Capítulo 3. Teresa

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Al llegar mi madre estaba en la cocina como siempre ya que ella ha trabajado toda su vida en los bares de cocinera porque le encanta y al llegar a casa pues se pone en la cocina la mayor parte del tiempo, a ella le cuento todo desde siempre porque nunca me ha prohibido nada es más, siempre me ha dicho que es mejor que le cuente las cosas a ella antes de que se entere por otras personas porque entonces sí que se molestaría, ella también piensa que no sirve de nada prohibirle las cosas a los niños porque lo único que se consigue es todo lo contrario, se consigue que se haga a las espaldas y peor que si no se lo prohibieras, asique siempre me ha permitido todo, siempre desde la responsabilidad y el respeto de una madre, pero con libertad, se llama Teresa, es morena de ojos marrones como mi hermana, siempre han dicho que ella se parece más a los rasgos de mi madre y yo a los de mi padre. Hablando de mi padre, está en el salón, en su sillón como casi siempre, el siempre a sido muy cariñoso con nosotras (en especial conmigo, por eso de que soy la pequeña) pero su parte de gruñón no se la quita nadie, es SÚPER gruñón riñe por todo lo que hagamos o la gran mayoría pero es muy bueno y no es tan cerrado como parece, tiene los ojos verdes oliva (verdes oscuros del color de la aceituna) y es moreno de piel porque toda su vida se ha dedicado a ser chófer de hormigoneras en la construcción y ha pasado mucho tiempo al sol pero en realidad es muy blanco de piel, como yo.

Vuelvo a mi habitación después de saludar como siempre, me pongo el pijama y cojo el teléfono para llamar a Alex como siempre hasta quedarme dormida.

Al día siguiente no me puedo creer que día es, el día de las vacaciones, asique puedo dormir hasta las 10:00 de la mañana e ir a recoger las notas  con Sav y Val. Si en este tiempo Val se ha pegado más a nosotras y la verdad no era tan mala como creía, es tímida y muy graciosa como nosotras, además tenemos una característica las tres y es que tenemos los ojos verdes amielados unas más que otras ya que yo los tengo más amielados y Sav más azules y Val más marrones pero a simple vista parecen iguales, nos llevamos muy bien pero lo justo para no tener demasiada confianza como la que tenemos Sav y yo.

Me levanto de la cama y cojo la primera camiseta de tirantas  y pantalón corto que veo y me lo pongo, después voy al cuarto de baño y me pinto y peino en 15 minutos como siempre.

Fui a recoger las notas con pocas ganas como siempre, ya sabía lo que me esperaba, que me quedaran 1 o 2 y que las que aprobara ninguna fuera sobresaliente ni de lejos, había estado muy distraída este año. Y así fue me quedó una y me fui a casa directamente para repasar que me queda para terminar de rellenar el sobre de matriculación que tengo que entregar en menos de una semana. Al ir a hacer unas fotocopias a la papelería de mi carnet me encuentro con mi prima Helen que es “Doña perfecta” ella basa su vida en el prototipo de vida ideal con sus estudios en un instituto privado en el q se le van 1.000 € cada mes y su plan perfecto para el futuro, con el dinero que le rebosa por las orejas  eso sí amigas ni una ya que sus pocas “”amigas”” de clase son unas fachas falsas y que la dejan tirada a la mínima de cambio, aunque sí que tiene una amistad algo extraña con sus vecinas de enfrente, Lana y Rebeca que no las conozco mucho pero se les ve simpáticas, eso sí tiene el padre más estricto del mundo (mi tío, el hermano pequeño de mi padre) conmigo él siempre se ha portado muy bien cariñoso y amable, siempre regalándome cosas pero mi prima siempre ha sido muy envidiosa ya que en mi familia nunca hemos valorado las cosas materiales, siempre hemos estado unidos en lo bueno y lo malo y es algo que se me enseñó desde pequeña por la familia de parte de mi madre, ya que somos muchos, antes estábamos mucho más unidos por mi abuelo José pero desde que el murió nada volvió a ser lo mismo pero eso es otra historia que contaré más adelante, volvamos a dónde íbamos.. Ah sí! La papelería, no pasó nada fuera de lo común, saludé a mí prima y me fui perdiendo el culo a mi casa para quedar con Alex esa tarde.

En cuanto llego a mi casa me suena el móvil, es mi tío y me tiene un regalo de cumpleaños adelantadísimo (ya que es el 22 de Septiembre) que va a echar todos mis planes del verano a la basura y seguramente me ganaré una pelea con Alex…

THIS, is my lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora