𝖂𝖔𝖒𝖇 𝕱𝖔𝖗 𝕽𝖊𝖓𝖙 💚 𝕵𝖆𝖊𝕵𝖚𝖓

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— ¿Por qué nos mintieron? — Preguntó Minhee viendo a su padre y al señor Huang con su cabeza agachada igual como dos perros que se habían portado mal. — ¿Que nos has enseñado papá?

— Mentir es malo.

— ¿Para qué nos dices eso si ni tú mismo lo haces? — Minhee se cruzó de brazos. — Señor Huang, confíe en usted, estoy muy decepcionado.

— Lo siento niños. — Jeongin tomó las manos de Renjun y las besó.

— Perdonado. — Renjun sonrió y besó la mejilla del menor, Minhee no evitó abrazarlo también.

—Lo perdono señor Huang, pero tiene que cuidar el corazón de mi papá. — Renjun asintió mirando a Jaemin, quien veía la escena con una sonrisa, ahí sí que parecían una familia.

—Es hora de irme.

Renjun escuchó la voz de Donghyuck así que lo miró, viendo que este estaba con sus maletas a su lado. — ¿Ya te vas? — Renjun se separó de los niños y fue donde beta a darle un abrazo. — ¿Por qué no me dijiste?

— Si te soy sincero no te extrañaba, o bueno si, más que la mierda. pero mi misión era ayudarte con este alfa que tienes ahí. — apuntó a Jaemin. — Pero como veo que... Ayer follaron. — Susurró. — Y hoy ya son novios, no tengo nada más que hacer aquí.

— Me parece perfecto. — Dijo Jaemin, Donghyuck le mostró su dedo del medio.

— Bueno querida mariposa, volveré a mi hogar junto a mi lindo novio, fue un placer verte nuevamente. Adiós niños, espero que se cuiden mucho, y tú. — Se acercó a Jaemin. — Cuida el corazón de mi amigo, si no quieres que te corte el pene y se lo dé a los lobos. — Sonrió. — Adiós familia.

—Eres bienvenido Hyuck. — Dijo Jaemin.

—Si gracias, adiós.

Y la puerta se cerró dejando nuevamente a los cuatro solos.

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Habían pasado unos cuantos días desde que Donghyuck se había ido, nuevamente Renjun y Jaemin estaban solos. No porque Jaemin decidiera ir a dejarlos donde sus padres, si no que la escuela de los niños había organizado un pequeño paseo por el aniversario de la escuela.

Una semana se habían ido, una semana en la que Renjun y Jaemin aprovecharían al máximo.

— Jaemin-ah ¿No quieres cocinar conmigo?

— No tendremos sexo otra vez en la cocina, Huang — Renjun agachó su cabeza con un puchero en sus labios. — Ven, conversemos. — Jaemin palmeo su regazo y Renjun se sentó en este recostando su cabeza en el pecho del mayor.

— ¿De qué quieres conversar?

— ¿Qué es lo que más te gusta de mí?

Renjun hizo un gesto pensativo hasta que respondió. —Todo, me gusta todo de ti. —Jaemin frunció su ceño.

— ¿No hay algo que no te guste de mí?

— Nop.

Renjun comenzó a jugar con los hilos de su suéter algo aburrido, Jaemin mordió su labio sin saber que decir o hacer.

— ¿Que me dijiste que querías hacer?

— ¿Tener sexo? — Jaemin negó. — ¿Cocinar juntos y después tener sexo? — Jaemin volvió a negar. — ¿Tener sexo y después cocinar juntos?

— Solo cocinemos.

— Y después tener sexo, joder, que inteligente eres amor mío. — Renjun dejó un corto beso en sus labios y se paró de su regazo yendo por su teléfono a buscar alguna receta.

Al encontrar una buscó los ingredientes y comenzó a cocinar junto a Jaemin a su lado.

— Hay que esperar 10 minutos. — Dijo Renjun poniendo el cronómetro en su teléfono y metiendo el pastel al horno.

— Tú olor. — Dijo de repente Jaemin. — Estás embarazado. — En vez de una pregunta fue una afirmación.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque cuando estabas embarazado de los niños tú olor también cambió, además mamá también me lo dijo. — Musito mientras bajaba su mirada a sus pies sin decir nada más, Renjun aún estaba en shock.

Pues a pesar de que era su olor él no lo había sentido, tampoco es que se cuidara y con todas las veces que había follado con Jaemin tenía sentido.

Además del nudo.

Joder si estaba embarazado.

— Jaemin yo no...

— ¿Es mío? — Renjun arrugó su rostro.

— ¡Claro que es tuyo! No he follado con nadie más que tú, joder. — Jaemin rió.

— Es broma, ven acá. — Jaemin abrió sus brazos esperando a que Renjun se acercara a abrazarlo, el omega comenzó a llorar en cuento los brazos del alfa lo rodearon. — ¿Por qué lloras, amor?

— Pensé que te enojarías.

— ¿Por? — Jaemin besó su cabello con dulzura. — No es como que no lo quiera.

— ¿Y si yo no lo quiero? — Jaemin se encogió de hombros.

— Es tú cuerpo, tú decides, también es mi hijo, pero si lo quieres abortar te apoyare. — Renjun lloró con aún más intensidad en su pecho.

— Te amo.

Dos palabras, Renjun había dicho esas dos palabras que juró que jamás se las diría a alguien.

Pero ahí estaba, un idiota enamorado que acababa de confesar cuanto quería a aquel alfa en frente de él.

— Yo también te amo.

Bueno, dos idiotas enamorados.