La mitad del verano había pasado demasiado rápido y cuando me quise dar cuenta en tan solo unas horas cogería el avión, estaba en casa de Alex sentada en la cama con el viendo una peli tranquilamente mientras le hacía cosquillas en el brazo, yo estaba más consumida en mis pensamientos que en la película y Alex debió notarlo porque la paró.
-¿Te pasa algo Luce?-
-No, nada solo pensaba…-
-¿En mañana?
-Si…tendremos que despedirnos esta noche, pero no quiero despedirme de ti porque me encantaría quedarme aquí contigo-
-Quédate-
-Alex el billete está sacado, mis maletas listas, ya es un poco tarde para echarse atrás ¿no crees?- Lo miré frunciendo el ceño, él se quedó un rato pensativo con un dedo sobre sus labios y muy serio, como si pensara algo intensamente, y a mí el silencio ya me comía por dentro.
-¿Quieres compartir tu opinión con los demás o te lo vas a guardar?-
- ¡YA SÉ!- saltó de la cama y yo lo miraba con cara rara
-No me mires así, es solo que tuve una idea… llévame en tu maleta-
Lo miré con cara de “¿En serio?“ y el me miró totalmente convencido.
-Cariño en el aeropuerto pesan las maletas y si llevas más de 10 kilos te hacen pagar por los kilos demás y tu pesas muchos más, saldría más barato que te sacaras un billete-
-Déjalo es imposible no me dejaran ir…-
-Eso lo sabía yo desde el principio, tanto te costó llegar a la conclusión?-
-A mí por lo menos se me ocurren ideas para no separarme de ti pero veo que a ti no te importa hacerlo- Ouch , eso dolió.
-No seas así, si ni siquiera deberíamos despedirnos, solo serán dos semanas-
-Oh claro que nos despediremos y empezaremos ahora-
-¿Ahora? Pero si son las 9 y no me voy hasta las on…-
En cuestión de segundos tenía sus labios pegados a los míos, no era un beso común, era un beso de necesidad del uno al otro, de demostrar todo lo que no se podía decir con palabras, sus manos recorrieron mi cuerpo haciéndome jadear y él sonrió entre besos visiblemente satisfecho de ver la reacción de causaba ante sus caricias, el beso se intensificó y una parte de mi quería más, mucho más de Alex y parece que el leyó mi mente porque empezó a recorrerme el cuello a besos llegando a mi clavícula, nunca habíamos llegado tan lejos en estos tres meses y en ese momento apareció la preocupación y la alarma recordándome de que Alex (a pesar de tener mucha experiencias sexuales con mujeres) aún era virgen y no estaba preparada para eso y justo en ese momento llegó otra vez a mis labios, esta vez con decisión pasión y ansias de más, y yo no sabía si podía, pero estaba jugando con fuego y él lo sabía, le gustaba el juego y yo estaba al borde de tomar el mando y mandar todos mis pensamientos a la basura cuando la puerta principal se escuchó y nos separamos rápidamente dándole play a la película, me fijé en Alex, su pecho subía y bajaba sin control, sus labios hinchados y rojos que delataban todo lo que pasó hace unos segundos.
Los padres de Alex llegaron a saludar y decirnos que traían pizzas para cenar, miré el reloj, 9:45 se acercaba la hora, Alex me cogió de la mano para llevarme al salón y sentarme en la silla para comer, la cena no fue nada incómoda y hablamos de todo el turismo que podría hacer en las islas y de algunos planes que tenía, al terminar la cena fui a lavarme las manos como siempre, los padres de Alex fueron a sacar al perro a su “paseo nocturno” como lo llaman, y justo cuando escuche la puerta principal cerrarse, también escuche a su vez la del baño que yo había dejado abierta, me giré porque ya terminé de lavarme las manos y no me dio tiempo para girarme del todo cuando Alex ya me tenía entre sus brazos de nuevo y besándome como antes, me relajé y me deje llevar por sus besos hasta que sentí la mano de Alex por debajo de la camiseta, entonces algo en mi cerebro hizo “click” y recordé lo de antes, entonces me separé lo suficiente como para dejar nuestras frentes pegadas y así poder mirarlo bien a los ojos.
-Alex tus padres tardarán 5 minutos-
-No me importa-
-No piensas con la cabeza-
-No tengo cabeza desde que estoy contigo, porque tú me volviste loco-
En ese momento reanude el beso pero esta vez fui yo la que tenía el control, no dejaba de recorrer mis dedos por el pecho de Alex que subía y bajaba con fiereza, se sacó la camiseta y siguió besándome, me mordió el labio y gemí a lo que él respondió –Mierda Luce- en un gruñido sin separarse de mis labios. Justo entonces volvió a escucharse la puerta de entrada, rápidamente nos separamos y Alex se puso su camiseta. Su madre nos dijo que ya estaba su padre abajo esperándonos en el coche para llevarme a mi casa, recogí mi móvil y mi cartera y bajamos rápidamente, el viaje se hizo corto porque Alex me estaba acariciando la mano y me estaba quedando dormida a ratos, aunque el trayecto era solo de 10 minutos. Llegamos a mi portal me bajé y le di dos besos a Ángel y le agradecí que me trajera, minutos después estaba con Alex aún en el portal despidiéndonos, aunque llevábamos ya 15 minutos.
-Alex tengo que subir ya cariño, sabes que te echare de menos muchísimo pero estaré aquí pronto y si gastare cuidado con el mar y con los chicos y con los tiburones y las ballenas y los secuestradores y todo lo que me llevas repitiendo desde que llegamos- Alex frunció el ceño
-Te amo tonto- y le di un beso lleno de amor y ternura que le dijera cuanto lo iba a extrañar, cuando nos separamos en busca de aire, Alex se acercó a mi oído y me susurró:
-Cuando vuelvas te daré el mejor regalo de bienvenida y el que te di hoy de despedida es solo un anticipo…- me dio un beso rápido, me guiño un ojo y se fue.
Y yo me quedé ahí helada sin saber qué hacer con miles de preguntas sin respuesta y en 6 horas cogería un avión para alejarme aún más de las respuestas que, por dos semanas esperarán y con suerte podré aclararme y ordenar mis pensamientos; o al menos eso creía, antes de que pasara todo…