En los brazos del Rey

S E I S

Al abrirse las puertas, pude ver a mucha gente, todos con trajes lujosos y joyas que se veían desde lejos por su gran tamaño

Tan ostentosos

Carlo, me agarró por la cintura y procedimos a bajar por las escaleras, podía ver como a cada paso que daba todos me juzgaban y miraban, podía notar una suave caricia de parte de Carlo, cosa que me tranquilizó, mis ojos fueron viendo a todos los invitados, me pude encontrar con algunas sonrisas cínicas, caras serias, pero lo peor era al fondo del gran salón, mi familia, mi hermano al cruzar miradas conmigo, me sonrió de forma perversa, haciendo que se me tensara cada parte de mi cuerpo, apreté con fuerza la mandíbula, no me dejaría amedrentar por nadie

- ¿Quieres una copa Helena? -la suave voz de Carlo me sacó de mi guerra de miradas con mi querido hermano

-Si, por favor- le di una bonita sonrisa

Tomé la copa y empecé a hablar con los duques encargados de los reinos de Carlo, todos le tenían mucho respeto, Carlo hablaba serio y tranquilo, yo estaba a su lado, de vez en cuando me preguntaban algunas cosa que con una sonrisa contestaba, estaba mi atenta a la mano de Carlo, que cuando debía evadir una pregunta me apretaba un poco la cintura

- ¿Y qué tal las vacaciones Carlo? - había una chica que no paraba de hablar con muchas confianzas con Carlo, le llamaba por su nombre y no dejaba de sonreírle y tocarle el brazo ignorando mi existencia, de vez en cuando me miraba con una sonrisa cínica

-Duquesa Ana, mantén las formas con nuestro rey- dijo una chica muy parecía a la otra, supongo que serían hermanas

-O hermana, solo tengo una conversación agradable con mi amigo intimo- hizo hincapié en el íntimo, mirándome, yo solo me tensé

¿Amigo íntimo? ¿Me estaba hablando con tanto descaro? Y todo delante de Carlo, al que parecía no importarle una mierda, cada vez estaba más enfadada con esa mujer, se la veía tan segura y voluptuosa, sus pechos asomaban por el escote de su vestido, la verdad es que tenía una figura imponente

-Helena querida- me llamó la mujer -Me llevó al rey a bailar ¿no te importa verdad?

Todos los que estaban en el circulo empezaron a mirarme, mirando cada una de mis acciones, pero antes de que pudiera decir nada Carlo habló

-Lo siento duquesa, pero Helena, debe quedarse a mi lado

-Oh venga querido- ¿querido? Demasiadas confianzas tiene esta mujer -Va a ser la futura reina puede quedarse unos minutos a solas ¿verdad? - era maliciosa, observadora y terriblemente sexy, veía como todos los hombres del salón la miraban

Cogió de la mano a MI REY y se lo llevó al centro del salón para bailar, me bebí mi copa de un solo trago y automáticamente, un camarero me la volvió a llenar

-Mi hermana es una persona horrible- la chica se acercó a mi brindando su copa con la mía

-Ciertamente no es de mi mayor agrado

-Mi nombre es Claudia, soy la hermana melliza de Ana

-Un gusto, pareces más amable que tu hermana

-Es una arpía- no pude evitar reírme

-Bueno mi reina, espero que vaya al nuestro reino, dentro de poco mi hermana será la nueva gobernante, aunque el pueblo n está muy contento con eso, pero si con su nueva reina- me dio una sonrisa cálida

- ¿Y porque entonces ella va a gobernar? - me bebí otra vez la copa entera y me la volvieron a servir

-Es la mayor, es así, además si intentara hacer cualquier cosa, me mataría, esa mujer es implacable es sus decisiones, todos creíamos que se casaría con Carlo, hasta que apareciste tú- me atragante con la bebida, haciendo que un par de guardias se acercaran a mi para ver mi estado