Lo que la tormenta nos dejo

Capítulo 30 2/2

Alisse

—Ve más despacio —dice Ronny nervioso, agarrándose del asiento del auto.

—¿Y si es algo malo? ¿Por qué no puede decírmelo por teléfono? —Digo nerviosa.

Desde que salí de rehabilitación, decidí hacer arte por mi cuenta, y exhibir mis cuadros en exposiciones de arte cerca de casa, a todos parecía gustarle lo que hacía, así que decidí empezar a centrarme más en mi arte, ahí fue donde conocí a Esteban, él es como mi "manager" porque siempre consigue buenos tratos en galerías de arte y es quien me representa, él fue quien consiguió que mis pinturas llegaran hasta México, todo ha sido de forma anónima, porque no dudo de mi potencial, pero sé que si la gente sabia de quien soy nieta me juzgarían más y no verían tanto mi arte si no mis apellidos,

Todo ha salido bien, la gente ama las pinturas y eso me emociona mucho. Esteban dice que soy demasiado buena y que es hora de que le diga al mundo quien soy, porque mis pinturas no merecen que su autor se mantenga en anonimato, incluso han llegado reseñas de mis pinturas y la mayoría son buenas, una que otra es de críticas constructivas de algunos artistas y otras bueno esas son negativas, pero Esteban dice que eso es normal, porque mientras más famosas sean más comentarios buenos y malos tendré.

Ayer me llamo y me dijo que me tenía una noticia a que cambiaría ni carrera, pero que no podía decirla por teléfono, así que me cito en un restaurante a la una de la tarde, Ronny se ofreció a acompañarme, pero debo admitir que me mata la curiosidad por saber qué es lo que me debe decir y me emociona mucho que Ronny este conmigo porque es una de las personas que más am en esta vida.

—¡Por fin! —dice Ronny bajando rápido del auto.

­—Eres un dramático, no iba tan rápido —comento buscando con la mirada a Esteban.

—Pensé que moriríamos, hasta Liam ebrio maneja más despacio que tu hoy ­—camina a mi lado.

—Mira, ¡ahí está! —digo dirigiéndome a la mesa de al fondo donde Esteban estaba levantando la mano.

—¡Hola! Casi no venían —dice viendo el reloj el cual marcaba la 1:30

Aun no me acostumbro a la puntualidad de Esteban

¿Qué psicópata pone una hora y enserio llega a esa hora?

A mí me dicen a la una y a esa hora apenas esto empezando a arreglarme.

—Y eso que Alisse manejo a mil por hora —exagera Ronny mientras se sienta en una silla.

—Eres un exagerado —alego.

—Bien, iré al punto, tengo una reunión en unos minutos —comenta Esteban mientras saca unos papeles y los pone en la mesa —Alisse.

—Esteban —digo nerviosa examinado los papeles frente a mí.

—Esto, es tu oportunidad —dice señalando los papeles —Es una invitación a México para hablar de tus pinturas, hay muchos museos de arte que quieren negociar contigo.

—Estas diciendo que...

—Que es el momento, Alisse, es tu oportunidad para decirle al mundo quien eres, estarás en tu país de nacimiento, junto a tus abuelos, y tienen propuestas muy interesantes, tienes todo para triunfar en México.

—¡Eso es genial! —comenta Ronny emocionado.

Yo no sabía que decir o cómo reaccionar.

¡Mi sueño se cumple!

—Solo hay una cosa...

—¡Lo sabía! —digo algo decepcionada.

Siempre tiene que haber algo malo en una buena noticia.