Llegué algo confundida a la parada ya que estaba literalmente mareada de tanto pensar. Alex no se hizo mucho de esperar en el lugar ya que apareció un par de minutos después de que yo llegara.
-Hola cariño- dijo con una media sonrisa.
-No me digas cariño-
Levanté la cabeza para enfrentarlo y al hacerlo vi como su miraba se tornaba a preocupación y ¿pena? dado a que apenas podía pegar ojo no me extrañaría tener la cara de un zombie.
-Lo siento muchísimo Luce, tienes que creerme, estoy muy arrepentido, por favor. Crees de verdad que te hubiera dicho todo lo que te dije, me hubiera arrastrado tantísimo por ti y sobretodo hubiera hecho las cosas que hice contigo ¿si no te quisiera?-
Tal vez tenía razón y yo me estaba haciendo demasiado de rogar, a quién quería engañar, le quería, le quería mucho y de verdad quiero que esto perdure y que lo resolvamos porque sin él no soy nada, estoy vacía y eso no me gusta. Lo extraño tanto...
Sin decirle nada más me lancé a sus brazos como buena patética que soy y lloré y lloré mientras el me acariciaba la espalda y me pedía lo siento una y otra vez.
Al cabo de un rato mis lagrimas cesan y Alex comprende que se lo voy a dejar pasar pero no volverá a suceder nada ni parecido.
Charlamos y charlamos hasta que se hace tarde y vuelvo a casa cansada por tanto llanto.
Cuando llego evito a mis padres y me meto en la ducha y una vez qu eme despejo y no tengo señales visibles de haber llorado voy hacia el salon y ceno con mi familia para después acostarme.
Una vibración bajo la almohada me desvela lo suficiente como para meter la mano debajo de esta y coger el móvil exageradamente iluminado que allí se encuentra.
Lo desbloqueo pensando en que será un mensaje de Buenas noches de Alex como de costumbre pero me sorprendo al ver que si que hay un mensaje de Alex deseándome bonitos sueños, si no que también hay otro:
+3468...
Espero verte el viernes preciosa.
Ed.