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en una fría mañana del invierno, una pelirosa esper estaria peleando consigo misma sobre como resolver un ejercicio de matemáticas. la pelirosa ya cansada y fastidiada de aquello tiro bruscamente su cabeza contra la mesa. No le molesto a nadie, ya que el salon se encontraria totalmente vacío, todos habían salido al receso, ella se quedo por un castigo de parte de su profesor y no podría confrontarlo, si no queria llevarse un tronitrus.

levanto la mirada, para ver directamente a las hojas cuadriculadas donde reposaban ejercicios mal hechos e incompletos. Suelta un suspiro y rápidamente una imagen en su mente se coloco, dicho esto, la pelirosa sonrojada coloca nuevamente la cabeza sobre la mesa esta vez de una forma mas 'delicada' ante la anterior.

en otro lado, Un azabache de ojos miel, se encontraría junto con sus dos lacayos, que no se separaban de el en ningún momento, esto causaba que el se fastidiara y buscara la manera de escaparse de aquellos dos.

Al lograr ver la oportunidad del descuido de sus dos 'amigos' molestando la solitaria mejor amiga de la pelirosa, este aprovecho y se escabullo de aquellos dos. Para dirigirse al salon que anteriormente habia salido ignorando a la pobre chica pelirosa que estaba apunto de romper en llanto por el gran regaño que recibio del profesor por no resolver unos simples ejercicios de matemática.

Al llegar solo se dispuso a espiar a la chica desde la puerta del salon, estando ella en un trance en lo profundo de sus pensamientos apunto de quedarse totalmente dormida encima del cuaderno que tiene bajo su cabeza.

El chico con una sonrisa burlesca se acerca silenciosamente a la chica, sin antes asegurarse de cerrar la puerta del salon con el cerrojo, para que nadie entrara y los encontrara juntos 

ya estando lo suficientemente cerca, se coloca a un lado de la pelirosa con sumamente gentileza, no queria despertarla... aun.

Ya teniendola lo suficientemente cerca, la rodea entre sus brazos y con su respiración chocando con el dulce aroma de su cuello, pudo sentir como se despertaba por la sensación que le causaba el azabache.

Este solto unas leves risitas burlonas a la par del oido de ella. Ya la pelirosa totalmente despierta por aquello pudo saber que era mas y nada menos que su querido novio, espera ¿novio? El no era el chico que hace unas semanas se peleaban, golpeaba e insultaba por la mas mínima cosa? pues si, pero hace poco lograron confesar sus sentimientos y apenas estaban empezando su relacion.

La pelirosa se levanto y fijo su mirada enojada al azabache que sin duda alguna disfrutaba aquel momento junto con su novia, le gustaba bastante verla enojada, o arrugando su nariz junto con su ceño.

-segundo~..- con una voz dormilona e infantil, causándole aun mas ternura al azabache, al cual una sonrisa calmada se poso en su rostro.

-Si querida?- contesto de manera serena, su buen humor se reflejaba ante la simple palabra de 'querida' siendo que, el tsudere algunas veces anda de mal humor y por ende, contesta de mala gana.

esta se tranquilizo un poco y solto su mirada al cuaderno para después nuevamente volver a mirar a su pareja, aprovechando que lo tenia a un lado de ella, reposo su cabeza en el hombro de el.

-desde cuando estas aqui?- pregunto al azar la pelirosa, pudo sentir como la cabeza de su acompañante se tumbaba a la par encima de su cabello. Tomo el lápiz y con sutileza empieza a dibujar pequeños corazones en el margen de la hoja.

El azabache miraba fijamente los movimientos de su amada, se sentia en completa paz junto con ella, podría ser el mismo sin necesidad de ocultarle algo. Al igual que ella, podian sentirse completos cuando se encuentra los dos unidos.

-No hace mucho, cuando pude escapar de aquellos dos fastidios- dijo con un tono molesto, ella lo miro delicadamente y se acerco a el azabache y planto un dulce beso en la mejilla de el.

-son tus amigos, no le digas de esa forma- le contesto de forma juguetona, el la miro y con una sonrisa se acerco hacia ella para devolverle el beso a diferencia que era en sus labios.

-pero no se despegan de mi en ningún momento, no me dejan ver a mi querida torpe e ingenua mocosa- con una sonrisa burlesca tomo la cadera de la pelirosa, ella ignoro su comentario y simplemente escucho el pensamiento del joven

'mi inocente y linda niña'

-no soy una niña!...- con una voz infantil dijo rápidamente la pelirosa, con un puchero en sus mejillas y el ceño fruncido.

La joven coloco sus manos en los hombros del chico, al cual se acercaba mas y mas a ella. Esto en ningún momento le molesto, en cambio, le gustaba la forma con la cual jugaban. Estando a punto de unirse en un tierno beso, fue interrumpido por la campana, terminando con la hora del recreo.

El chico suspiro fastidiado y con el ceño fruncido, se notaba que nuevamente le habia llegado el 'mal humor', se separo de la joven a la cual solo podia tener una sonrisa burlona en su rostro. 

El azabache se apresuro en quitar el cerrojo que anteriormente le habia colocado a la puerta y se fue directo a su puesto aun con mala cara

la pelirosa lo miro con una sonrisa, sacandole tambien una a el.

'En el proximo recreo no te salvaras'

pudo escuchar aquel pensamiento tan impulsivo del azabache, el cual la joven con una risa burlona le contesta desde su puesto.

-ya lo veremos- El con una sonrisa orgullosa, mira a sus dos lacayos que, se estaban adentrando al salon preocupados por su querido lord.

-Lord damian- dijeron al unisono, acercandose agresivamente al joven, que en su mente solo contaba los minutos para el siguiente receso. -Se perdio de muchas cosas.- dijo uno de ellos. Al cual no le presto atencion nuevamente el azabache. Solo miraba a la pelirosa al cual volvia a estar concentrada en su cuaderno de matematicas

'La respuesta es 70 idiota'

el azabache se recosto al espaldar de su puesto, mientras cerraba sus ojos, en cambio la pelirosa le agradecia internamente a su novio por la respuesta que la estaba matando del estres.