14. Miedo

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Vio el momento exacto en que la garganta de Harry tragó saliva, su nuez moviéndose arriba y abajo mientras sus ojos desviaban la mirada de los propios. Louis retorció los dedos alrededor de la correa de la cámara de Harry, nervioso como nunca antes. 

-Lo siento yo... Gemma me lo contó yo... estoy un poco en shock, la verdad. Pensaba que eras un beta. 

Las manos de Harry estuvieron sobre las suyas un instante después, calmando su nerviosismo antes de retirar la cámara para guardarla en su bolsa con un cuidado que normalmente enternecería a Louis, pero en esos momentos sólo lo estaba poniendo mas nervioso. ¿Harry iba a irse y dejarlo?¿Había sido demasiado entrometido?

-Esa era la idea... yo... Louis, yo no puedo ser un alfa. Mantenerlo dormido me ayuda. 

Louis frunció el ceño, confuso. -¿No puedes? Es lo que eres, Harry... no es algo que se pueda decidir. 

El alfa negó, suspirando mientras giraba su cuerpo hacia el castaño, cogiendo sus manos entre las propias. -Nunca le he contado esto a nadie... pero te quiero y quiero que lo nuestro salga bien, así que supongo que es justo que lo sepas todo. ¿Confianza, eh? 

Louis dejó que los pulgares de Harry acariciasen sus nudillos, sin poder evitar seguir el movimiento con su mirada. Adoraba el contraste de sus manos juntas. -Si... confianza y comunicación... - es algo que habían hablado desde el principio... tenían que fiarse el uno del otro. 

-Creo que ya te he dicho alguna vez que el padre de Gemma era un beta. -Louis asintió, recordando. -Bien, pues él y mi madre estuvieron casados, años atrás. Tuvieron a Gemma y luego intentaron tener un segundo hijo, sin éxito. 

Louis asintió de nuevo, consciente de lo complicado que es que un beta y una omega tengan hijos. No pudo evitar dar su opinión. -Ya deberían haber considerado a Gemma un milagro... es de personas optimistas ir a por otro. 

Harry asintió también, dando un pequeño apretón a sus manos. -Un día, mi madre fue a las afueras. Había una carnicería en especial que preparaba un platillo que le gustaba mucho a Des, el padre de Gemma. Su cumpleaños se acercaba, así que fue en su busca, incluso cuando estaba fuera de las rutas habituales de sus compras. - Harry tragó saliva, desviando la mirada. -No conozco todos los detalles, no he querido hacerla recordar pero... básicamente, el celo de mi madre se adelantó y un alfa desgraciado se aprovechó de ella. Des incluso llegó a denunciar su desaparición, pues mi madre no volvió a casa hasta casi tres días después, casi desnuda y con el cuerpo margullado. Ahora las cosas han cambiado un poco, pero hace quince años... Sabes como era la ley para los omegas. Las autoridades no hicieron nada. 

Louis desvió la mirada, intuyendo lo que venía a continuación. No podía creer que algo así le hubiese sucedido a la dulce Anne, siempre tan optimista, alegre y cariñosa con Harry e incluso con él, sin ser mas que el novio de su hijo. 

-Unas semanas después mi madre se enteró de que estaba embarazada. No había forma de saber si era de ese alfa o de Des, pero el daño ya estaba hecho. Des la acusó de haber buscado un alfa a propósito para conseguir un cachorro. Llevaban tanto tiempo buscando otro que habían comenzado a frustrarse y que ocurriese justo cuando el incidente había sucedido... Des quería interrumpir el embarazo y mi madre protegerme a toda costa. Ella tenía esperanzas de que fuese de su marido... pero Des ni siquiera esperó a que naciese para una prueba de paternidad. Las abandonó a ambas, a mi madre y a Gemma. 

Louis no notó que estaba llorando hasta que una de las manos de Harry limpió sus lágrimas, su cuerpo acercándose todavía mas y rodeando al omega con sus largas piernas. -No te cuento esto para que te pongas mal, omega. Sólo quiero explicarte. -Louis asintió, limpiando él mismo sus ojos con rapidez, observando al alfa. -Continua, estoy bien. 

Estúpido Omega L.S. Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora