Inés luego de despedirse de Arturo, entró a la casa grande, necesitaba decirle a Victoriano que ya no trabajaría más para él, pues había decidido irse de la Hacienda para siempre junto con su hijo, pero antes tenía que resolver algunas cosas. No había puesto bien un pie en la entrada, cuando vio que Deborah rodaba por las escaleras y quedó tendida en el piso, desmayada y sangrando. Así que sin pensarlo, se aproximó a ella alarmada y se ubicó a su lado.
— ¡Señora, señora, por favor reaccione! - pidió angustiada. — ¡Ayuda, por favor! - exclamó con fuerza y segundos después, Victoriano bajaba las escaleras apresurado.
— Dios mío, pero, ¿Qué pasó? - indagó ofuscado llegando hasta ellas. — Débora, ¿me escuchas? - cuestionó y empezó a darle palmadas en la cara pero era inútil. Inés por otro lado, tomó el teléfono y llamó a una ambulancia y le dijeron que enseguida salía para allá.
— Ya viene la ambulancia; es mejor que no la muevas. - Respondió y sugirió preocupada mientras procesaba lo que había visto. Victoriano tomó la cabeza de su aún esposa y la colocó en un cojín.
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>>>>>>>>>>>>>> > >>>CASA DE LORETO.
Emiliano llegó a casa de su padre con la intención de hablar con él, quería que le dijera dónde estaba enterrado su hermano, pero este se encontraba de espaldas hablando por teléfono y no quiso interrumpirlo, así que optó por quedarse callado y no hacer acto de presencia.
— Que no, hombre, ya te dije que no. Además, si Victoriano se entera en estos momentos, es capaz de evitarlo. ¿Eso quieres? - interrogó algo molesto. — Entonces cálmate y deja de comportarte como una vieja histérica. - Exigió. — Y otra cosa, no pienso permitir que ese infeliz se quede con Inés, antes lo mato, que consentir que ellos estén juntos. - sentenció con bastante enfado, la sola idea de imaginárselo le retorcía el hígado. — Ahora te dejo, pondré en marcha mi plan para que Inés regrese conmigo. - sonrió con malacia. — Pos claro, si ya te había platicado que voy a secuestrarla para separarla de una vez por todas de ese maldito perro y así poder hacerla mía cuántas veces quiera sin que nadie me lo impida. - aseguró dándose la vuelta, pero su cara cambió por completo al ver a su hijo allí mirándolo con tanto odio y desprecio. — Hablamos luego. - fue lo último que dijo y Emiliano no lo pensó dos veces para aproximarse sobre él y golpearlo.
— ¡Eres un maldito desgraciado! - exclamó el chico con furia golpeándolo con todas sus fuerzas.
— ¡Ah! Hijo... por... por favor, de... déjame explicarte. - pidió pero fue inútil, Emiliano no se detuvo.
— Voy a matarte con mis propias manos. - afirmó mientras le daba varios puñetazos y lo tomaba del cuello para ahorcarlo. Loreto sangraba tanto por la nariz como por la boca, su rostro estaba totalmente lleno de golpes y mientras tosía, su cara se tornaba de color morado. Pero no pasaron ni dos minutos, cuando Alejandro entró al recinto y al ver la escena intentó quitárselo de encima.
— ¡Emiliano, déjalo! Por favor, déjalo, vas a matarlo y no vale la pena. - dijo el hombre aún luchando para separarlos hasta que lo logró.
— Es lo que se merece este desgraciado, ¡estar muerto! - espetó con tanto odio cuando Alejandro por fin se lo quitó de encima. Loreto no podía ni moverse, pero hizo un esfuerzo por levantarse mientras se limpiaba la boca con su antebrazo.
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Mi primer y unico amor.
FanfictionInés y Victoriano, tendrán que pasar muchos obstáculos para poder vivir su amor libremente y ser felices por siempre.