16- El disparo que perfore tu corazón

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🧟🧟

Hola, díganme hola

BUENAS ZOMBIELAND, BIENVENIDOS AL ÚLTIMO CAPÍTULO DE ESTE AÑO

Espero que les guste, de todo corazón, amé escribirlo.

Vamos a jugar a 'encuentra los spoilers' en este capítulo hay aproximadamente cuatros spoilers del final de este libro, suerte encontrándolos

Ahora sí, disfruten :D

🧟🧟


AITANA MCLAREN

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AITANA MCLAREN

La salida con Max había salido relativamente bien... hasta que todo empezó a salir relativamente mal.

Habíamos usado un mapa para poder reconocer las partes centrales de ese lado de la ciudad, teniendo en cuenta que ninguno había vivido en Minnesota, fue casi increíble que entendiéramos el viejo mapa y llegaramos al área de los hospitales y el departamento de bomberos.

Logramos entrar al hospital Mercy West, aunque solo fuimos directamente al piso que se establecía como nosocomio y farmacia, tomamos cosas de la lista que Miriam nos hizo, y aunque no encontramos dos de los últimos artefactos, decidimos salir y buscar en el ala este.

Fue un desastre, todo estaba tirado el piso, camillas por los pasillos, las paredes llenas de sangre porque sin querer, terminamos entrando al área de psiquiatría y cualquiera creería que al inicio de todo, los pacientes fueron despachados, sin embargo, nadie recordó psiquiatría.

Toparnos con la imagen de una mujer zombie atada de brazos en una camilla fue aterrador, pero no tanto como cuando abrimos una puerta rosada y una niña nos gruñó lanzándose hacia nosotros.

Cuando el elevador medio cerrado hizo un breve sonido pude sentir mi piel estremecerse y Max, quien siempre ha sido demasiado curioso para su bienestar y a quien le establecí el tan conocido dicho de ''La curiosidad mató al gato'' se acercó con una linterna y unos seis zombies encerrados en la caja metálica le gruñeron tratando de atraparlo.

Lo jalé de su camiseta e insté a alejarse antes de que hiciera una estupidez como acercar su mano.

No miento, a veces pensaba que tenía la edad mental de un nene de cinco años.

Luego bajamos por las oscuras escaleras donde nos encontramos lo peor.

Cientos de cuerpos que habían sido traspasados con balas yacían putrefactos y casi asfixiando, con el olor nauseabundo, todo el lugar, pero necesitábamos encontrar los últimos dos artefactos médicos. En el último piso, siendo casi un sótano, suspiré con alivio al ver cientos de estantes con cosas médicas.

Cuando los zombies nos separen [1] -SIN EDITAR-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora