Me quedé paralizada entre sus brazos, el no dejaba de abrazarme y darme pequeños besos en el hombro
- ¿Por qué yo?
-No lo sé Helena, solo se que sería capaz de cualquier cosa por ti, mi pequeña, mi reina
Alcé la mirada y ahí estaba él mirándome, con todo el amor que sus ojos podían trasmitirme, mi pecho estaba explotando por dentro, solo de verle así, el agua de la bañera se desbordó cuando me levanté, desnuda ante sus ojos, giré sobre mí misma y me senté sobre él
-Helena...-me avisó podía ver como su pecho se inflaba, nervioso
-Prométeme que me amas de verdad- estaba desnuda, tanto física como emocionalmente -Prométeme que vamos a ir contra el mundo, que no me estas mintiendo, prométeme que vas a respetarme
-Prometo quererte, cuidarte y respetarte en todo, no se como explicarte lo que me haces sentir
-Inténtalo Carlo
-Cuando te he visto hoy, pensar que te había hecho algo que podía perderte, se me vino el mundo encima, quería matarlo, quería que sufriera, se me cayó el alma al suelo al verte así, quiero estar contigo, en todo, quiero que seas mía, en todos los sentidos de la palabra, ya te lo dije, puedes hacer lo que quieras conmigo, porque si te pierdo, yo también me perdería, eres mi reina
-Y tú mi rey y no entiendo mis sentimientos, ni muchas cosas, pero si sé que siento algo, que cuando te miro siento que debo estar aquí, que te quiero- el abrió los ojos al yo decir esas palabras
-Repítela- dijo acariciando mi rostro
-Te quiero
Su rostro se acercó al mío, quedando a milímetros nuestros labios se rozaban, mi corazón aleteaba al sentirle tan cerca, con su otra mano me agarró de la cintura pegándome aún más a él
- Eres mía pequeña
Por fin nuestros labios se unieron, ansiados, necesitados, era muy suave y cariñoso a su vez se fue haciendo más intenso, mis manos fueron a su cuello, acercándolo más a mí, su mano se enrolló entre mis cabellos, se notaba como poco a poco el ambiente era mas caliente, empezó a profundizar el beso, abriéndose paso en mi boca, dejándome embriagar por él, era mi perdición y desde ese momento sus besos se convirtieron en una adicción una necesidad, podía notar como su miembro iba creciendo debajo de nosotros, me apretó más contra el para que pudiera notar su erección, un gemido fue acallado por su boca y pasó directamente a besar mi cuello, mientras se movía para que nuestros cuerpos se rozaran en un vaivén acompañados del agua
-Helena, no se hasta cuando voy a poder aguantar, eres una delicia- eso susurrado en mi cuello, no pude evitar gemir, lo que hizo que me mordiera el cuello mientras gruñía y me rozaba contra él
-Carlo, haz lo que quieras conmigo, soy tuya
Él al escuchar eso me abrazó con fuerza y salió de la bañera, para ir directamente a la cama, donde me dejó suavemente, echó un par de pasos para atrás viéndome desnuda, sonrojada y totalmente agitada, yo aproveché para verle detenidamente, tenía un cuerpo esbelto y trabajado, mi mirada fua bajando por sus abdominales hasta su ingle donde formaban una perfecta forma de v, iba a continuar bajando la mirada, pero me topé con su miembro erecto y deseoso de atención, aparté la mirada avergonzada
-Mírame Helena, todo es tuyo- dijo severo
Yo no le hice caso, pero él rápidamente me agarró la cara, me miraba fijamente con esos grises como un día de niebla
-Te he dicho que me mires- respondió autoritario, haciendo que todo mi interior se revolucionara
Yo tímidamente lo hice, era la primera vez que veía a un hombre desnudo, pero me pareció fascinante, él me miraba curioso de mis acciones, con mi inocencia agarré su miembro con mi mano, en comparación tenía un gran tamaño, moví mi mano de arriba abajo suavemente pude ver como cerraba los ojos y echaba la cabeza hacía atrás, podía escuchar leves jadeos de su parte

ESTÁS LEYENDO
En los brazos del Rey
RomanceSiempre me enseñaron a estar callada y recta detrás de mis padres y que nunca interviniera en sus asuntos, incluso si esos asuntos eran mi futuro Yo no era nada ni nadie, mis padres eran unos reyes, crueles con todo el mundo incluso con su unica hij...