2- Misión imposible, confiar

4.2K 413 319
                                    


🪓🧟🪓

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🪓🧟🪓

RENATA STYLES

Estoy en una especie de estado de shock.

Pasar tanto tiempo sin ver a una persona real y viva, me hace sentir extraña e introvertida porque no sé qué decir o hacer. Seguro mi mente cree que va a desaparecer si digo alguna estupidez, pero la razón por la que guardo silencio es porque tengo dudas.

¿Quién es ella?

¿Por qué hasta hoy la miro?

¿Es buena o mala? ¿Me está llevando a un matadero?

¿Será una caníbal y terminaré siendo cortada por pedazos como la película que un día hizo Sebastian Stan?

No lo sé, pero supongo que lo descubriremos.

La única razón por la que no tema es porque soy perfectamente capaz de defenderme.

─Entonces... ¿Por qué ibas a saltar? ─pregunta en medio de un susurro.

Ambas hemos entrado al edificio y avanzamos por el quinto piso con cuidado. El eco del lugar trae consigo los gruñidos de algunos zombies que están en todo el lugar, pero tengo un poco de fe sobre que no nos vayan a sentir.

Siento como si estuviera en una misión imposible, sólo que no soy Tom Cruise en su papel de Ethan Hunt.

─Te tengo una mejor pregunta ¿Por qué no habría de saltar?

Ladeo el rostro y la encuentro a mi lado viéndome con una ceja alzada. Tengo que apartar la mirada sintiéndome incapaz de mantener el contacto visual con la extraña.

Ella se encoge de hombros.

─No sé, pero no entiendo porque sobrevivir durante tanto tiempo para al final decidir saltar de un edificio.

─Ya, pero es que esta vida es una mierda. ─me defiendo y alumbro con un foco hacia uno de los tantos negocios dentro del edificio.

Observo como tres zombies están encerrados en lo que parece ser una librería, estos se encuentran inmóviles como si estuvieran en un trance. Y en la puerta de la misma, miro los estantes con libros de ciencia ficción y romance.

Mi corazón da un vuelco al ver uno de mis libros autopublicados.

A mi lado, Aitana toma tres libros sin leer los títulos y los guarda en su mochila.

─¿Qué? ─cuestiona cuando la miro y toma dos más. ─A veces me aburro en las tardes y leer no es una mala alternativa para pasar el tiempo. Además ¿Se supone que le pague a los tres zombies que están ahí?

─¿Crees que ellas eran dependientas de la librería?

A veces se me da por pensar que eran los zombies antes. Es extraño y jodido como pasamos de llevar una vida relativamente normal a perderlo todo, hasta a nosotros en el proceso.

Cuando los zombies nos separen [1] -SIN EDITAR-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora