Desde esa noche hace una semana, estamos bastante tranquilos, no ha habido discusiones, gritos o algo por el estilo, simplemente disfrutamos de nuestra compañía mutua, me ha estado enseñando los protocolos y todo o relacionado al reinado, puesto que hoy sería su esposa y en unos días la reina, estaba demasiado nerviosa en ese aspecto, pero tenerle a mi lado me calmaba
– ¿Entonces has entendido todo?
–Si...– dije aburrida de que me repitiera lo mismo una y otra vez
–Helena tienes que saberlo– Claudia daba vueltas alrededor de la habitación, mientras las sirvientes me vestían
–Voy a casarme no creo que sea necesario que me expliques como pasar la noche de bodas– las sirvientas comenzaron a maquillarme con tonos rojos como el vestido
–Bueno, deberás tener al rey contento, Carlo no es conocido por ser muy agradable, tiene cara de ser muy borde– se sentó a mi lado, yo me quedé mirándola sonrojada
La noche de bodas, no había pensado en eso
–Vamos Claudia, déjala en paz– la "amiga de Claudia" me abrazó un poco –No la digas esas cosas, tiene que ser ella misma ¿verdad?
–Lidia, no tomes tantas confianzas va a ser la reina y tu solo eres mi cocinera, te he traído para...– se quedó pensando una razón
–Para que te acompañe a la boda, porque no querías ir sola y porque me amas– dijo levantándose para sentase a su lado, haciendo a Claudia sonrojar, yo no pude evitar reírme de la situación
–Bueno, Carlo es muy amable y me cuida mucho, así que intenta que no te escuche, que a tu hermana ya la destituido
–Vaya cabreo tenía Ana, se ha marchado hasta del palacio por la vergüenza– las tres nos comenzamos a reír
Lidia era muy agradable y graciosa, daba gracias a que no siguiera el protocolo estaba cansada de que la gente me tratara de usted, incluso Claudia, era agradable tener un par de amigas, ellas llevan en el palacio un par de días para ayudarme con los últimos preparativos
–Bueno señoras, Helena tiene que terminar de vestirse los invitados ya están llegando– Anthony se asomó por la puerta ya vestido de negro, como todos los invitados, pero él llevaba la pajarita roja por ser el padrino, al igual que Claudia que llevaba el collar en rojo por ser la madrina
–Si– dijimos todas a la vez, las chicas salieron junto a Anthony
Las sirvientas me pusieron el gran vestido rojo, luego salieron todos de la habitación dejándome sola, me miré en el espejo, mis ojos destacaban, llevaba el pelo recogido con flores negras, no podía creerme que me estuviera casando de verdad, en una boda que yo había elegido, digamos que al novio no lo había elegido, pero tampoco me quejaba de él, me puse los pendientes de rubí que Carlo me había regalado hace un par de días, escuché como tocaban la puerta
–Pasa– dije acercándome a la puerta
–No puedo pequeña– escuché al otro lado de la puerta, yo me acerqué a ella para escucharle
–Carlo, no puedes estar aquí, tendrías que estar ya en la capilla
–Ya bueno, quería hablar contigo ¿estas segura?
– ¿De qué?
–De casarte conmigo
–Si idiota, quiero casarme contigo
–Era para confirmarlo, no fuera que te arrepintieras en el altar, me dejarías fatal delante de todo el reino y los duques
–No te preocupes, no voy a echarme para atrás
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En los brazos del Rey
RomanceSiempre me enseñaron a estar callada y recta detrás de mis padres y que nunca interviniera en sus asuntos, incluso si esos asuntos eran mi futuro Yo no era nada ni nadie, mis padres eran unos reyes, crueles con todo el mundo incluso con su unica hij...