Estúpido Omega L.S. Omegaverse.

9. Confesiones

El ordenador de Louis sonó en su escritorio cuando recibió un nuevo correo electrónico. Se levantó de la cama donde estaba remoloneando casi de un salto, sabedor de lo que había recibido. Harry le había enviado un mensaje instantes antes avisándole de que le enviaba el borrador del que sería el álbum de enlace de Jay y Dan. 

Si Louis aprobaba el diseño final, lo enviarían a imprimir y estaría listo para regalarlo a la pareja en apenas diez días mas. Al fin.

A pesar de que Louis había insistido durante los últimos dos meses y medio en ver el proceso, Harry se lo había negado, asegurando que sería mejor si esperaba al producto terminado. El omega no estaba convencido, pero no le quedó otra que aceptar la decisión del beta. 

Quizá si no te fueses a una nube cada vez que te besa, no serías tan fácil de convencer.

Rodó los ojos ante las opiniones de su omega interior. Seguía siendo molesto, pero últimamente habían vuelto a sus rutinas habituales. A su buen rollo de siempre. Volvían a estar en sintonía, y todo se lo debían a Harry. 

Harry quien procuraba verlo todos los días, ya fuese a la entrada o a la salida de las clases. Quien si no coincidían, "casualmente" pasaba cerca de la casa del omega. Harry, quien día si y día también desde hacía diez semanas besaba los labios del omega. Y no eran besos cualesquiera. Harry besaba a Louis como si los labios del mayor fuesen la única fuente de agua del desierto y el beta llevase tres días vagando sediento por él. 

Louis tenía que admitirlo, el chico le gustaba. Le gustaba mucho. Pero una parte de si mismo (cada vez mas pequeña y silenciosa) seguía protestando por el hecho de que no fuese un alfa. Los números estaban ahí, era muy complicado que un beta y un omega pudiesen procrear, y Louis no era especialmente mayor, pero ya no estaba en sus años mas fértiles. 

Esperó pacientemente frente al ordenador mientras el programa cargaba las imágenes, sus dedos tamborileando sobre el escritorio, demostrando su impaciencia. Si, Louis nunca había sido un omega particularmente paciente, ¿y qué? 

Llevó su mano libre a sus dientes, mordiendo sus uñas un segundo justo antes de darse cuenta de que lo estaba haciendo y apartando la mano. Era un hábito que estaba dejando, pero no le estaba resultando fácil.

Sus ojos brillaron cuando finalmente el programa hizo su trabajo y una imagen pulcra y sencilla apareció. Una portada simple, con los nombres de los enlazados y los símbolos de alfa y omega tan típicos en los objetos relacionados con los enlaces. Louis lo adoraba. Desde que presentó como omega había fantaseado con su ceremonia de enlace, y por supuesto con todo lo relacionado con ella. 

Pasó las páginas en el ordenador, las primeras con muchas fotografías de detalles, desde el vestido de su madre antes de que se lo pusiese a las miradas somnolientas de las gemelas cuando Harry había aparecido aquel día bien temprano por la mañana y todavía las había pillado en pijama.  El beta había montado algunas páginas mas con los preparativos, los invitados y el jardín hasta que el álbum mostraba la ceremonia de enlace. Aunque había algunas fotos de los invitados, la mayoría, mas grandes y destacadas, eran de la pareja enlazada.

El resto de páginas mostraban la fiesta posterior, con fotografías de los contrayentes con la familia, los invitados y también de los hermanos Tomlinson. Harry había hecho un gran trabajo. Louis se sonrojó levemente al percatarse de que sus tomas favoritas habían sido incluidas de forma mas llamativa entre el resto, Harry lo había recordado. 

Llevó el teléfono a su oído, el tono de llamada sonando con familiaridad antes de que el beta respondiese al otro lado. -Es fantástico, Harry... no podría haberlo imaginado mejor aunque quisiera. Eres mágico. - Oyó la risa del beta a través de la línea e inconscientemente deseó tenerlo frente a él, poder ver esos preciosos hoyuelos y oír esa risa tímida sin la interferencia del teléfono.  Estaba cayendo duro.

Observó la página del álbum que seguía reflejada en su pantalla, una foto de si mismo en uno de los laterales. Una foto que no había visto antes, su postura se veía relajada y sus ojos brillaban con anhelo. Incluso entonces, Harry lo había estado observando y lo había retratado tan bien...

La voz del mas joven a través del teléfono lo trajo de vuelta al presente, provocando una sacudida de cabeza para intentar sacarse esos pensamientos de encima. -Entonces, ¿lo mando a la imprenta?¿Ni una sola corrección, omega? - Louis negó, percatándose tarde de que Harry no podía verlo. -Ni una sola. Es perfecto, gracias. A mamá le va a encantar. 

Louis llevó de nuevo la uña de su pulgar a sus labios, mordiéndose el labio inferior cuando se da cuenta de que lo ha vuelto a hacer. Necesita hablarle a Harry de su omega, y lo tiene que hacer antes de que aparezca su celo, que será mas pronto que tarde. 

-¿Puedo ir a tu casa? - El omega seguía nervioso por los pensamientos en su cabeza, pero la posibilidad de ver al beta en pocos minutos lo hizo sonreír instantáneamente. -Sabes que no tienes que preguntar... creo que las chicas empiezan a quererte mas que a mi. 

Apenas veinte minutos mas tarde, un apuesto beta estaba tirado en su cama, los brazos cruzados tras su cabeza, provocando que su camiseta negra se alzase hasta dejar a la vista dos dedos de piel sobre sus pantalones. Una de sus cejas estaba alzada, mirando al omega siendo tímido sentado en la silla de su escritorio, girando levemente hacia los lados con nerviosismo. 

El beta se incorporó sobre los codos, observándolo mas fijamente. -Lou... ¿estás bien?¿Pasa algo? - Louis sólo pudo morderse el labio inferior, desviando la mirada de esos penetrantes ojos verdes que cada día adoraba un poco mas. Escuchó el ruido de su cama con el movimiento del beta al sentarse y al alzar de nuevo la mirada encontró su rostro serio, de pronto mucho mas adulto de lo que su edad decía. -Sea lo que sea esta bien, Lou... puedes hablar conmigo, ¿recuerdas? 

El omega suspiró, sus manos se cerraron en puños, sus uñas rasguñando levemente la tela de su pantalón en un gesto de nerviosismo, intentando calmarse, luchando por escupir las palabras. Su cerebro formulaba las frases una tras otra, ninguna lo suficientemente buena para lo que tenía que decir. - Mi... mi celo está cerca. Creo. Y bueno... -Apretó sus manos con mas fuerza, las uñas clavándose esta vez en sus palmas. Miró al beta frente a él, completamente congelado en la cama y suspiró con fuerza. 

-Harry yo... mi omega es complicado. Él nunca... - se mordió el labio inferior una vez mas por unos segundos- él no es muy común. Jamás me ha dejado acercarme a un alfa, siempre ha conseguido ahuyentarlos a todos.

Louis se levantó de su silla, al haber comenzado es como si ya no pudiese parar y las palabras simplemente saliesen solas de su boca. -Pero cuando te vimos... -traga saliva, cogiendo ambas manos del mas joven entre las suyas- él... él dijo que eras nuestro alfa. Y... empezó a hacer tonterías. Me provocó tres celos seguidos en apenas un mes, casi me mata, sólo porque lo ignoré... Fui un estúpido, todos sabemos que no hay que ignorar a nuestros lobos así, especialmente nosotros los omegas pero... estaba tan enfadado con él, de que intentase hacer su voluntad así... que no vi lo que tenía frente a los ojos.

Apretó las manos de Harry con mas fuerza, queriendo ver sus ojos verdes en ese momento mas que nunca. Pero el beta había bajado la mirada a sus manos unidas y no podía leerlo así. Saber que estaba pensando.

-Tu... Harry yo... -suspiró mas fuerte, llevando una mano a su mejilla para que alzase la vista y lo mirase, sin decir nada hasta que sus miradas conectaron- me gustaría que me ayudases con mi celo... -tragó saliva, mas nervioso que en toda su vida- si te parece bien.