El complejo del borrego macho 7 par 1

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Como se acerca la navidad, la nieve cae y viste de blanco a los árboles, que ya tienen a diversos animales ocultos en hibernación, sin embargo cierto tigre gruñón esta acurrucado en su cueva, sintiendo el helor trepar por su espeso pelaje.

—Zoro. —Escucha el felino, mientras que su oreja se tuerce por el ruido—. Zoro, ¿estas ahí?

Roronoa voltea la mirada, de repente muy consiente de que la nieve a pintado todo el follaje antes verde en un blanco impoluto. Mira a Nami embozada en su bufanda rosa y un abrigo azul y tuerce la boca.

—¿Que quieres? —pregunta, solo por un instante arrepintiéndose de no tener ninguna camiseta que ponerse.

—¿Por qué te comportas como un maldito grinch?, ¡se acerca la navidad! —Resonó por la cueva un grave aja y el suspiro pesado de la gata—. Dios, se que no te importa pero, ¿podrías fingir o algo?

—Es solo una época en donde hace mucho frío —atajó, soltando un hálito febril—, ademas tú y yo no demoraremos en hibernar, así que no vale la pena.

—¿Cómo que no?, por eso lo celebramos antes de que nos vayamos a dormir.

Es cierto, todos los años eran así, solo que Zoro siempre se ausentaba claro. Robin no hibernada como tal, pero si que se daba una siesta, Chopper era lo mismo que Robin, Luffy no pero, ¿quien le iba a decir al mono que no lo hiciera?, Franky no lo hacía, pero bueno, quién sabe que cosas hacia, también estaba Usopp, pero el camaleón acompañaba a su novia Kaya en su propia navidad.

De modo que siempre hacían una previa celebración, por lo que el tigre no entendía porque la gata estaba invitándolo cuando sabía no iba a ir.

—Anda Zoro, es la primera navidad que pasaremos con Sanji —No me lo nombres quiso decir, pero se quedó en silencio—. Queremos hacerle compañía porque esta enfermo.

—¿Cómo que enfermo? —preguntó, volteando a verla. Nami alzó las cejas y Roronoa frunció el ceño, dándose cuenta de su evidente interés—. No tienes porque decir-

—Es solo un resfriado común. El frío de la colina en la que vive y el invierno parece que le ha hecho mal, ya sabes, él nunca ha experimentado el invierno en este lugar.

El tigre movió la cola agitándola contra el suelo, mientras que la gata se apretaba la bufanda a la cara.

—Mira, si no quieres ir esta bien, solo quería decirte por si podías sernos de ayuda —La volteó a ver  por encima del hombro, de nuevo intrigado—. Eres el único con el pelaje espeso, Robin tiene sus plumas pero ella debe de mantenerse caliente también.

—¿Qué estas tratando-

—Que podías ayudar a Sanji a recuperar su temperatura —El tigre la miró atónito, como si hubiese dicho la peor estupidez del mundo—. Lo sé, fue idiota pensar eso.

—De igual forma —dijo, acurrucándose más—, ese borrego estúpido no me hubiera dejado hacerlo, ¿crees que dejaría a un tigre meterse en su cama?

—Bueno, una vez casi lo hace-

—¡Cállate! —rugió, de pronto sintiendo un tic en la ceja—. Como sea, ese tonto sobrevivirá a primavera si toma algún brebaje o algo, no te preocupes.

—Si bueno, si todo empeora supongo que se lo pediremos a Law.

—¿Law? —Zoro ladeó la cabeza, tratando de recordar ese nombre.

—Sí, el leopardo blanco —Se volvió a esforzar, y por un momento un recuerdo difuso vino a su mente—. Tendríamos suerte, Law solo nos visita cuando estamos en invierno.

One-shots e Historias Recopilatorias ZoSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora