17 - Mía, mi novia, solamente mía +18

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🧟🧟

Hola, díganme hola zombielandddd

¿Cómo están amores? Espero que bien.

Bue, son las 12:00 am, ayuda

Nada, capítulo con contiendo +18

🧟🧟

RENATA STYLES

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RENATA STYLES

El día del rescate a Aitana y Max fue una completa mierda.

Una mierda porque entre el dolor físico y el emocional, había terminado desgastando las pocas ganas de vivir que había logrado almacenar en los últimos meses y había tenido un bajón emocional casi catastrófico.

También había sido malo ─malo por no decir peligroso─ para mi salud. Me había enojado tanto en un solo día que fue suerte que no me diera un ataque al corazón o un derrame ocular de puro estrés, pero mira, no me iba a quejar tonto, a fin de cuentas, no podía hacerlo.

Aitana y Max estaban bien y eso era lo importante, los habíamos rescatado, aunque habíamos perdido dos camionetas, las armas, y la salud en el proceso, pero estaban ellos bien.

Me había hecho verga el cuerpo de tantos golpes, incluso pensé que había matado las pocas neuronas que me quedaban, pero de nuevo, no importaba porque ellos estaban bien y sabía que todo había valido la pena solo por ser ellos.

Bueno, más porque fue por la chica que me gustaba y no sabía que yo fuera tan altruista, pero al parecer podía estar dispuesta a perderlo todo solo por ella.

#JusticiaParaMax.

Después de que Aitana y yo medio habláramos ─nos gritaramos y le amenazara con un arma─ con honestidad sobre cómo nos sentíamos, seguimos caminando en silencio durante la madrugada, lo hicimos durante casi una hora aunque estábamos agotadas, hasta que Maximiliano, quien suplantó a su hermano porque estaba mareado del viaje de ida, y Julieta, nos encontraron a mitad del camino.

Yo estaba tan agotada que dormité las horas de regreso a casa permitiendo que Aitana se durmiera sobre mi hombro, y cuando llegamos a la mansión, solo subí los escalones con mi últimas fuerzas, abrí la puerta de mi habitación y dormí.

Dormí mucho.

Miriam me dijo que lo hice durante dos días enteros y solo me levanté después de mi siesta casi eterna para poder bañarme, comer y entonces ser atrapada por Miriam y Aitana para empezar mi tratamiento.

Para alguien que carecía de paciencia, tuve que tragarme la impertinencia y mis ganas de decir groserías, como aguantar casi seis días en medio de un tratamiento, que consistía en vitaminas suministradas de forma intravenosa, análisis de sangre, mucho suero vitaminado, no miento, fue mucho de ese suero, y más medicamentos que me lograban mantener dormida durante muchas horas.

Cuando los zombies nos separen [1] -SIN EDITAR-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora