|Veinticinco

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Angie y Brisa llegaron por fin a la casa de esta última. Habían decidido quedarse allí, para a la mañana siguiente poder estudiar desde temprano. Brisa estaba muy nerviosa y no tenía problemas en admitirlo.

A- Te va a ir bien, no tengo dudas, Bri.

B- Es que me pongo nerviosa y quedó en blanco.

A- Ya te debes de saber todo de memoria casi, así que no va a pasarte eso.

B- Ojalá, An.

Angie asintió mientras se sentaba en uno de los sofá de la sala. Brisa hizo lo mismo a su lado.

B- ¿Queres que ya nos acostemos? ¿O querés tomar algo?

A- Estoy bien, gracias, Bri. ¿Vos querés acostarte?

Brisa negó con la cabeza y se acercó solo unos centímetros más, pero dudando de si Angie la detendría.

B- Que bueno que ya volviste. Ya estaba acostumbrada a verte casi todos los días.

A- Si, también yo. Vení.

Incentivo Angie, abriendo a penas sus brazos para que Brisa pudiera acercarse tanto como quisiera.

Brisa sonrió de inmediato y se acercó tanto como pudo, apoyando su rostro en el cuello de la chica, a la cual sintió estremecerse. Angie la rodeó con sus brazos.

B- Gracias por dejarme estar así con vos.

Susurró Brisa y Angie no respondió, pero le sonrió.

A- ¿Cuándo vas a resolverlo?

Preguntó Angie y Brisa se separó solo un poco, para poder mirar a la chica frente a ella.

B- En parte ya lo hice...

Confesó Brisa y Angie elevó levemente una ceja sin entender del todo.

B- Ya no estoy con él.

Angie la miro fijamente y en total silencio por unos segundos.

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Flashback, tres días antes.

Brisa había optado por hacerlo en un lugar neutral y público, aunque sabía que el chico no lo tomaría a mal. Su relación no funcionaba y ella ya no lo quería como antes, pero jamás se habían tratado mal, ni siquiera gritado.

Brisa llegó unos minutos antes al pequeño café y pidió dos medialunas y dos café. Había hablado tanto con sus amigas que ya no tenía dudas, sabía que podría haber hecho esto hacía mucho tiempo, pero su inseguridad la frenaba, siempre.

Si bien no había podido hacerlo antes de que Angel se fuera, lo haría antes de que volviera y esperaba con todas sus fuerzas, que la chica la perdonara y dejara en el pasado sus tonterías. Si, Brisa se sentía una tonta, por eso quería resolver todo y demostrarle a Angie que la había elegido a ella desde el primer día.

N- Bri, hola.

Saludó el chico mientras se sentaba frente a ella y le sonreía. Brisa también lo hizo.

B- Hola, ¿cómo estás?

N- Todo bien, aunque me parece un poco raro esto...

Nicolás no era tonto y ya se había dado cuenta de que Brisa estaba rara y aquella no era una salida normal.

B- Lo sé, Nico. Quería que hablemos.

N- Si, decime.

Respondió y luego bebió algo de café.

B- Voy a ser sincera y no voy a dar vuelta. Te quiero, la pasamos bien juntos, pero ya no me siento como antes.

Soltó de una Brisa y el chico no dijo nada, solo la miró en silencio.

B- Estoy segura de que te mereces a alguien que te quiera de la misma forma en que vos lo haces.

N- Pero... ¿qué hice?

Preguntó sin comprender y quizás negándose a aceptarlo.

B- No es eso, no hiciste nada en particular. Simplemente ya no siento lo mismo, no es tu culpa, Nico.

El chico suspiró y asintió levemente con su cabeza.

N- ¿Podemos hablar en otro momento?

Brisa solo asintió y observó como el chico se ponía de pie.

N- Perdón por hacer que esto no haya funcionado.

B- De verdad, no es tu culpa, yo solo...

N- Lo entiendo, espero estés bien.

El chico rápidamente salió y Brisa no tuvo tiempo a decir más. Se sentía un tanto culpable pero sabía que era lo mejor.

Luego de ese día, no habían vuelto a hablar, por lo que Brisa no siquiera sabía si los padres de Nicolás aún lo sabían. Trataba de no pensar en eso.
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A- ¿Si?

Preguntó Angie sonriendo levemente y la chica volvió a asentir.

B- Se que debería haberlo hecho antes, perdón, An.

A- No me pidas perdón, no tenías que hacerlo por mi. De verdad no quería presionarte a qué lo hicieras.

Brisa se alejó un poco más y tomó una de las mejillas de Angie y la miró fijamente.

B- No me presionaste, yo quería hacerlo. Hace mucho te dije que ya no sentía lo mismo por el y solo estaba postergando el momento.

A- ¿Por qué?

Brisa bajó la mirada algo avergonzada y luego suspiró. Se lo diría, no tenía opción.

B- Yo... es qué...

Brisa no sabía por dónde empezar y Angie claramente lo notó.

A- Si no quieres decírmelo ahora, está bien.

B- No es eso.

Brisa volvió a acomodarse en el sofá, alejándose un poco más de Angie y mirando hacia el frente.

A- ¿Qué pasa?

B- Es que me da un poco de vergüenza.

Angie sonrió y se acercó a besar la mejilla de la chica.

A- No tienes por qué decírmelo ahora, está bien.

Brisa terminó cediendo y le sonrió a la chica.

B- Mañana, lo prometo.

Brangie -Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora