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Las clases habían avanzado y las vacaciones navideñas habían llegado volando, Harry había planeado llevar a Athan a un clima más cálido sin contar que como profesor nuevo le habían pedido quedarse, obra de Dumbledore, por supuesto, Harry estaba seguro de que había sido él quien lo había propuesto como profesor de apoyo para las vacaciones.

El profesor de transformaciones había tenido un cambio casi radical en cuanto su trato hacia él en ese tiempo y aún cuando ya no estaba ese color morado a su al rededor cada que se le acercaba o estaban en la misma habitación, aún sentía que había algo extraño allí, talvez era solo su paranoia pero aún podía sentir su mirada constante y punzante en su nuca cuando le daba la espalda.

Era molesto.

Y definitivamente Salazar en su cuadro no había ayudado en lo absoluto con sus comentarios, porque sí , resultó que el co-fundador de Hogwarts tenía una bóveda en Gringotts casi hasta lo que Harry creyó era el fondo o lo más cercano al fonfo de esa cadena de túneles, recordaba haber escuchado que solían tener dragones para cuidar las bóvedas antiguas e importantes pero ver que las más antiguas de ellas tenían más de un dragón cerca había sido una sorpresa para él, esas maravillosas criaturas encadenadas y maltratadas, pensar en ello le daba tristeza. Una vez entró a la bóveda de Slytherin notó que de hecho estaba vacía en cuánto a oro pero tenía libros y algunas cosas raras y oscuras de las que jamás había escuchado hablar y él había hecho limpiar llevándose todo y pidiendo mantener abierta la bóveda para lo que fuese a guardar a futuro.

Entre las cosas tiradas estaba el cuadro de Salazar Slytherin volteado, rayado y enmohesido al punto que había tenido que llevarlo a restaurar para que dejase de parecer un trozo de tela sucia enmarcada, todo eso debido a cada uno de los desgastes creados a manos de sus descendientes sangre-pura (incestuosos) con cada vez menos cordura en la cabeza, cada uno de ellos poniendo y tirando cosas descuidadamente sobre él mientras tomaban el oro que derrocharían, no le sorprendía en absoluto que hubiesen quedado en la quiebra, cada uno de ellos había terminado siendo un poco más que un ser salvaje, antisociales, crueles y egoístas.

Harry recordaba con claridad las memorias que Dumbledore le había mostrado sobre los Gaunt quienes aún cuando se jactaban de ser "los últimos descendientes vivos de Salazar Slytherin" eran también hombres verdaderamente despreciable y sucios, Harry agradecía a todas las deidades existentes que Godric lo hubiese impulsado a adoptar a Athan y mantenerlo completamente lejos de esa pestilente existencia.

Ahora bien, Salazar no era agradable y con buena razón estaba bastante molesto en cuánto al trato que había recibido pero su personalidad era bastante agria también y Harry casi estubo tentado dejarlo en la bóveda una vez fuese restaurado.

-Hablas pársel?, no te reconoceré como mi heredero si no lo haces, ordenaré a los goblins que te hechen si te acercas a esta bóveda-

Harry había girado los ojos bufando al hombre que le hablaba entre siseos tratando de ser intimidante.
-Quisieras que traiga la cabeza de tu basilisco para que lo compruebes?-Respondió Harry.

-Tu que sabes?- preguntó el anciano con el gesto fruncido y Harry sonrió presumido.

-Sé exactamente dónde está la cámara de los secretos y que dentro dejaste un basilisco, es una pena que los años de encierro hayan enloquecido a la criatura, aunque... supone una cuantiosa fortuna en cuanto a ingredientes de pociones. -

-Si claro, ni siquiera al resto de fundadores les dije sobre ello, como podrías saber tu algo? - le dijo Salazar, alzando altaneramente la nariz casi recordandole a la odiosa Pansy Parkinson.

-entré por supuesto y debo admitirte que poner la entrada en el baño de chicas fué una idea bastante buena. -

Salazar infló el pecho orgulloso ante la contestación, luego alzó la frente tan digno como pudo y cambió el tema.

Días del futuro PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora