POV CARLO
Me desperté sintiendo unos pequeños brazos aferrados a mi pecho, su pelo caía en su frente tapando su preciosa cara, no podía evitar sentir como mi corazón se aceleraba y pilotaba de emoción, aunque pasará todas las mañanas nunca me acostumbraba a verla tumbada a mi lado durmiendo tan plácidamente, recogí su pelo hacia un lado para poder ver su rostro, aunque la luz fuera tenue podía ver perfectamente sus rasgos, su pelo ondulado rubio esparcido por toda la cama, sus labios rodados hinchados por la noche anterior, solo recordar su cuerpo sobre el mío me hace estremecer, una corriente eléctrica hacía que mi cuerpo se encoja y quiera despertarla para poder disfrutar de su cuerpo de nuevo
Hace dos días fue la coronación, ayer inauguramos el orfanato y verla con los niños, como la querían, como ella los cuidaba me hizo darme cuenta de que había elegido a la persona perfecta de que quería pasar toda mi vida a su lado, pero unos leves toques en la puerta me hicieron volver a la realidad de mis obligaciones
Y una de ellas era imponer respeto para mi reina
Al salir de la habitación Anthony me dio una camiseta vieja y ropa, me la puse cubriendo mi torso y antes de cerrar la puerta le eché un último vistazo a Helena que estaba profundamente dormida
- ¿Estás seguro de esto Carlo?
-Desde luego que sí, todos se piensan que desde que Helena está en palacio me he vuelto un blando- dije comenzando a caminar hacia la entrada principal -Se piensan que pueden hablar mas fuerte que yo, se creen que pueden ofenderme, o peor ofender a la reina
La ira me estaba consumiendo por dentro desde hacía dos días
-Se creen con el derecho de opinar sobre mis decisiones, cuando antes ni se atrevían a mirarme, se atreven a gritar en mi presencia, cuando antes ni tosían, creo que algunos han olvidado quien soy, cual es mi reino y que podría aplastarlos a todos con un chasquido de dedos- salí por las puertas de palacio
-Pero Car... mi rey- alguien paso a nuestro lado y Anthony siempre intenta mantener las formas cuando hay otras persona a nuestro alrededor -¿Qué pensara Helena?
-Primeramente, no pienso contarle nada de esto, este es mi problema, que no he sabido mantener el respeto que se merece, además es inteligente, sabe las cosas que se tienen que hacer, no es tan inocente como todo el mundo piensa ¿te recuerdo que casi le saca un ojo a mi hermano?
-Cierto, la reina es hábil e inteligente
-Es extraordinaria, por cierto, que alguien la lleve el desayuno cuando se levante con una flor del jardín- Anthony se echó a reír en mi cara
-Eres incorregible, centra tus pensamientos en lo que tienes que hacer y no en Helena
-Nunca dejare de pensar en mi reina- nos montamos en los caballos y nos dirigimos a las celdas
[...]
Bajamos por las escaleras de madera hasta las celdas más profundas, donde se encontraban criminales, asesinos, maltratadores, violadores, las peores personas del reino que recibían los peores tratos que podían sin matarlos, pues estaban condenados en perpetua
Todo era húmedo y olía a agua estancada, la poca higiene y las pobre condiciones de las celdas se hacían cada vez más notables según se iba avanzando y en las ultimas celdas, se encontraba ese hombrecillo gordo y bajito que se atrevió a corregir a mi reina el día de su coronación
En su pequeña celda apenas tenia un colchón mugriento en donde habían muerto por lo menos otras 17 personas, una pequeña pileta donde hacia sus necesidades que ya se acumulaban y una silla medio rota donde sentarse a mirar el negro pasillo
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En los brazos del Rey
RomanceSiempre me enseñaron a estar callada y recta detrás de mis padres y que nunca interviniera en sus asuntos, incluso si esos asuntos eran mi futuro Yo no era nada ni nadie, mis padres eran unos reyes, crueles con todo el mundo incluso con su unica hij...