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*Se vió a sí mismo mientras caminaba despacio y sin importarle los cuerpos desperdigados por todas partes en el suelo un salón, el escenario cambió apenas perceptiblemente, ahora estaba en un cementerio, sus pies dezcalzos y blacuzcos sentían césped bajo ellos y cuando observó el suelo allí se hallaba el rostro pálido y bien parecido de un chico que parecía ser de Hogwarts. Sintió su interior retorcerce con satisfacción, el escenario cambió otra vez, ahora era una serpiente deslizándose por un pasillo, sentía el toque del frío suelo contra sus escamas mientras avanzaba, luego se vió volando sin una escoba, rodeado de sombras que flotaban a su alrededor como si se tratase de humo. Y apareció entonces una y otra vez una serie de imágenes inconexas de objetos, una serpiente y luego una varita blanca de la que salía a gran velocidad un rayo verde seguidos de una voz siseante que susurraba el nombre de su padre* Athan abrió los ojos con su respiración agitada y observó el dosel de su cama por el que se filtraba suavemente la luz de la mañana notando con algo de tranquilidad que todo había sido un mal sueño y sabiendo que no tenía caso volver a dormir se dispuso a prepararse para empezar el día. 

Se levantó de la cama y volteó su vista hasta su rubio compañero de habitación que dormía plácidamente con nada más que calma en sus facciones puntiagudas y aristocráticas, soltó un bufido preguntándose si alguien que había tenido una vida tan fácil sería capaz de tener pesadillas, luego sintiendo que sus pensamientos estaban tomando un rumbo inservible continuó con su rutina de aseo, se vistió y peinó, asegurándose de que cada pliegue de su ropa y cada cabello estubiese en su lugar y salió de la casa de Slytherin en dirección a los aposentos de su padre que sabía ya estaría despierto.

Siempre era así.

Sabía que su padre tenía pesadillas con frecuencia y en los días más pesados estas solían mantenerlo despierto, había sentido muchas veces la angustia y el miedo que en sueños le provocaban y sabía que en cuanto lo sentía clamarse él ya había despertado.

-Son malos recuerdos,hijo, nada que pueda afectarnos ahora . - le había dicho Harry la única vez que le había preguntado por ellas, había tenido que correr hasta la habitación de su padre en cuanto sintió en su pecho el eco del miedo del hombre y al mismo tiempo en que había abierto la puerta su padre se había despertado, en ese momento descubrió también que su padre ponía encantamientos silenciadores al rededor de su habitación mientras dormía y saber esto sólo había logrado preocuparlo.

¿Cuán malos deberían ser esos recuerdos como para despertarlo entre gritos?

Llegó hasta dónde se ubicaba la habitación del profesor de DCAO y entró sin tocar, estaba seguro de que su padre ya lo había sentido llegar.

-Buenos días, hijo, que tal dormiste? - le preguntó mientras terminaba de abotonarse la camisa y volteaba a verlo con una expresión que le dejaba saber que sabía lo que sucedía. -Otra pesadilla. - continuó, poniendo sobre su camisa de lino un chaleco de colores esmeralda y plata, Athan apretó los labios.

-Cómo tú. - Respondió el niño y los labios de su padre se torcieron de forma leve.

-Si, también tube una hoy, desearía que no tubieras que vivir con ello también. - le dijo Harry y se acercó a abrazarlo, Athan tan acostumbrado y dependiente de ese cariño se dejó hacer sin queja alguna.

-La sombra no te siguió? - Le preguntó Harry una vez se separaron y continuó vistiéndose

-No, no la he visto en días. - Respondió sentándose frente al escritorio de la habitación y Harry asintió.

-Esperemos que no vuelva. -Dijo y Athan asintió de acuerdo, preguntándose una vez más si tal como los sentimientos, estas pesadillas eran ecos de lo que veía su padre.

Días del futuro PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora