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¿Qué si estaban en el supermercado? Sí.

Jaemin pensaba seriamente en comprarse un supermercado personal, vestir a Renjun de Minion y dejarlo en el área de los juguetes para niños pequeños.

Mejor de pitufo.

Tenía que buscar personajes pequeños para compararlos con Renjun, aún que Renjun no era de color amarillo ni azul, quizás podría hasta pintarlo.

— ¿En qué piensas? — Le preguntó Renjun llevando el carrito entre sus manos y a su lado.

— En que deberías vestirte de pitufo. — Jaemin vio el área de los juguetes y corrió hacia ellos, dejando a Renjun confundido mientras iba hacía él junto con el carrito.

— ¿Para qué quieres que me vista de pitufo?

— No lo sé Renjun, no sé nada, no me presiones.

Renjun quedó aún más confundido, pero ignoró eso y vio como Jaemin elegía juguetes y estaba cien por ciento seguro que ninguno de los juguetes que estaba viendo era para los niños.

— Tú puede ser lo que quieras ser. — Leyó en la caja de la muñeca Barbie. — Quiero ser un dinosaurio.

— Pero los dinosaurios son feos.

— Los pitufos también son feos.

Renjun estaba más confundido que antes, pero nuevamente no le tomó importancia.

— Jaemin vamos, se nos hará tarde.

— Quiero un juguete, pero no sé cuál. — Ladeo su cabeza viendo los juguetes frente a él pero aún sin saber cuál llevarse. — ¡Ya sé! Tú lo escogerás por mí.

— ¿Yo? — Jaemin asintió.

El omega miró los juguetes y escogió el primero que vio.

— ¿Para qué quiero un set para hacer pulseras?

— Puedes hacernos pulseras de la amistad. — Dijo con una sonrisa.

Jaemin formó una "O" con su boca.

— Le haré a los niños. — Jaemin lo metió al carrito con una sonrisa en su rostro por ya tener su juguete escogido gracias a Renjun.

Siguieron caminando hacia los demás pasillos y de un momento a otro Renjun se metió al área de la ropa, ropa para adultos, niños, niñas y bebés.

La ropa de bebés era muy linda, sobre todo la de niñas.

— Que sección tan anticonceptiva. — Jaemin llegó a su lado viendo el vestido en las manos de Renjun.

— Que lindo vestido. — Renjun sonrió. — ¿Quieres tener una hija?

— No, no, solo estaba mirando.

Jaemin se encogió de hombros yendo hacia otra sección de comida, mientras que Renjun aún seguía analizando el lindo vestido en sus manos.

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— ¡Ya llegamos! — Gritó Jaemin dejando las bolsas en el suelo juntos Renjun a su lado quien también tenía bolsas.

Habían dejado a los niños solos, pero solo por una hora que era lo de habían tardado en el supermercado, sabían ocupar un teléfono así que cualquier cosa podían llamar a Jaemin.

— Papá ¿Qué nos trajiste? — Preguntó Jeongin.

— Si, me fue bien, gracias por preguntar hijo mío. — Jeongin estiró su mano y Jaemin rodó sus ojos para luego buscar en la bolsa unos dulces que le había comprado. — Ten. — Gracias papá.

— Sí, sí de nada.

Renjun rió y comenzó a guardar las cosas en la despensa, mientras que Jaemin seguía dejando bolsas a su lado. De un momento a otro el pensamiento de tener una hija vino a su mente, tener una niña no se oía mal.

¿Pero con Jaemin?

El ni siquiera gustaba de Jaemin como para tener una hija junto a él, de todas maneras, sabía que Jaemin no era un mal padre y sabría cómo hacerse cargo.

— ¿Qué piensas? — Jaemin llegó a su lado a ayudarlo a guardar las cosas con una sonrisa al verlo tan concentrado en sus pensamientos.

— En nada. — Respondió con simpleza.

— ¿En lo de tener una niña? — Renjun negó nuevamente con su cabeza y siguió guardando las cosas evitando el tema. — Te veías muy ilusionado cuando te dije lo de tener una hija.

— ¿Juntos?

— Uhm, no sabría decirte. — Rió. — Pero si quieres tenerla conmigo no hay problema.

— ¿Por qué lo dices como si nada? No nos conocemos Jaemin, no es llegar y decir "Oh si, tengamos sexo y vemos que pasa"

— Conozcámonos entonces, no por la niña, por nosotros.

— No quiero tener una hija Jaemin, ni contigo ni con nadie, al menos aún no.

Jaemin solo se quedó en silencio culpándose si la había cagado o no, mientras que Renjun trataba de no pensar en lo mismo otra vez.

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Hoy Renjun había decidido preguntar por lo de Donghyuck, tenía nervios, muchos nervios. Pues había la posibilidad de que Jaemin le dijera que no, de todas maneras, era su casa y no podía aceptar a cualquier extraño.

Donghyuck no era un extraño.

De todas maneras, si Donghyuck llegaba a hacer algo que a Jaemin le molestara, Renjun estaría para hablarlo junto a él.

Se armó de valor en tocar la puerta de Jaemin unas cuentas veces hasta que esté le abrió.

— Pasa. — Renjun muy pocas veces había entrado a su habitación, apenas puso un pie sintió el olor de Jaemin por toda la habitación. — ¿Qué pasó?

— Oh sí, yo... Quería saber si puede venir Donghyuck a quedarse un par de días con nosotros. Si no quieres está bien, para ustedes es un extraño y es tú casa, no sé por qué pregunté. — Quiso irse, pero la voz de Jaemin lo detuvo.

— Ni siquiera te he dado una respuesta. — Renjun rascó su nuca esperando a que Jaemin le dijera. — Si puede venir a quedarse, hay otra habitación.

— Oh no, él puede dormir conmigo. — Jaemin negó.

— No hay necesidad de que duerma contigo cuando hay otra habitación, Renjun. — El omega no rechisto más y le agradeció. — ¿Cuándo estaría llegando?

— En 5 minutos.

— ¿Qué?

Y el timbre fue tocado por un sonriente Donghyuck con sus maletas a su lado feliz por ver a su mejor amigo y a ese alfa del que Renjun tanto le hablaba.

𝖂𝖔𝖒𝖇 𝕱𝖔𝖗 𝕽𝖊𝖓𝖙 💚 𝕵𝖆𝖊𝕵𝖚𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora