Capitulo 27

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Dante

Ha pasado ya un mes desde que conocí a Gema, hemos salido un par de veces y me he dado a la tarea de conocerla más, al final no es tan irritante como pensé, incluso me cae bien, cosa rara.

Hemos salido con los amigos de Gema, nos la pasamos muy bien, en realidad tenemos mucho en común y hemos logrado tener un nivel de confianza muy bueno, incluso Nich me ha invitado a vivir con él y Javier, ya que Alisse regresa en una semana a casa. No acepte, pero tampoco rechace la propuesta, lo he estado pensando, ¿y si es incómodo para Alisse que este ahí? Tendré esa respuesta cuando ella regrese y tengamos la oportunidad de hablar.

El sonido de una bocina de auto hace que salga de mis pensamientos.

­—Guapo, ¿nos vamos? Llegaremos tarde —Grita Gema desde su Audi blanco.

Luego de terminar mi trabajo en la escuela, Gema todos los viernes pasa por mí y vamos a una especie de almuerzo.

—Perdona, estaba pensando algunas cosas —digo entrando al auto.

­—¿En que en una semana regresa tu ex? —dice viendo a la carretera.

—No es mi ex, estábamos en un ...

—Sin etiquetas, lo entendiendo —para en un semáforo —Suena como a que solo quería jugar contigo, pero respeto tu decisión, es más podría hasta ponerlo en práctica con los chicos, es mejor que rechazarlos. —Nuestras miradas se encuentran.

—Ella no es así —digo secamente —Ambos aceptamos ese plan.

—¡Claro! —Logro identificar sarcasmo en esa última palabra, pero lo ignoro y mejor pongo un poco de música.

Gema parece notar que no quiero seguir hablando de Alisse así que en todo el camino se limitó a cantar alguna parte de una que otra canción, hasta que llegamos a un restaurante de sushi.

—Serian 50 euros.

—¿Acepta una cena en un restaurante de sushi?

—¿Todo pagado?

—Todo pagado —mi mirada se dirige a ella.

—Acepto —sonríe, se ve en el espejo del auto y se retoca su labial para después salir del auto.

Cuando ambos estamos fuera me dirijo a la entrada del restaurante y abro la puerta ella sonríe en agradecimiento y entra. Cuando entramos había un mostrador con una chica, pedimos una mesa para dos y ella nos dirigió a una cerca de la ventana. Una mesera nos toma la orden y mientras esperamos Gema rompe el silencio.

—Dante, yo...yo quería hablar contigo —su mirada está concentrada en sus dedos, con los cuales jugaba, era obvio que estaba nerviosa.

—¿Pasa algo? —pregunto buscando su mirada.

—No...Bueno es que —Traga saliva nerviosa.

—Gema me estas preocupando, ¿alguien te hizo algo? —pregunto perdiendo la paciencia.

—Dante, es que tú me gustas, y no quiero competir más con Alisse, está claro que ella te gusta, si con tan solo habar de ella el brillo en tus ojos es notorio, no imagino que te pasa al verla.

—Gema yo...

—Mira, está claro que tú y yo nada, pero quiero ser tu amiga, y sé que necesitas con quien hablar de tus sentimientos y también te mereces a una amiga, y quiero ser esa amiga, pero si te incomoda dímelo. —baja la mirada.

No es capaz de verme, le gusto esta obvio, quisiera corresponderle, Gema es tan tierna y bonita, pero aún hay sentimientos por Alisse. Este último mes me la he pasado re bien con Gema y no quisiera perderla, así que debo ser lo más delicado con este tema.

Lo que la tormenta nos dejo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora