Capítulo 5. Arrepentida

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Miraba mi reflejo en el espejo del baño mientras procesaba todo lo ocurrido hace media hora, Alex y yo llegamos de lo más normal y pusimos la mesa junto con sus padres y su hermana, en cierto momento de la cena ya no podía más, necesitaba escapar porque me estaban bombardeando a preguntas e información que no me esperaba de ellos, la madre una sobreprotectora-cotilla-obsesionada por la limpieza y por las vidas ajenas, la hermana una niña pequeña con ansias de ser mayor y siempre con los intentos de llamar la atención por TODO, el padre es el más normal de los cuatro, si los CUATRO incluyo a Alex porque por lo visto cambia bastante con la familia, conmigo es un amor y con ellos también pero ¿no ve que algo anda mal con su madre y su hermana? Pero no le pienso decir nada, sería muy cruel, solo espero que pasen rápido estos 5 minutos mientras recogen la mesa para que nos lleven a mi pueblo si NOS porque se nos viene hasta el perro en el coche ¡Excursión familiar! Dios no los aguantaba.

Salí del baño y por suerte ya todo estaba recogido y listo para irnos.

El trayecto fue como me lo esperaba, con camarón, la húngara, los rebujitos, etc…  en la radio (odio el flamenco, me taladra la cabeza, aunque respeto todo tipo de gusto musical pero personalmente odio el flamenco) el perro que si de aquí para allá la madre que si contando la vida de las vecinas y Alex intentando darme mimos mientras yo me resistía porque me daba vergüenza con sus padres aunque lleváramos casi 3 meses, tal y como aparcaron en mi esquina baje rápidamente con un -¡gracias , adiós!-  y Alex detrás mío, me acompañó al portal y allí nos dimos nuestro beso de despedida, con dolor de cabeza por la noche tan pesada subí y agradecí que ya todos estuvieran durmiendo, me puse el pijama a tientas y me acosté.

Al día siguiente me desperté por los berridos de mi hermana mayor porque cuando se propone cantar no hay quien la pare y mientras que limpia lo hace sin parar, subí la persiana y cerré los ojos del sol que me dio directamente a los ojos, es que no me puede pasar a mi esas cosas de cuento de “Me desperté de mi cama con la agradable luz tenue de la mañana acariciando mi rostro mientras los pájaros cantaban…” Ok no, tierra llamando a Luce ¡MUEVE EL CULO Y VE A DESAYUNAR QUE TU ESTÓMAGO VA EXPLOTAR!

Salí del cuarto aún con la mancha amarilla esa que se te queda cuanto miras algo con demasiada luz hasta llegar a la cocina que se esfumó, allí estaba mi madre preparando la comida (para variar) miré el reloj y eran las 12:00 no podía desayunar mucho sino no comería después y mi madre me mataría mientras duermo. Me hice un colacao y pillé unas galletas cuando mi madre no miraba, me dirigí hacia el ordenador y me quedé charlando con Alex hasta la comida.

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Pasaron las siguientes semanas sin nada fuera de lo común, algunos días piscina con mis amigas otros me iba a la piscina de Alex que tenían en el bloque de pisos y lo único importante que sucedió es que retomé relación con una vieja amiga mía de la infancia Amalia, ya que su madre y mi madre se volvieron a hacer muy amigas en el verano y ella venia algunos días a mi casa, veíamos pelis y charlábamos se hizo amiga también de Alex porque hablaba mucho con el mientras estaba ella en mi casa y nos acompañó también algunos días cuando Alex venía a visitarme a mi pueblo, si como nos veíamos tanto y era verano el vino varias veces para no ir siempre yo para allí porque era un coñazo y me dejaba sin un céntimo el bus.

Un día me tocó ir a mí a casa de Alex, a veces ya quedábamos directamente en su casa ya que hacia muchísima calor y sin aire acondicionado apenas se podía estar, me solía ir por las mañanas y volver por las tardes ya que como tenían piscina abajo nos entreteníamos todo el día, Alex también recuperó la amistad de un amigo de la infancia al que no veía mucho en invierno por los estudios y eso, era de la comunidad de vecinos de la manzana asique también bajaba a la piscina, se llamaba Carlos, era alto y muy delgado moreno claro y ojos extremadamente azules, tenía una hermana, Jenn  de la edad de la hermana de Alex que también eran muy amigas pero Jenn era más madura y más “normal” para mi gusto, también tenía una novia que se llamaba Mariela morena de ojos cafés, los dos eran de nuestra edad pero llevaban un año más juntos me daba la impresión de que mucho más “juntos” que nosotros ya que se les notaba la desenvoltura que tenían el uno con el otro y las miradas cómplices que lo decían todo, lose porque eso ya me pasó a mí..

Era invierno de 2009 y me enamoré de un tonto imbécil que jugó conmigo como si de una niña (ya es lo que era entonces) fuera, y es que nunca te puedes fiar de un hombre algunos años más mayor, no si te presiona tanto como me presionaba el a mí, su nombre es Tobías, no muy guapo pero muy coqueto ya que con solo hablarte 2 horas te conquistaba si se lo proponía, eso me pasó a mí me pidió salir y yo estaba como que no me lo creía y me presionó tanto para tener relaciones que acepté y no estuvo tan mal pero no lo hubiera hecho así ni de lejos si lo hubiera pensado dos veces.. Pero como dije era una cría y no sabía cómo acabaría y de echo acabo con el poniéndome los cuernos yo y llorando y mis amigas apoyándome y ya nunca supe más de él.

Volviendo a lo de antes, Alex y yo no habíamos hecho nada aun, aparte de besos apasionados y nada más allá que se pueda hacer con la ropa puesta y no me preocupaba pero envidiaba en cierto modo a Mariela y Carlos, aunque por otro lado sabía que Alex era virgen y como sabía lo que era arrepentirse de perder la virginidad, me ponía nerviosa que el quiera dar el paso por una parte ya que por la otra me moría de ganas, todo hay que decirlo ya que Alex estaba como un tren, pero algo me decía por como miraba Alex a sus amigos, que el también quería algo así…

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