Cuando los zombies nos separen [1] -SIN EDITAR-

19- Mi último deseo

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Holi de nuevo, paso lista, digan presente o son heteres

Capítulo 19, de aquí solo nos quedará el 20 y el epílogo

Me ayudarían mucho comentando porfis, este cap está medio largo

Disfruten y... no me funen 

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No puedo decir dónde terminará el viaje, pero sé donde empezará.

Avicci.

RENATA STYLES

La parte divertida de un apocalipsis zombie:

Sentir que el mundo te pertenece.

Si quitamos la parte de que te pertenece un mundo lleno de muertos vivientes que suelen apestar y que pueden quitarte la vida de una mordida, además de dejar de lado la escasez de comida y el miedo constante de encontrarte con un grupo que decida matarte para quitarte todas tus cosas, podríamos ver lo lindo.

Con la caída de la humanidad el mundo empezó a revivir lentamente, los lugares que sufrían de sequía y se secaban ahora eran largas praderas verdes, los mares habían sido limpiados por su propia mano y fue gracias a que no había nadie que los ensuciara y destruyera.

Nunca dudé de que el humano era el responsable de la lenta muerte del mundo, tampoco es que me terminé de gustar que la vida se diera la vuelta y los humanos murieran mientras el mundo vivía.

Y era claro, estaba en nuestra naturaleza destruir todo lo bello que la vida nos daba.

Solo que a veces solíamos no ser conscientes del daño hasta que pasaba el tiempo.

La realidad era esta, el lindo lago frente a nosotros es demasiado hermoso, el agua cristalina deja ver unos cuantos peces que nadan en el fondo y alrededor hay mucha vegetación, tanta que... es extraño, siento como si estuviera respirando bien por primera vez.

Creo que incluso miro algunos pájaros, cosa que tenía un tiempo sin ver, volar por el cielo y detenerse en las partes más altas de los árboles.

El aire helado me golpea el rostro y me mueve el cabello de un lado a otro, y suspiro con tranquilidad porque estamos en una villa que está a diez minutos de nuestro hogar. Aitana me trajo y estuvimos un rato viendo el cielo y las nubes, comiendo en medio de delicioso picnic con comida que preparamos juntas, mientras Suze se encargaba de que no quemaramos la casa, porque al parecer ninguna podía hacer cosas muy elaboradas sin temer explotar la cocina.

Hablamos mucho, ahora hacemos bastante eso, y mientras sostengo mi libreta, descubro que he llegado al penúltimo capítulo de la historia, de nuestra historia y golpeo el bolígrafo al que le queda la mitad de tinta mientras pienso un poco y las palabras se formulan en mi mente.

Tengo la forma en cómo voy a terminar el libro, porque hay una linda propuesta llena de promesas por cumplir, porque puedo dar un discurso sobre cómo encontré el amor después de perderlo todo.

Hoy volveremos en un rato a casa y saldremos en busca de unas baterías para la camioneta, algo de cableado y herramientas que Aitana y José necesitan, y aprovecharé que pasaremos por el centro comercial para conseguirlo.

Un lindo anillo que le daré a Aitana McLaren.

Porque la rubia egocéntrica me tiene en sus manos.

Nunca me imaginé volviendo a caer en las garras del amor, soy de escribirlo, soy de crearlo en personajes a quienes doy vida, pero no volví a pensar en ello después de perder a mi ex novia.