerpo de goma mientras que chillaba "ayúdame ayúdame", sin parar.