|Dieciséis.

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L- ¿Y Mica?

M- Se fue.

B- Lo siento, de verdad.

Habló Brisa y se dejó caer en el sofá en el que estaba.

B- Iba a pedirle disculpas a Micaela, yo...

A- Está bien, podés hacerlo después.

L- Mar, estoy un poco cansada quizás podamos ir a tu habitación. ¿Si?

Martina entendió de inmediato y se puso de pie. Obviamente Lourdes quería dejar a sus amigas solas.

M- Claro, vamos. ¿Compartimos la cama?

L- Si, obvio. ¿O querés que duerma en el piso?

Martina se rio y ambas caminaron para alejarse.

B- An...

A- De verdad está todo bien, pero tenemos que aclarar las cosas.

B- Lo se, ahora no me siento muy bien.

A- Tampoco yo, pero es necesario, Bri.

B- Ya sé que no debería haber dicho nada, no estoy en condiciones de reclamar absolutamente nada.

A- Es verdad. Micaela no me estaba molestando, tampoco te pedí que interfirieras por mi.

B- Entiendo... lo siento.

A- No pidas disculpas, no es necesario. Solo que no podemos seguir así.

B- Si, An. Es que los celos me cegan.

A- ¿Y acaso a mí no?

B- No sabía.

A- Es que se cuando estoy en el derecho de reclamar y cuando no. Y Brisa, estás con Nicolás, no conmigo. Y aunque eso me duela, lo acepto.

Brisa la miró fijamente con los ojos cristalinos y luego bajó la mirada, estaba muy sensible por lo que le era muy fácil llorar.

A- Bri, no llores.

Brisa no respondió y solo escondió su rostro entre sus manos.

Angie suspiró y se puso de pie para sentarse junto a la chica y llevo consigo la manta con la que se cubría.

A- Bri.

Susurró Angie y llevo una mano a las de Brisa para que la mirara.

B- No me mires así, estoy horrible.

Se quejó la chica mientras se secaba sus lágrimas. Angie sonrió levemente.

A- Siempre estás linda. ¿Queres que nos acostemos y mañana hablamos más tranquilas?

Brisa asintió contenta pero luego dudó.

B- ¿Me vas a dejar dormir con vos?

A- Si, como amigas.

Brisa asintió sonriendo y se puso de pie para dirigirse primero al baño. Angie aprovechó para apagar todo y cuando Brisa salió, ella también paso por el baño. Finalmente se encontraron en la habitación.

Antes de acostarse el teléfono de Angie sonó y rápidamente lo tomo para ver quién le escribía. Se encontró con un mensaje de Micaela, deseándole buenas noches y proponiéndole verse al día siguiente. Sin poder evitarlo Brisa alcanzó a ver de quién era el mensaje y su impulso fue más fuerte.

B- ¿Que quiere Micaela?

Angie la miró elevando una ceja y suspiró.

A- Bri, no empieces. Solo me está deseando buenas noches.

Brisa se acostó y espero a que Angie también lo hiciera, Angie sabía que Brisa estaba molesta, por lo que luego de responderle a Micaela pero sin confirmar nada para el día siguiente, apagó la luz y se recostó a su lado. Rápidamente la mano de Angie se deslizó hacia la cintura de Brisa y comenzó a dejar pequeñas caricias allí.

A- Buenas noches, Bri.

Susurró Angie y se sorprendió cuando la chica se dió la vuelta y la miró fijamente.

A- ¿Qué pasa?

Preguntó cuándo sintió una de las manos de Brisa en su mentón. Brisa no respondió pero se acercó para rozar los labios de Angie con los suyos. Angie se alejo suavemente.

A- Bri, no.

B- ¿Por qué no?

Susurró la chica y volvió a acercarse.

B- ¿Un beso de buenas noches? Nada más.

Angie suspiró y sintió el roce de la chica, dejó de resistirse y deslizó su mando en la cadera de Brisa para acercarla.

B- ¿Eso es un si?

Angie no dijo nada, sabía que le era imposible resistirse a los labios de Brisa, por más que tratara de luchar. Cortó la distancia que separaba sus labios y entreabrió los suyos para dejar un pequeño beso sobre los labios de Brisa. La chica sonrió por el contacto y volvió a unir sus labios en un beso suave y dulce. Angie la siguió de inmediato disfrutando del beso y del contacto de la mano de Brisa que ahora estaba en su cuello. Sabía que no debía pero aún así se dejó llevar y deslizó su mano bajo la remera de Brisa para rozar su piel con la yema de sus dedos, sintió como la chica se estremecia al sentirla

El beso continuó profundizandose poco a poco y aunque Angie sabía que debía parar, no lo detenía. Brisa separó sus labios por unos segundos y Angie la miró confundida, pero en cuanto la chica se subió sobre su cadera y nuevamente se inclinó a besarla supo sus intenciones.

Las manos de Angie de inmediato se anclaron en la cadera de la chica, disfrutando inevitablemente del contacto y los labios de Brisa. La chica había ahora profundizado el beso y sus lenguas ya estaban juntas. Mientras Brisa se apoyaba en la cama con una de sus manos, llevó la otra al abdomen de Angie y la infiltró bajo su pijama para comenzar a dejar pequeñas caricias en su costado y abdomen, subiendo y bajando lentamente. Angie suspiró en el beso y capturó entre sus dientes el labio inferior de Brisa para mirarla por unos segundos. Su mente seguía diciendo que debía detener esto y ella seguía ignorandola.

Brisa la miró intentensamente y cuando logró soltar su labio se incorporó para estar completamente sentada sobre la cadera de Angie. Llevó sus manos a su remera y la quitó por completo. Angie mordió su labio inferior al ver a la chica y rápidamente la jaló contra ella para volver a unir sus labios.

Brangie -Serendipia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora