11- ¿Quieres ir a mi habitación, cariño?

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🧟🧟

Hola, díganme hola y tendrán suerte el día de mañana 

nsacidasncna

🧟🧟

AITANA MCLAREN

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AITANA MCLAREN

Estoy segura de que me va a dar un paro cardiorespiratorio.

Antes de empezar la universidad, tuve una época loca en donde miré 17 temporadas de una serie de doctores con problemas en sus vidas, y estaba tan obsesionada con la serie que hasta pensé en matricularme en la facultad de medicina solo para vivir la experiencia de un internado.

Luego fui a un fin de semana de ayuda médica y me desmayé al limpiar una herida de sangre, así que desistí de la idea y me quedé en mi obsesión con los vehículos.

El punto es mi corazón.

Mi corazón está latiendo demasiado fuerte y trato de controlar el cosquilleo que aún invade todo mi cuerpo y ese conocido calorcito que me ha dejado el pecho temblando y los dedos también.

Estoy sudada y siento mi piel caliente, pero tengo una estúpida sonrisa en mis labios por culpa de la tonta pelinegra y su forma de hacerme perder el control.

¿Quién se cree que es para hacerme perder el control?

Voy a admitir que fue jodidamente gratificante darle un orgasmo después de que estableciera lo mucho que le caía mal y lo mucho que me detestaba. Ese odio falso solo me dio más ganas de que su boquita susurrara mi nombre.

Que estuviera malditamente mojada por mi fue más allá de gratificante, fue un puto sueño y que mi lengua la follara fue una fantasía.

Y después ella me lo devolvió, pero yo nunca dije que ella me cayera mal, de hecho, me sentí atraída por ella desde el primer momento.

¿Cómo no iba a atraerme? Es muy caliente, linda, y tiene esa actitud de chica mala que puede destruirte la vida de un puñetazo, ufff. Perfecta.

Y es sencillo, nunca le doy vueltas a un asunto, si alguien me atrae y el sentimiento es mutuo, no hay razón por la cual no podamos divertirnos.

No había razón para que no lo hiciéramos.

Así que, aquí estamos, mi cabeza tirada hacia atrás mientras trato de respirar con normalidad y está ella, que suelta mi cuello lentamente, haciéndome alzar el rostro y verla.

Tiene una maldita sonrisa arrogante en el rostro, pero está bien, merece tenerla.

─¿Quieres ir a mi habitación, cariño?

Ella alza una ceja.

─Enloqueciste, mi loca.

─¿Tu loca?

Cuando los zombies nos separen [1] -SIN EDITAR-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora