B- Voy a empezar. ¿Si?
Susurró y Angie estuvo de acuerdo, entrelazó sus dedos con los de Brisa y la miró fijamente.
B- An, quiero que sepas que te quiero. Me gustas mucho y me encanta que estemos juntas.
Angie sonrió y cuando iba a responder, Brisa se le adelantó.
B- En este momento no puedo ofrecerte más de lo que tenemos ahora, de verdad que quiero mucho más con vos, pero no puedo.
El rostro de Angie cambió rápidamente y Brisa pudo ver confusión en el rostro de la chica.
A- ¿Eso que significa, Brisa?
B- No puedo dejar a Nicolás. No ahora.
A- ¿Por qué? ¿Aún lo querés?
Angie había soltado ahora la mano de la chica y la miraba incrédula. Se sintió totalmente decepcionada e ingenua por esperar otra cosa.
B- De verdad, no es eso. Yo te quiero a vos.
A- ¿Entonces? No entiendo, Brisa.
Brisa la miró con los ojos llenos de lágrimas.
B- No puedo decirte, lo siento. An, podemos seguir así, por favor.
Angie se rio y negó con la cabeza.
A- ¿Así como? ¿Viéndote con Nicolás mientras estás conmigo en tus tiempos libres? No.
B- An...
A- Esto se terminó, Brisa. Podemos ser amigas, compañeras lo que quieras. Pero nada más.
En ningún momento Angie elevó la voz aunque estuviera muy molesta y a la vez dolida. Se puso de pie y rápidamente lo hizo también Brisa.
B- Lo siento, An. Espero poder explicarte en algún momento.
A- Está bien, yo voy a irme. ¿Si?
B- No es necesario.
A- Si lo es. Que estés bien, Brisa.
Susurró Angie y caminó para alejarse rápidamente de allí. Se sentía realmente mal, estaba decepcionada y molesta, pero no solo con Brisa. Estaba molesta con ella misma por haberle seguido el juego y por creer que la chica la elegiría a ella.
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Angie se fue directo a su casa y también lo hizo Brisa. Luego de darse una ducha, Angie decidió recostarse. Necesitaba pensar en todo lo que había pasado y aclarar su mente. Su teléfono había sonado ya varias veces y para que no siguiera molestando lo tomó. Se encontró con tres mensajes de Brisa, simplemente los leyó pero no respondió. También había recibido un mensaje de Micaela, preguntandole si estába bien o el motivo por el cual se había ido antes de la universidad, tampoco respondió.
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Angie se despertó horas después con el sonido de su puerta. Abrió los ojos un poco confundida y escucho enseguida la voz de su amiga Martina llamándola.
A- Pasá, Mar.
Murmuró Angie mientras se sentaba en su cama. Su amiga entró a la habitación y se sentó sin preguntar junto a su amiga.
M- No puedo creer que estuvieras durmiendo, pensé que estabas con Bri.
Angie negó con la cabeza.
A- Estaba con ella, pero luego discutimos y se terminó.
M- ¿Por?
A- Ya te imaginarás.
M- ¿Nicolás?
Angie asintió sin mirar a su amiga, le daba algo de vergüenza haberse metido en aquella situación.
A- No lo va a dejar y quiere que sigamos así.
M- Ah no, ¿pero que le pasa? Brisa no es así.
Angie se encogió de hombros.
A- Ya está, yo me aparto. Que siga como ella quiera.
M- Y si, es lo mejor. De igual forma voy a volver a preguntarle, hace meses que está por dejarlo y ahora que tiene una razón no puede. No la entiendo.
A- La verdad no se, pero de verdad está todo bien.
M- Bueno, pero sabes que estoy para todo lo que necesites.
Angie le sonrió a su amiga y asintió.
M- Ahora arriba que voy a pedir algo para comer y no acepto un no por respuesta.
A- Acepto porque me muero de hambre.
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B- Lo que tenía con Angie se terminó y es mi culpa.
Le contaba Brisa a Lourdes mientras las dos cenaban en su departamento, Lourdes había cocinado pastas para ambas. En cuanto escucho lo que su amiga le confesaba no pudo evitar sorprenderse, sabía que su amiga estaba muy ilusionada con la chica.
L- ¿Qué, por qué?
B- Le dije la verdad y no lo tomó bien.
L- ¿Que verdad, que la querés?
Brisa negó y se llevó el vaso de agua a sus labios para beber un poco, quizás trataba de contener las ganas de volver a llorar.
B- Que no puedo dejar a Nicolás ahora.
L- ¿Por qué no podrías? Hace tiempo que estás pensándolo, Bri.
B- Ya sabes... la universidad, Lu.
Lourdes cayó en cuenta y se llevó una mano a su rostro.
L- Bri, es cuestión de hablarlo. Podemos buscar otra solución. No podés estar atada a alguien por ese motivo.
B- No puedo arriesgarme. Prefiero asegurar la universidad.
L- ¿Aunque por eso estés con alguien a quien no querés, que no te gusta y mientras dejas ir a la persona que si queres?
Brisa suspiró y se puso de pie para irse al baño, sabía que su amiga tenía razón, pero por el momento no encontraba otra opción.