𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗨𝗠 𝗫𝗜𝗫

1.1K 141 18
                                    

Al siguiente dia, Hatice llegaba al palacio de visita con sus dos hijos a lo cual los dejó en el harem ya quiso pasar a saludar a el sultán por su llegada.

— su majestad, la sultán hatice está aquí — informo un guardia a lo cual suleiman pidió que la hicieran pasar, un segundo después hatice entró con una sonrisa y beso la mano del soliman para después darle un abrazo.

— bien bebida hatice — hablo con una sonrisa. — gracias su majestad — agradeció de igual manera.

— ¿Cómo se encuentran tú y los niños? — pregunta tratando de saber el bienestar de su hermana y sobrinos.

— gracias a Allah estamos bien su majestad— respondió tranquila.

— me alegro saber que estás aquí, te iba a mandar a traer — hablo un poco más serio haciendo preocupar a la sultana.

— ¿Pasó algo? — pregunto pero el sultán negó.

— quería saber si ya sabías las nuevas noticias — preguntó, pero inmediatamente por su cara notoriamente confusa supuso que su hermana no sabía nada al respecto. — Wanda y Pietro se volvieron al islam y ahora son mis hijos oficialmente. — esas palabras hicieron sonreír a la sultana.

— su majestad son muy buenas noticias — habló sonriente a lo cual una idea llegó a su mente.

— su majestad, si usted me otorga el permiso, me gustaría hacer una fiesta en el harem en nombre de la nueva hija de su majestad.

— es una buena idea y creo que le ayudaría un poco más a adaptarse — hablo suleiman con una pequeña sonrisa.

— seguramente así será, muchas gracias su majestad — la sultana se acercó y beso una de las manos de su hermano. — su majestad me retiro, iré a preparar todo — y con eso salió rumbo al harem.

Mientras Hatice muy entusiasmada se dirigía al harem, en alguna otra parte del castillo se encontraba una joven admirando el inmenso jardín que la rodeaba, aunque con un poco de tristeza y dudas no dejaba de admirar a las hermosas rosas. A lo lejos algo llamó su atención, en el bosque que rodeaba el lugar pudo notar a un hombre el cual se encontraba curando la pata de un ciervo; ella en un descuido se separó de sus señoritas y del mismísimo suleiman aga solo para ver en que podría ayudarle.

— ¿Puedo ayudarte en algo? — preguntó acercándose, pero aquel hombre rápidamente se volteó dejando ver un rostro conocido. — ¿Hüsrev paşa?

— sultana — mencionó mientras se levantaba de su lugar para hacer una reverencia. — ¿Qué hace usted sola por aquí?

— solo quiero ver si le puedo ayudar — respondió de manera simple ante el discreto reclamo del paşa hacia ella.

— fue herido por una flecha perdida del entrenamiento de los príncipes — dijo mientras seguía limpiando la herida con extrema cautela. Pero por un mal movimiento el ciervo lo lastimó con sus grandes astas.

— !HÜSREV! — gritó la chica al ver al pasa tirado mientras se agarraba la cabeza por el golpe. Ella se acercó con rapidez y suavemente quitó la mano de su cabeza para ver la herida, por suerte no era grave así que con su pañuelo delicadamente limpio la herida, la mirada de ella y la de él conectaron por unos segundos. Él estaba enamorado de ella desde la campaña; pero ella amaba a alguien más; pero de todas formas ella le sonrió con amabilidad antes de separarse un poco de él. Alev ya un poco calmada, decidió utilizar sus poderes para controlar al enorme animal.

𝙕𝘼𝙈𝘼𝙉𝘿𝘼 𝙆𝘼𝙔𝙄𝙋 ━ 𝘔𝘜𝘏𝘛𝘌𝘚𝘌𝘔 𝘠𝘜𝘡𝘠𝘐𝘓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora