En otro lugar.
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-— Mi amor, te extrañé mucho. - expresó la joven colgándose de su cuello.
— Y yo a ti, mi vida. - comentó el galeno posando una de sus manos en la cintura femenina y colocando la otra en el rostro de la muchacha. — Te tengo una sorpresa, ¿sabes?
— ¿Ah sí? ¿De qué se trata? - quiso ella saber.
— Sí te lo digo, ya no sería sorpresa, así que anda, vamos.
— Pero, mi amor... - volvió a insistir.
— Pero mi amor, nada, así que vamos. - tomó su mano y la condujo hacia la salida.
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Parque.— Así es... ¿te sorprende verme por aquí?
— ¿Qué haces aquí? ¿Estás siguiéndome? ‐ preguntó alejándose un poco.
— Tú lo has dicho. - afirmó. — Quería comprobar con mis propios ojos, que ese tipo no te hiciera nada.
– ¿Has terminado de enloquecer? Yo no necesito que me estés cuidando, puedo cuidarme yo solita - iba a irse pero él la detuvo.
— Lo sé, pero quería asegurarme que ibas a estar bien. Ahora vamos, daremos un paseo. - Antes de que ella pudiera decir algo, Victoriano la subió a su camioneta.
— ¿Dónde vamos? - preguntó luego de un rato.
— Ya lo verás. - comentó. — Ahora dime, ¿de qué tanto hablaste con ese tipo?
— Ese no es asunto tuyo. - le dijo sin mirarlo.
— No colmes mi paciencia. - le miró unos segundos. — Anda, dime. - volvió a insistir.
— Estábamos hablando de trivialidades ¿contento?
— No te creo, se venían muy acaramelados. - exageró.
— ¿Y eso a tí qué? Si lo hubiera besado ahí es MUY mi problema. - perdiendo la paciencia. — Además, soy una mujer libre, Victoriano, li-bre.
— Aquello lo enfureció y frenó de golpe. — Eso no es verdad, tú eres mía y de nadie más. - la tomó de los brazos y la besó.
Inés casi desfallece al sentir sus labios sobre los suyos pero recordó todas aquellas palabras horribles que él le había dicho y enfureció, lo empujó con todas sus fuerzas y con esa misma fuerza le dio una cachetada.
— ¡No vuelvas a tocarme! ¡Yo no soy tu juguete, Victoriano! - le gritó.
— Su rostro estaba estupefacto y después de unos segundos en dónde intentó relajarse, dijo. — Voy anotando todas las cachetadas que has dado, porque créeme, en algún momento me las voy a cobrar. - advirtió, encendió el auto de nuevo y lo puso en marcha.
— ¿A qué te refieres? - preguntó con seriedad mientras se removió incómoda en su asiento.
— Eso no lo sabrás por el momento.
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Mi primer y unico amor.
FanfictionInés y Victoriano, tendrán que pasar muchos obstáculos para poder vivir su amor libremente y ser felices por siempre.