Todos los presentes se alarmaron muchísimo, sobre todo Victoriano, se mostraba muy preocupado por ella, a pesar de todo la amaba y nunca se perdonaría si algo le llegase a pasar. Sin perder más tiempo, la depositó en el sofá que estaba a un costado.
— Inés, morenita, reacciona. - angustiado.
— ¡Nana! - exclamó Diana notablemente preocupada.
— Por favor, Diana, busque alcohol, yo iré por mi maletín. - ella asintió y sin perder tiempo entró a la casa corriendo por el pedido.
Por otro lado, Deborah se encontraba en el despacho hablando por teléfono.
— Déjate de estupideces - fastidiada.
— Pero...
— Pero nada, maldita sea, mejor encagarte de que no hayas dejado ningún rastro, porque de lo contrario, de esta no nos salva nadie. - cortó. ¡Imbécil! - estampó furiosa.
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-Paraleamemte, terraza..
— ¿Qué me pasó? -cuestionó con voz débil.
— Te desmayaste, nana, ¿cómo te sientes? - preguntó Diana con preocupación.
— Estoy un poco mareada, pero me siento bien. - dijo con voz débil.
— ¿Estás segura? Porque si no es así, puedo... - se vio interrumpido.
— No es necesario, patrón. - dijo ella con algo de indiferencia.
— De acuerdo, pero de lo contrario, yo misma lo haré y no acepto un no como respuesta. - comentó Diana.
— Está bien. -suspiró. — Ahora si me disculpan, tengo cosas que hacer. - se puso de pie.
— Nana, pero...
— Pero nada, Diana, ya me siento mucho mejor. - se dirigió a Alejandro. — Muchacho, muchas gracias por haberme traído hasta acá y me disculpo por lo que pasó está mañana.
— No se preocupe, señora Inés, no es nada. -dijo de forma amable. — Espero y se mejore he -le sonrió. — Hasta luego. - besó su mejilla, se despidió de los presentes y se marchó.
— Bueno, yo me retiro, con permiso. - dio media vuelta y se dirigió a la cocina.
Se produjo un silencio de varios minutos hasta que Diana decidió romperlo.
— Oye, papá, ¿sabes si ya se reconcilió con Emiliano?
— No - pasó una de sus manos por su cabeza. — Según tengo entendido, no ha querido verla desde hace varias semanas - suspiró.
— Estoy muy preocupada por ella, papá, hace días que no se ha estado sintiendo bien..
— ¿Y por qué no me lo habías comentado? - cuestionó abrumado.
— Lo iba hacer hoy, pero como pasó lo del fraude, no pude. - sollozó.
— No, hija, no llores, ven.. - la abrazó.
— No quiero que nada malo le pase a mi nana, bien sabes que ella es como una mamá para mí y mis hermanas..
— Nada malo va a pasarle, ¿he? Te lo prometo.
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-Habitación de Inés..
— Fue un momento a su recámara, necesitaba pensar y poner en orden sus ideas, se sentía fatal y no sabía el por qué, en los últimos días estaba más cansada que nunca y eso le preocupaba. — Dios mío, ¿qué es lo qué me pasa? - miró hacia arriba esperando una respuesta, pero no la obtuvo, así que la bajó y juntó sus manos para llevarlas por un momento a su boca, justo cuándo decide retirarlas suena su celular. — ¿Bueno? - dice después de contestar.
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Mi primer y unico amor.
FanfictionInés y Victoriano, tendrán que pasar muchos obstáculos para poder vivir su amor libremente y ser felices por siempre.