14. Cita de Películas

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Día 14

Cita de Películas

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Marinette y Chat Noir habían acordado que los viernes en la noche, iban a sentarse en el suelo de la habitación de la chica, con cojines y mantas y verían una pelicula, gracias al proyector que el chico le trajo para facilitar el espectáculo.

Y aunque Marinette no quería aceptar aquel regalo, porque sabía que era costoso, el superhéroe no iba a aceptar una negativa y la convenció de una forma muy sencilla, mostrándole la calidad de imagen que tenía sobre la tela blanca que colocaron en la pared.

Marinette no pudo ir contra eso, así que fue por la bandeja de palomitas y refrescos que había comprado para compartir con él, mientras el chico elegía la pelicula que iban a ver, pues según el muchacho tenía una en mente que no podía fallar.

Cuando Marinette regresó, la ayudó con la bandeja y se acomodaron a ver la pelicula, rodeado de los kwamis que también estaban más que preparados para esa noche de películas.

Aunque Marinette estaba concentrada en la pelicula que veían, Chat Noir no podía dejar de desviar la mirada, para observarla, realmente estaba metida en la pelicula, sonrió y volvió a tratar de concentrarse en la pelicula.

Las situaciones eran bastante curiosas, y en más de una ocasión, hicieron que Marinette se abrazara a sus piernas por la tensión de la escena, hasta que terminó apoyada contra el hombro de Chat Noir, rodeando el brazo del superhéroe con los ambos de ella. Y no iba a mentir, el chico con traje de gato, estaba más que feliz.

—Wow —dijo, prendiendo las luces, en cuanto la pelicula termino—. Al menos se reencontraron —comentó con los ojos llenos de lágrimas.

—Sí, pero no es curioso cómo cambian de cuerpo —le sonrió—, ¿te imaginas si un ataque akuma nos hace eso?

—Si es en esa semana del mes, no tengo problema en dejarte en mi cuerpo —le respondió con tanta sinceridad que el chico no podía creer esa respuesta.

—¿Es broma?

—Te encargo los cólicos —respondió, de solo recordarlos, le daban escalofríos—. No es como ustedes, los hombres la tienen todo tan fácil...

—Bueno, no es difícil... pero si podría decir que a veces se pone bastante duro... —luego se cubrió la boca con la mano. Eso había sonado demasiado desubicado de su parte. Estaba muriendo de vergüenza, cuando la escuchó reírse. Si, su inocente Marinette se estaba riendo.

—Lo siento —dijo, dándose algo de viento con las manos—, quizás me cuesta mucho química y física, pero me va bien en biología. Si tenemos la misma edad, supongo que tus hormonas también están bien revolucionadas, ¿no? —se río con mucho nerviosismo.

De pronto, se quedaron en silencio, ¿Cómo rayos habían terminado hablando de esas cosas? Ambos aún estaban en la oscuridad de la habitación y ella odiaba que él único que podía ver en la oscuridad fuera él, y quizás los kwamis. Se levantó a prender la luz.

Chat Noir que aún estaba sentado en el suelo, rodeado de mantas y cojines, decidió salir de aquella situación, recordando el origen de porque eligió esa pelicula, sonrió

—¿Sabías que hay una leyenda urbana con esta pelicula?

—¿Leyenda urbana?

—Sí —dijo, dándole una sonrisa que enseñaba sus brillante y blancos dientes—, que con la persona que veas esta pelicula...

—¿Qué pasa con ella?

—Pues, que con esa persona te casaras en un futuro —respondió abriendo sus brazos, como si esperara un abrazo—. Eso significa que nos casaremos, M' lady —pero lejos de un abrazo, lo que recibió fue un almohadazo que lo lanzó hacia atrás— ¡Oye! —protestó, pero le llegó otro.

—Pero mira que gato tramposo resultaste ser —exclamó Marinette, tomando otro cojín para tratar de volver a golpear a su compañero—. Ya quisieras que me case contigo —protestó, pero no contaba con que el chico se defendiera, la tomara por las muñecas con cuidado de no dañarla y la dejara caer sobre los cojines de espalda, él estaba levemente inclinado sobre ella, la respiración de los dos se aceleró, era bastante notorio, pero aun así no dejaron de mirarse fijamente uno al otro, ni siquiera los kwamis decían nada, estaban expectantes de ver que era lo que sucedía a continuación.

—Chat... —susurró Marinette y aquello bastó para que el chico recobrara el sentido y fuera consciente de la situación en la que estaba.

—Marinette, lo siento —dijo, soltándola como si hubiera sido quemado por aquel toque. Inmediatamente se puso de pie—. Creo que mejor, mejor... me voy —dijo atolondrado con la mano en la nuca—. Gracias por la compañía para ver la pelicula, yo... yo... —y sin poder decir nada, desapareció escaleras arriba y salió por la trampilla como alma que lleva el diablo.

Marinette ni siquiera fue capaz de moverse, aun se había quedado acostada sobre los cojines, tratando de controlar su respiración y pensando, solo pensando que se sentía un poco decepcionada.

En eso se sentó, ¿Por qué decepcionada?

¿Es que acaso espera que su compañero hiciera otro movimiento?

Volvió a acostarse y se tapó el rostro con un cojín para gritar.

Esa noche, ninguno de los dos pudo dormir.

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¡Chan!

Bueno, para los que preguntaban que onda con Adrien Agreste, se imaginaran que después de esta escena, el joven modelo entra al "chat" literalmente.

¿Qué tanto afectara a su relación civil que ambos estuvieran al limite de besarse?

¡Pues lo sabrán mañana!

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¡Gracias por leer!

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Aquatic~

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14 de mayo de 2022

El Chat de MarinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora