𝖂𝖔𝖒𝖇 𝕱𝖔𝖗 𝕽𝖊𝖓𝖙 💚 𝕵𝖆𝖊𝕵𝖚𝖓

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— Esto, esto, esto también ¡Oh! Esto les puede gustar. — Jaemin seguía metiendo cosas al carrito sin darse cuenta que ese ya se estaba llenando.

Renjun pensaba que la mitad de las cosas que había en el carrito eran innecesarias.

— Jaemin ¿No crees que estas cosas son innecesarias? El carrito está casi lleno. — El alfa lo ignoró y entró a la sección de juguetes, viendo autitos, pistolas que lanzaban agua, figuras de personajes en las películas y así un sin fin de juguetes.

— Venimos por cosas para los niños, pero me es inevitable llevarme algo de Rilakkuma. — Renjun había escuchado eso tan maduro, que luego rió porque estaba hablando de un juguete para él. — ¡Mira! Esta habla y prende una luz, amo las luces.

— Na que inmaduro. — Renjun le quitó el juguete de las manos y lo dejó en donde estaban el resto de los juguetes

Jaemin volvió a tomar el juguete a escondidas y lo metió al carrito sin que Renjun se diera cuenta.

Esta vez fueron a la sección de las velas, Jaemin vio algunas con dinosaurios y otras de conejos.

— Podemos llevar los dinosaurios para Minhee, a él le gustan. — Jaemin frunció su ceño.

— A Minhee le gustan los conejos. — Renjun se encogió de hombros.

— Lo de decía porque la mayoría de sus cosas son de dinosaurios.

— Es que es medio indeciso. — Renjun rió y tomó un peluche de conejo y un dinosaurio. — ¿Llevaras los dos?

— Sí. — Jaemin entonces buscó un regalo para Jeongin.

La muñeca.

Recordó que le había pedido una muñeca hace unas semanas, sí, no había podido comprársela ya que además de que se le olvidó, se cruzó en su camino el tema de Minhee y el viaje a París.

Pero ahora le compraría ochenta muñecas si era necesario.

Fue hasta la sección de juguetes para "Niñas" y buscó una que le pareciera bonita, Renjun llegó a su lado con cara de confundido por ver una muñeca entre sus manos.

— ¿Para qué la muñeca?

— Es para Jeongin. — Renjun formó una "O" con su boca. — Me la pidió hace unas semanas, no tuve tiempo de ir a comprarla antes.

— Ya veo, esta es linda. — Tomó una muñeca que tenía cabello castaño y un lindo vestido blanco con flores a su alrededor.

— Sí, llevaré esa. — Renjun la metió al carrito viendo el juguete de Rilakkuma otra vez, negó con su cabeza y lo llevó hasta la caja.

Jaemin pagó y Renjun lo ayudó con las bolsas hasta el auto, ambos subieron y Jaemin dejo escapar un grito.

— ¿Qué pasó? ¿Por qué gritas?

— El pastel, bueno los pasteles. — Renjun hizo un mohín, hasta él lo había olvidado.

— Podemos hacerlas. — Jaemin fingió llorar y pegó su cabeza contra el volante. — Jaemin.

— ¡Todo se arruinó! Cualquier cosa es tú culpa, los niños no pueden odiar a su padre. — Encendió el auto como si nada y dio en marcha hacía su casa.

En compañía de Renjun, quién tenía una pequeña sonrisa a su lado.

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Minhee estaba jugando en su habitación con unos autitos, eran de sus favoritos ya que se los había regalado su papá.

En realidad, todos los juguetes que le regalaba Jaemin le gustaban, pues su papá sabía muy bien de sus gustos y era el mejor escogiendo regalos.

La puerta fue tocada y Minhee bajó de su cama para poder preguntar quién era.

— ¿Quién es?

— Soy Renjun. — Minhee frunció su ceño, pues no esperaba la visita del señor Huang a su habitación.

De todas maneras, lo dejó pasar ya que era bonito.

— ¿Que necesita? Papá llevó a Jeongin al médico, anoche se sintió mal. — Renjun formó una "O" con su boca.

Pues a eso venía, a saber, dónde se había metido Na ya que no lo encontraba por ningún lado. Solo dejo una nota donde le pedía que cuidara a Minhee.

Y que aprovechara la ocasión para acercarse a él.

— No necesito nada. — Dijo con una sonrisa, Minhee volvió su vista a sus juguetes. — ¿Que estás jugando?

— Con mis autitos. — Renjun tomó uno y Minhee sonrió. — ¿Le gustan los autos? A mí sí, son mis favoritos. Pero prefiero los dinosaurios.

Lo sabía, luego se lo sacaría en cara a Jaemin.

— Me gustan, pero yo de pequeño jugaba con muñecas. — Minhee ladeo su cabeza.

— Pero solo las niñas juegan con muñecas ¿Puede un niño jugar con muñecas? — Renjun se acomodó mejor en la cama y buscó las palabras para explicarle.

— Pues sí, cualquier niño es libre de jugar con lo que quiera, los juguetes están para divertirse no para fijarse de que genero sean. — Minhee lo miraba con sus grandes ojos cafés atento y prestando atención a lo que decía. — Yo jugaba con muñecas y me gustaba vestirlas con los vestidos que yo les hacía.

— ¿En serio? Eso suena divertido, pero no sé cómo hacer vestidos. — Renjun rió.

— No hay problema, si quieres yo te enseño. — Minhee sonrió y asintió.

— ¿Puedes enseñarle a papá? Él no sabe cocer. — Renjun asintió. — En realidad él no sabe hacer muchas cosas. — Rió. — Pero aun así lo amo.

— ¿Qué no sabe hacer?

— Pues una vez me colocó el pañal mal, también he ido a clases con zapatos diferentes, una vez Jeongin fue con calcetines distintos. Papá se frustró tanto de no encontrar el par y le puso uno distinto. Ese día nos tuvieron que medir y para eso tienes que quitarte los zapatos.

— Se burlaron de Jeongin. — Más que una pregunta fue una afirmación, Minhee asintió. — Tú papá está loco.

— Pienso lo mismo. — Ambos rieron.

— No estoy loco. — La voz de Jaemin se escuchó en la puerta con Jeongin en sus brazos.

Renjun se paró de la cama y dejó que Jaemin acostara a Jeongin.

— ¿El estará bien? — Preguntó Minhee.

— Sí, solo es un resfrío. — Renjun se sintió aliviado al saber que no era algo tan grave. — ¿De qué hablaban?

— Es privado, no debes escuchar conversaciones ajenas papá. — Le reprochó Minhee.

— Es verdad. — Lo apoyo Renjun cruzado de brazos.

— ¿Ah sí? Pues no les voy a dar de lo que compré.

— ¿Qué compraste? — Le preguntó Minhee.

— No te lo diré.

Jaemin se retiró de la habitación con Minhee colgando de su pierna y rogándole que le dijera que es lo que había comprado.

Mientras que Renjun solo estaba encantando con tal escena.