Angie y Martina llegaban a la casa de Brisa, iban a comenzar a organizar el material que Brisa tenía que estudiar, antes de que Angie se fuera. Si bien Angie se sentía nerviosa por ver a Brisa luego de la noche anterior, ya no estaba tan incómoda y creía que eso se debía a que había dejado de verla con Nicolás y le había aclarado a Brisa que nada pasaría.
B- Hola chicas, gracias por venir, no puedo creer que haya adelantado la prueba.
Saludó Brisa al abrir la puerta, las dos ingresaron en el apartamento y se encontraron a Lourdes preparando café, sobre la mesa del comedor habían varias fotocopias y la computadora.
M- Y yo no puedo creer que realmente parece que vamos a estudiar.
Habló Martina mientras se sentaba, junto a Angie.
L- Es verdad, parece una locura.
Bromeó Lourdes y el resto se rio.
Lourdes volvió con los cafés y les entregó uno a cada una.
B- Chicas, no sé por dónde empezar. Estoy muy perdida.
Angie tomó el programa con todos los temas a estudiar, y lo leyó rápidamente.
A- Bueno, creo que deberíamos empezar por los temas más complicados y largos, y dejar los simples para el final.
M- Bien, es buena idea. ¿Ya imprimiste todo?
B- Claro, está todo acá.
Brisa respondió mientras le alcanzaba a las chicas una carpeta.
Así estuvieron varias horas en las cuales organizaron el material y comenzaron a repasar los primeros temas. La mayor parte del tiempo Angie le explicaba cosas puntuales a Brisa, mientras Lourdes y Martina charlaban sobre cualquier otro tema.
Angie agradeció que Brisa estuviera centrada en el estudio y no le hiciera las cosas más difíciles.
Cuando oscureció, Angie se puso de pie para irse, viajaba a Rosario la mañana próxima, por lo que quería descansar. Martina había decidido a quedarse a dormir con Lourdes, por lo que fue Brisa quien acompaño a Angie a la puerta cuando su taxi estaba por llegar.
B- Gracias por venir, An. Y por ayudarme.
Habló Brisa parada en la puerta de su edificio, frente a Angie.
A- No tenés que agradecer, avísame si necesitas algo y perdón por no poder quedarme.
B- No te preocupes, prefiero que estés con tu mamá en su cumpleaños. No te pediría que dejes de hacer eso por mi.
Angie sonrió levemente.
B- Voy a extrañarte.
A- Sólo son unos días.
B- Si...
Angie se encogió de hombros.
A- Nos va a hacer bien.
B- Ojalá.
Fueron interrumpidas por el taxi que se detenía junto frente a ellas.
A- Cualquier cosa me escribís, y espero puedas resolver lo que aún no me cuentas.
Brisa asintió y se acercó a besar la mejilla de Angie por varios segundos. Angie sonrió y segundos después ya se subía al taxi.
Brisa volvió a su departamento y a sentarse dónde minutos antes estaba. Lourdes y Martina la miraron expectante.
B- ¿Qué?
M- Nada, Bri. Vuelve en unos días...
Susurró Martina al ver que Brisa tenía los ojos llenos de lágrimas que amenazaban con caer.
B- Lo sé, aún así... No le conté todo.
M- Vas a tener oportunidad.
L- Nada sería mejor que cuando vuelva estés muy preparada para la prueba y le cuentes todo.
M- Exacto, adiós Nicolás. Aunque eso vos lo podrías ir resolviendo ahora. ¿No?
L- Mal, para mí tampoco tiene sentido que esperes a la prueba.
B- ¿Y si pierdo?
M- ¿Pensás seguir con el sí perdés?
Brisa negó rápidamente con la cabeza.
L- Entonces salí de eso cuanto antes.
B- No puedo ser tan idiota.
Suspiró Brisa mientras se tapaba la cara con ambas manos y se preguntaba por qué no lo había hecho antes de que Angie se fuera.
Lourdes se acercó a su amiga para abrazarla de lado y Brisa lo agradeció.
M- No les va a venir mal unos días alejadas y para poner todo en orden, ¿no?
L- Opino igual, totalmente.
Brisa no estaba de acuerdo.