28. Fan

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Día 28

Fan

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Marinette y Adrien había acordado, y esta vez así lo hicieron, decirles a sus amigos que por motivos de la agenda de Adrien y todo ese asunto, iban a mantenerse como amigos para evitar problemas con su padre.

Todo el grupo no pudieron evitar sentirse tristes por eso, pero entendían que Marinette quisiera protegerlo de las repercusiones, después de todo, siempre había sido muy protectora con él, así que no era nada nuevo para ellos.

Sin embargo, a pesar de que sus amigos no habían insistido en el tema, Marinette había estado todo el día, bastante dispersa, más aun luego de que Adrien había tenido que salir temprano para una sesión de fotos.

—¿Qué pasa? —le preguntó Alya, mientras salían del colegio.

—Nada —respondió—. Solo estoy cansada...

—¿No será que estás así por el nuevo "gato modelo" de París? —la sonrisa ladeada de su amiga, hizo que Marinette pusiera los ojos en blanco por ser tan asertiva en algunas cosas.

—No —volvió a negar, pero Alya ya la tenía en sus manos.

—¿Te incomoda? —preguntó, mientras iban camino a la panadería, pues ambas se quedarían toda la tarde en casa de Marinette.

—No —respondió, negando con la cabeza—. Si supieras cómo la gente lo adora. Las veces que hemos salido juntos, me llena de orgullo ver cómo lo aprecian y lo tienen en consideración.

—¿Entonces?

—No sé —Se detuvo para saludar a sus padres a través de la puerta que daba a la escalera, avisando que ya estaba en casa, y siguieron hacia el departamento.

—¿Acaso son celos porque fue a él al que eligieron como "Ciudadano del Año"? Su publicidad ha sido muy bien recibida.

—Sí, lo supe —sonrió—, y estoy muy feliz por él.

—No me digas que estás pensando que ahora que es más popular, va a dejarte —preguntó

—¡Claro que no! —dijo, abriendo la puerta para que Alya pasara—. Pensar algo así sería como ofenderlo.

—¡Me rindo! —exclamó la de lentes, sentándose en el sillón—. Creo que hoy no podré hacer que me digas el motivo que te tiene así.

—Alya... Adrien siempre había sido admirado solo por su imagen, pero ahora, aunque indirectamente, también es apreciado por lo que representa, la seguridad de la ciudad, y eso hace que me sienta muy feliz por él.

—Entonces...

—Creo que estoy abrumada —respondió, sentándose al lado su amiga, abrazándose a sí misma—. Chat Noir siempre me ha hecho sentir segura, como si tuviera un pegamento en sus brazos que une mi ser cuando está hecho pedazos, y Adrien, bueno, tú sabes que siempre ha sido el dueño de mis fantasías.

—¿Te cuesta aceptar que son la misma persona?

—No es eso. Creo que me he dado cuenta que, ya sea como Chat Noir o como Adrien, nunca lo he valorado lo suficiente —explicó finalmente, poniendo en palabras lo que sentía—. No sé, ayer estuvimos hablando hasta muy entrada la noche. Le hablé de todo, hasta de mi pesadilla y él solo me confirmó que yo era el amor de su vida, sin titubear, sin ningún tipo de duda.

—Pero eso es maravilloso —respondió Alya—. Adrien ama ambas partes de ti, ¿no es eso genial?

—Lo es —afirmó—, incluso podría decirte que él es mi fan número uno, tanto de Marinette como Ladybug... Pero... ¿y yo?

El Chat de MarinetteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora