Pausa 1: AU Vampiro

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Advertencia: Más de 5000 palabras 😊

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Día 12

AU Vampiros

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La oscuridad invadía París. Desde la muerte del Rey Gabriel I, el pequeño poblado no había vuelto a ver la luz del sol, provocando que la mayoría de la gente muriera de hambre.

Se rumoreaba por los callejones que todo era culpa del difunto Rey quien, al no haber podido superar la muerte de su esposa al momento de dar a luz a Adrien, su único heredero, había soltado con su último aliento, una maldición sobre el pueblo y sobre su hijo.

Nadie había vuelto a ver el príncipe a lo largo de un año, por lo que los rumores de la maldición puesta por su padre, cobraban más sentido entre los aldeanos.

Hasta que un día, un anciano se paró en la fuente de la calle principal y leyó un comunicado:

"Se solicita, en nombre del príncipe Adrien, la presencia de todas las doncellas del pueblo en el castillo. Se enviará una notificación escrita a cada familia, determinando el día en que deben presentarse ante su majestad"

El pueblo se revolucionó. Algunos estaban entusiasmados con la posibilidad de que su hija se convirtiera en la nueva reina de Francia, mientras otros, querían esconder a sus muchachas de una muerte segura.

—¿Por qué dicen que será una muerte segura? —preguntó una joven, sacudiéndose la harina de la ropa. Su padre, quien le doblaba la estatura, lucía preocupado.

—Se dice que el Rey convirtió a su hijo en un vampiro y que solo la sangre de una doncella puede liberarlo.

—Padre, ¿no cree que está exagerando?

—Exagerado o no, no voy a correr el riesgo contigo —miró a su esposa, y afirmaron con la cabeza. En segundos, la chica fue cubierta por su capa y una capucha, y sacada por una puerta escondida detrás de un estante de madera apolillada.

—Eres mi única hija y no me arriesgaré —el hombre le dio un leve empujón a su hija y a su esposa, y ambas avanzaron por el pasadizo que las llevaría lejos de él.

El hombre movió el estante y cayó arrodillado al suelo, con sus ojos verdes cubiertos por las lágrimas.

Prefería mil veces perder a su hija y que fuera libre, a que se convierta en un cadáver del príncipe.

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En las tres semanas siguientes, tres muchachas habían sido enviadas al palacio real, pero ninguna de ellas había regresado. Los rumores empezaron a extenderse con mayor rapidez y la gente estaba cada vez más convencida de que la leyenda era verdad. Los titulares de la prensa local, aludían que el príncipe había bebido toda la sangre de las doncellas, pero que aún su hechizo no se había roto, por lo que la caza de jóvenes solteras empezaría otra vez.

Sí, el diario hablaba de caza, como si ellas fueran la presa del despiadado príncipe. ¿Pero qué podían esperar de la sangre real, si el Rey había sido cruel y despiadado? ¿Por qué su hijo iba a ser diferente? Era igual que él, incluso peor.

Días después, el carruaje real se detuvo en la pequeña panadería del pueblo. Al verlo, el panadero salió, tomándose el sombrero que tenía sobre su corta cabellera castaña y lo apretó.

El Chat de MarinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora