Era lunes en la tarde y Lourdes había llamado a Martina para invitarlas a pasar la noche en su casa. La fiesta que iban a hacer había sido suspendida porque no todos podían ir y decidieron dejarla para otro día. Angie estaba mirando netflix en el sofá cuando Martina se acercó.
M-¿Vamos a la casa de las chicas?
Angie se giró para verla sin entender.
A-¿De quién?
M-¿De quién va a ser, boluda?
Martina se rio levemente y respondió enseguida.
M-De Luli y Brisa.
A-Ah... no sabia que vivian juntas.
M-¿En serio? Pensé que te había dicho.
Angie negó con la cabeza.
A-Quien sabe en que tenes la cabeza, rubia. Pero bueno, si queres vamos, sí.
La idea de volver a estar con Brisa la ponía nerviosa, si bien estaba bastante molesta por la noche pasada, no podía negar que quería verla. Además... no arruinaría los planes de Martina.
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Eran pasadas las nueve de la noche, cuando Martina tocó el timbre de la casa de sus amigas. Habían pasado por un super donde habían comprado bebidas y algunas papitas para comer antes de cenar.
La puerta frente a ellas se abrió y allí estaba Lourdes, al parecer ya en pijamas.
L-¡Chicas! Pasen.
Martina saludó a Lourdes con un beso en la mejilla y Angie hizo lo mismo.
A-Permiso...
Murmuró Angie cuando entró y siguió a Martina a la cocina donde dejaron las bolsas. Cuando Lourdes se acercó a ellas, las tres llevaron la comida y las bebidas al living, aún no había rastros de Brisa.
M-Como nos cagaron la fiesta, ¿no?
Preguntó Martina mientras abría una de las cervezas para servir los tres vasos.
L-Mal, igual por un lado mejor porque no tengo que estresarme por la ropa.
Lourdes señaló su pijama y las chicas rieron levemente.
L-Igual, Angie, no te preocupes. Seguro sale una en la semana.
A-Genial, igual me gusta juntarnos más tranqui tambien.
M-¿Y Brisa?
Preguntó Martina y Angie agradeció no tener que hacer ella aquella pregunta.
L-Esta de re mal humor, estaba hablando por teléfono, no se si ya terminó.
M-Raro Brisa de mal humor.
Se burló Martina, Angie no lo entendió pero dedujo que era usual que la chica estuviera de mal humor.
L-Voy a avisarle que vinieron, ya vuelvo.
Lourdes se puso de pié y entró en la habitación de su amiga, en ese momento Brisa terminaba la llamada y dejaba el teléfono sobre su cama.
L-Bri, ya llegaron las chicas. ¿Esta todo bien?
B-Si, voy. Lo de siempre, Nicolas que esta molestando.
L-¿Por?
B-Boludeces, quiere que vaya, no se.
L-Bueno, no le des bola. Vamos a tomar algo, pedimos sushi si queres.
Brisa sonrió levemente y asintió.
B-Obvio que quiero, Lu. Vamos.
Lourdes salió de la habitación tras su amiga, contenta de que se les uniera y dejara el teléfono, de lo contrario estaría pendiente del aparato toda la noche.