Todos en el palacio estaban tan contentos de que por fin el sultán regresara victorioso nuevamente de su campaña, mientras en algunos aposentos se encontraban bellas mujeres arreglándose, pero entre ellas destacaba una: la sultana Mihrimah, ya que deslumbraba felicidad al ver a su padre después de tantos años. Lo que no sabía es que otra hermosa joven también ocupaba el corazón del sultán.
Por fin había llegado. Bali bey ayudó a Wanda a bajar. Un joven príncipe se encontraba esperando al sultán, pero quedó un poco desconcertado al ver a los hermanos.
— Su majestad, sea bienvenido — habló Mustafa, besando la mano de su padre.
— Mi Mustafa — no dijo nada más y abrazó a su hijo que no había visto por años.
— Todos lo esperan, Majestad — volvió a hablar, pero esta vez mirando disimuladamente a los gemelos que se encontraban unos pasos atrás del sultán.
— Vamos entonces — indicó el sultán para empezar a caminar. Mustafa se colocó al lado de su padre y tanto los gemelos se acomodaron tras el sultán junto a sus Ağa y Hatun respectivamente. Mientras tanto, dos hermanos más, hijos del sultán y hermanos de Mustafa, esperaban la llegada de su padre fuera de sus aposentos.
— Nuestro hermano se irá pronto — habló Mehmet un poco desanimado.
— Finalmente — respondió rápidamente Mihrimah con felicidad, provocando que su hermano la mirara de una manera desaprobatoria.— Lo digo por la sultana Mahidevran, sabes que se irán juntos —volvió a decir tratando de no sonar indiferente.
Cerca de los aposentos, anunciaron la llegada del sultán y el príncipe, haciendo que ambos hermanos hicieran una reverencia de respeto hacia el sultán.
Mihrimah, en cuanto alzó la mirada, se puso feliz de ver a su padre, pero esa felicidad fue ocupada por dos jóvenes de casi la misma edad que Mehmet, los cuales se encontraban detrás del sultán. Sin embargo, pudo disimularlo ya que el sultán la miraba.
Suleiman se acercó a Mihrimah y la abrazó.
— Mi sol, mi luna, estás hermosa — Soliman admira la belleza de su hija, ya que no pudo verla crecer. Después se separó y miró a Mehmet.
— Su Majestad, sea bienvenido —saluda con una reverencia para después besar su mano.
— Eres todo un príncipe, tal y como me lo describiste — dicho eso, abrazó a su hijo.
— Hay alguien que realmente te extrañó, mi madre. No hay que hacerla esperar.— Dicho eso, se encaminaron hacia los aposentos donde las mujeres se encontraban.
Estando afuera de los aposentos, Mehmet y Mihrimah se retiraron y el sultán les indicó a los gemelos esperar afuera y que él los llamaría después. Ambos solo sintieron y esperaron.
Suleiman entró y saludó a cada una de las mujeres y a sus tres príncipes que se encontraban esperándolo. También le habían dado la noticia de que el príncipe Mustafa tendrá un hijo pronto, lo cual alegró aún más al sultán.
— Todas son grandes noticias, pero no son las únicas. Hay una cosa más — hizo una pausa para hacer un movimiento con sus manos dando la orden de que dejaran pasar a los dos jóvenes que esperaban afuera.
Todos miraron hacia la puerta donde entraban dos jóvenes con cabellos extraños. Para todos fue una gran sorpresa, además de ver que se posicionaron uno en cada lado del sultán sin hacer ninguna reverencia a los demás.
— Ellos son Wanda y Pietro Maximoff, son mis protegidos desde hace dos años. Espero que los traten con el respeto que se merecen — habló el sultán presentando a los hermanos.
ESTÃS LEYENDO
ððŒððŒðð¿ðŒ ððŒððð â ðððððððð ð ðð¡ð ðð
Fanfictionâ âððð ðð¡ðð ððð¬ðð£ðððâž ÖªÖ¢ÖžÖ¶ÖŽ Ⱐ⺠Lo más grave no es saber dónde se está, sino cuándo se está. Su reloj interior ha sido trastornado por una caÃda veloz pero demasiado larga para los hábitos. â Ignorar todo y olvidar la vida pasada par...