Había distribuido de manera exitosa a los elfos en cada una de las propiedades y había hecho el papeleo necesario para que ellos tubiesen el acceso necesario a su dinero para comprar lo que creyesen conveniente para cada lugar, así mismo los papeles que tubo que firmar por los elfos que sacó del país, se había enterado que de hecho la mansión principal y dos que estaban en el continente americano de los Sayre aún tenían elfos sirviendo, aún cuando no hacían mayor cosa a falta de un amo al que servir.
Ellos habían estado muy emocionados al escuchar que no sólo había un nuevo amo si no que habría más manos en el trabajo, se había sorprendido de ver un espacio tan amplio bajo el cuidado de dos elfos bastante mayores turnándose entre las mansiones de Francia, Canadá y Brasil, por lo que se aseguró de que todos ellos estubiesen cómodos.
Se había asegurado de convencerlos de que no debían llevar ese saco viejo y sucio con el que trabajaban, sino que como representantes y trabajadores de la familia Peverell conseguiría para ellos un uniforme, al escuchar esto al principio habían preguntado si los estaba hechando, algunos de ellos incluso se habían puesto a llorar, le había costado algo de tiempo y algunas risas de parte de Godric pero ver a sus elfos felices había válido la pena.
Con esto tenía 4 de sus pendientes listos, le faltaba conseguir un trabajo.
Llegó a su mente entonces el recuerdo que le había Dumbledore, y este año en septiembre un Tom Riddle de 10 años iba a Howarts, si podía cambiarlo, no, no podría cambiarlo en la escuela, debía ser algo más contundente, el muchacho había descubierto su linaje y su odio sólo había crecido al igual que sus malas decisiones, Dumbledore no había intervenido a tiempo, sólo observó como Tom Riddle se convertía de a poco en Lord Voldemort sin hacer algo al respecto, amaba al anciano, pero habían muchas cosas que sabía que Dumbledore pudo cambiar y jamás lo hiso.
El orfanato; recordó que mucho de su odio hacia los muggles había sido causado por ese lugar, y el mismo sabía cuán crueles podían llegar a ser los niños habiéndolo vivido con su primo Dudley y su pandilla.
El cuerpo se le estremeció al recordar todas las veces que había tenido que esconderse o correr hasta que sus pulmones no daban más, cuando ellos jugaban "Cazar a Harry".Tal vez si lo sacaba de allí...
Al asesino de sus padres...
No, el no era ese asesino, no, el aún era solo un niño, un niño de 10 años tan o más maltratado como lo había sido el mismo Harry.
Soltó un suspiro largo y sonoro, sentado con un vaso de limonada en la sala de estar ahora completamente restaurada, el mismo Godric había dicho que lucía como nueva, como cuando apenas habían terminado de construirla toda.
-En qué piensas, chico? - preguntó Godric sacándolo de sus cavilaciones.
-Hay otro heredero de Slytherin, un niño, él está en un orfanato muggle y quiero mejorar su situación pero no estoy seguro de cómo - el hombre en el cuadro asintió.
- simple, adóptalo, tienes una buena posición económica y política, un buen apellido, una buena casa, ningún niño mágico debe crecer fuera del mundo al que pertenece y te veo todos los días cuando les hablas a los elfos, ellos... No son niños como tal pero sé que serás un buen tutor- Harry sonrió - realmente lo crees? -
-Definitivamente-le respondió GodricBien debía ponerse manos a la obra entonces, talvez podía comenzar a crear familiaridad con él yendo a visitarlo al orfanato, bien podría decir que son parientes lejanos y por eso llegaba a buscar al chico, de algún modo, no era del todo mentira en este dato.
Recordaba el punto en el que Dumbledore se había aparecido en el recuerdo que le había mostrado de su visita al orfanato e hizo lo mismo.
Otra cosa que había notado en esta su nueva vida, era el sonido de su propia aparición, solían describir el sonido de la aparición en general como un "Crack!" , pero el describiría el suyo como un suave "pop", algo que podía atribuirle al nuevo aumento de poder dentro de él.
*Hubiese sido muy útil durante la guerra*, sacudió un poco la cabeza, otra vez estaba pensando en ello.
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Días del futuro Pasado
FanfictionLa orden del Fénix había caído y los mortífagos sembraban indiscriminadamente muerte y caos. "A tiempos desesperados medidas desesperadas" . . . Los personajes pertenecen a J. K. Rowling.