El dios de la Guerra y la Princesa Pandillera

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-¿Es mi imaginación o cada vez somos más personas?- incómoda por la cantidad de chicos a su alrededor, una peliazul fruncía el seño.

-Cierra la boca y agradece que comemos con ustedes- ignorando las palabras de la ojiazul, la castaña tenía su vista clavada en la pelimorada.

-Deberia ser al contrario... De nos ser por nosotros... Ustedes no tendrían oportunidad de estar cerca de Shou-chan...- desafiando a la ojimorada, el rubio masticaba parte de su comida.

-Hmm...- la incomodidad entre todas las partes era evidente.

-Que maldito desastre- cerrando su bento, Tadano se acostó en el suelo -Esto es peor de lo que pensaba- suspirando con aburrimiento, el pelinegro era visto con curiosidad.

-¿De qué rayos hablas?- intrigado por las palabras del ojinegro, Sonoda temblaba un poco.

-Me largo...- tomando su comida, Yukio fue el primero en irse.

-Te sigo- haciendo segunda, Rumika se levantó del asiento de Tadano.

-¡No me dejen aquí!- levantandose a toda velocidad, Hanamada trato de alcanzar a los otros dos.

Aún acostado, el pelinegro suspiro.

-Nos vemos- levantandose de forma perezosa el pelinegro era observado.

-Todo es tu culpa...- murmurando contra Yamai, Nakanaka culpo a la castaña.

-¡Mi culpa!- comenzando una guerra verbal, Komi recordó el porque comenzó la incomodidad.

×××

-¡Descanso!- llegando con la alegría de siempre, el castaño entro a la clase 1-1.

Tras tanto tiempo en las mismas circunstancias, muchos de los alumnos aceptaban el hecho de que otras clases entrarán como si nada a su aula.

-Siempre tan alegre, ¿verdad Hanamicchi?- recargandose en el hombro del ojinegro, Najimi sintió la mano del chico en su trasero.

-Aun no me queda claro que eres- siendo golpeado en la cabeza por Rumika, la pelilila ocultaba el rubor como podía -¿¡Se puede saber porque haces eso bastarda!?-

-¡¡Ya es nuestra amiga imbécil, no tienes porque seguir con eso cabron!!- encarandose, ambos chicos tomaron su lugar para almorzar.

Uniéndose a ellos, Yamai y Agari juntaron otros pupitres.

-¡Faltamos nosotros!- sentandose entre la castaña y Tadano, Onigashima coloco una silla.

Con ella también llegaron el trío de normies y Kishi.

-No me quejaría por uno más... Pero...- aplastando su paleta con los dientes, el ojiazul la tiró por la ventana.

-Esto es exagerado- sintiendo sudor bajar por su nuca, Hanamada abrió su comida.

-Akako-chan- volteando a ver a la ojimorada, la pelirroja sonrió asintiendo -¿Me cambiarias el lugar?- la sonrisa en la cara de Yamai no encajaba con su siniestra aura.

-Nope- mordiendo sus palillos, la niña demonio veía como la castaña tenía una mirada sombría -Yo también quiero estar cerca de Tadano-kun- abrazando al chico de la cabeza, la ojicafe hundió su cara en sus pechos.

Claro que está acción crispó los nervios del resto de chicas.

-T-tal parece que la única manera de seducir a un chico que conocen las "otome" es p-pegarlos a su cuerpo- volteando la cara con vergüenza, Nakanaka se quejaba de la burdesa de la pelirroja.

Corazón Pandillero (Komi-san wa Komishou desu x Tokyo Revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora