20. Incertidumbre

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Dejar despierto al alfa de Harry resulta sorprendentemente sencillo. Si, sigue siendo raro y Harry tiene momentos en los que se siente fuera de control, pero está aprendiendo a sobrellevarlo. Pero sobre todo, ama las cosas nuevas que ser un alfa completo conlleva. 

Puede sentir a Louis no solo como su pareja, sino como su omega. Nota su olor a limón y hierbabuena rodearlo durante la noche después de que el omega haya estado estudiando en su habitación toda la tarde. Está impregnado en sus sábanas, en sus paredes, en todo su cuarto en realidad. Y Harry lo ama. Con su alfa despierto siente el suave ronroneo del mayor cada vez que Harry lo rodea con sus brazos, envolviéndolo con su aroma y protegiéndolo del mundo, aún cuando sabe de sobras que Louis es muy capaz de defenderse por si mismo. 

Ve la conexión innegable que se crea entre su alfa y el omega de Louis cada vez que están juntos. Ambos desaparecen para unirse, dejándolo en silencio con sus pensamientos o en su defecto, disfrutando de las historias que Louis le cuenta, aún cuando a veces sólo se trata de la última travesura de sus hermanas. Y cuando tienen que separarse para seguir con sus vidas, el alfa de Harry siempre está melancólico, pero al mismo tiempo increíblemente feliz. 

Ha pasado ya cuatro meses con su alfa despierto y todo parece ir... bien. Harry sólo desea que siga así. Que el futuro que cada día le cuesta menos imaginar se pueda hacer realidad: marcar a Louis, unir sus vidas para siempre, llenarlo de cachorros a los que amará todo lo que su corazón le permita. 

Revisa el calendario en su habitación, marcando un día mas. No sabe cuándo va a presentarse su celo, y su médico tampoco es capaz de estimar una fecha. Harry sólo ha sufrido un celo, el primero... y después de eso su lobo ha estado mucho tiempo químicamente dormido. Ahora no sabe que esperar. No ha tenido una regulación natural de sus celos, así que sólo queda esperar a que aparezca. Podría haber sido nada mas despertar, podría ser a los seis meses o podría ser en cualquier momento entre entonces y ahora. No hay forma de saberlo y eso lo pone nervioso.

No está seguro de dejar que Louis se haga cargo. Todavía, muy en el fondo de su ser, teme lastimarlo. Está muerto de miedo, no quiere dejar a su alfa tomar el control. No está listo.

Suspira mirándose al espejo una vez mas, apartando un rizo de su frente antes de sujetarlo bajo su bandana. -No pienses en eso ahora...  no es el momento. 

Coge sus llaves y besa la cabeza de Noah antes de salir de la casa, avisando a su hermana de que espera llegar a tiempo para la cena. Cuando llega a la casa de Louis, este está ya esperándolo, listo para marcharse.

Caminan de la mano hasta el barrio joven. Las casas allí son sencillas, nada ostentosas ni especialmente grandes, pero mas que suficientes para nuevas parejas o familias recién formadas. El gobierno las construye y mantiene en pie con un alquiler simbólico para alfas y omegas recién enlazados o con cachorros recién nacidos. La mayoría de parejas se enlazan o crian antes de terminar sus estudios, así que es la forma ideal de fomentar la natalidad sin que los alfas o los omegas tengan que renunciar a sus oportunidades. El único problema es que no pueden usarlas eternamente, no por mas de tres años, añadiendo dieciocho meses extras por cada cachorro nacido. 

Harry nunca ha estado en esta parte de la ciudad, pero Louis lo guía entre las distintas calles como si este fuese su segundo hogar. Se para frente a una de las casas, subiendo los dos escalones antes de llamar a la puerta con los nudillos. 

Un alfa grande, mucho mas imponente que el mismo Harry es quien abre la puerta, mirando a Harry con seriedad. Sin embargo, sus ojos pronto se dulcifican, abrazando a Louis. -Me alegro mucho de que al fin hayáis podido venir...  esto se ha alargado lo suficiente en el tiempo. 

-Hemos estado ocupados - Louis ríe, tirando de Harry tras de él una vez el alfa se aparta de la puerta, permitiéndoles el acceso a su hogar. 

-¡Louis! - un omega moreno se acerca a ellos, cargando una bebé igual de morena en una de sus caderas. - Y tu debes ser Harry... hemos oído hablar mucho de ti. 

Estúpido Omega L.S. Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora