Capítulo 14

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No vi a Carsten al siguiente día, al menos por el resto de la mañana y parte de la tarde no supe nada de él. Edith, la duquesa de Norwich pidió hablar a solas conmigo cuando fui a visitar a las chicas para saber cómo se encontraban, solo sabía que Carsten había invitado a salir a la duquesa de Ringsted, pero desconocía si había tenido contacto con alguna otra duquesa.

─¿Sucede algo malo? ─Le pregunté cuando tuvimos oportunidad de estar a solas.

Noté que lucía nerviosa.

─No, al menos creo que no es un problema ─respondió pero no se veía convencida de su respuesta.

─¿Quieres tomar asiento? ─Señalé el sofá que había a un lado de nosotros, Edith asintió, esperé a que se sentara y después tomé asiento a su lado.

─Hay algo importante que me gustaría comentar ─dijo minutos después.

─¿Qué es?

Intenté mostrarme lo más casual posible, pero estaba intrigada, su actitud era distinta a las anteriores. Tomó una profunda respiración y la dejó caer con pesadez.

─He estado considerando todo esto ─habló refiriéndose al asunto de estar en el palacio─. Sinceramente, no creo que estar aquí sea lo mío.

─No entiendo.

Negué aun con el ceño fruncido, Edith volvió a suspirar antes de volver a hablar.

─Perdón pero no creo que todo esto de estar con el príncipe y esperar a que me pretenda es algo que deseo ─se atrevió a decir en voz alta, me sorprendí por unos instantes pero dibujé una amable sonrisa.

─Vaya, sinceramente no es algo de lo que esperaba pero estás en todo tu derecho de redimirte ─concluí, Edith sonrió, su cuerpo se relajó.

─¿En serio? ¿Crees que no ocasionaré ningún problema? ─preguntó.

─Para nada ─negué, de nuevo, esbocé una sonrisa y me acerqué a ella para colocarle mi mano sobre la suya a manera de apoyo─. Sinceramente, esto de elegir entre cinco chicas me parece que es una tontería, no debería ser así y si tu no quieres estar aquí el príncipe ni nadie tiene el derecho de obligarte.

Mis palabras parecieron alentarla.

─Oh señorita Peterson, me alegro de que lo diga, estaba asustada de que decir esto reaccionara mal ─admitió con una mueca en los labios─. Honestamente, mis padres son quienes acordaron con los reyes de que estuviera aquí, ellos son amigos cercanos de los padres de Carsten, aunque él y yo no nos conozcamos.

─Bueno, supongo que entre duques y reyes se conocen, ¿no?

─Sí ─respondió con una risita nerviosa─. ¿Entonces crees que no exista ningún problema por querer irme?

Negué.

─No, claro que no. Al contrario, Carsten estará de agradecido con tu honestidad, supongo que lo tomará por sorpresa pero seguro que estará de acuerdo con tu decisión.

Noté un poco de asombro en ella, pero no era por mis palabras, sino porque había llamado a Carsten por su nombre en vez de su título. Por suerte, no dijo nada de que hablara sobre el príncipe con tanta informalidad.

─¿Estás segura?

Insistió y asentí frenéticamente.

─Claro, no tienes por qué estar en un lugar dónde no crees que encontraras la felicidad. ─Lo decía en serio, si ella no era feliz con la idea de estar con el príncipe y se sentía fuera de lugar.

Edith asintió y conversamos un poco más sobre el tema y sobre ella, confesó que en realidad estaba interesada en alguien más en casa, un duque para ser específicos pero sus padres creían que ella debía intentar algo con el príncipe en su lugar y ver sí así tenía oportunidad para convertirse en reina.

Si la corona te quedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora