𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗨𝗠 𝗫𝗩𝗜

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- su majestad, la sultana mahidevran está afuera - dejó un agá entrando en los aposentos, a lo soliman inmediatamente hace una seña para que la dejen pasar.

-su majestad - habló mientras hacía una reverencia, su rostro se encontraba serio y sin brillo pero su belleza era inigualable dejando encantado a el sultán.

- mahidevran, ven acércate - dijo extendiendo su mano a lo que ella muy confundida la toma lentamente sin decir nada y ambos caminan al balcón.

- hace años te dije que no te quería ver jamás... pero creo que es momento de que te perdone, todos merecemos una segunda oportunidad.

La pelinegra estaba en shock por las palabras que salían de su boca las emociones se habían combinado incluso su respiración se aceleró, acaso el sultán del mundo la seguía amando. Esos pensamientos rondaban su mente causando que sus ojos se empezaron a poner llorosos; Ella ya no tenía los mismos sentimientos que antes pero siempre queda algo y era lo que la estaba matando.

- ¿Su majestad usted habla en serio? - cuestionó lo antes mencionado, el al notar sus lágrimas llevó una de sus manos a su mejilla y delicadamente las limpió, Mahidevran por impulso alejó un poco su rostro pero él no le permitió alejarse.

- Mahidevran. Tu no dejaste de ser mi primer amor, ni tampoco la primera en darme la felicidad de ser padre. Fuiste tú mi primera esposa - mencionó tomando sus temblorosas manos para depositar un delicado beso en ellas. - fui injusto contigo al abandonarte por años cuando perdiste a nuestro hijo y por lo de hürrem.

- soliman, ahora se que ese castigo me lo merecía fui imprudente, por eso allah me castigó, pero creo que me ha perdonado - mencionó mirándolo. Soliman la miró fijamente por unos segundos antes de darle una cálido beso a lo que ella aceptó sin poder aspee nada, minutos después soliman se separa y la encamina a su escritorio donde se encontraba sobre un cojín un hermoso anillo de un diamante de ( 86 kilates y adornado con 49 más pequeños.) dejando hipnotizada a la sultana por su belleza, soliman toma su mano y lentamente se la coloca.

- su majestad es hermoso - dijo admirando la joya en su mano mintras le sonreía a su sultán, pero su sonrisa se desvaneció al recordar cuando él le había confeccionado un anillo pero se lo dio a otra. Ella trato de de fingir que no pasaba nada y solo sonrió.

- no tan hermoso como tu radiante belleza mahidevran - mencionó a lo que ella se ruboriza un poco provocando una pequeña risa en él.

- muchas gracias su majestad - se acercó a besar su mano pero él la abrazó. - quiero que te prepares para esta noche - dijo en un susurro en su oído a lo que mahidevran asintió. Después de años de soledad por fin se sintió amada nuevamente y esta vez no lo dejaría ir y solo lo haría por venganza a hürrem.

Soliman y mahidevran desayunaron juntos entre pláticas y risas hasta que llegó la hora que tendría que regresar a sus labores, así que mahidevran después de horas de estar en los aposentos se retira y se dirige al harem donde los rumores sobre su posible reconciliación no se hicieron esperar. Cuando ella llegó todas las señoritas se formaron e hicieron reverencia pero todas notaron algo que no podría pasar desapercibido ya que aquel enorme diamante resaltaba demasiado en ella, y con eso se confirmó aquella reconciliación que rápidamente se extiende por todo el palacio llegando a los oídos de hürrem.

Wanda y Pietro se encontraban hablando en el balcón de la habitación de Wanda cuando en eso entra casi corriendo bülbül aga alarmando a todos los que estaban en el lugar.
- que es este escándalo - regaño Suleiman aga.

𝙕𝘼𝙈𝘼𝙉𝘿𝘼 𝙆𝘼𝙔𝙄𝙋 ━ 𝘔𝘜𝘏𝘛𝘌𝘚𝘌𝘔 𝘠𝘜𝘡𝘠𝘐𝘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora