Pero qué puta mierda!! Mi marido me había dejado en manos de un hombre que sabía que estaba embarazada y no me dijo nada???? Puff!! Odio a Nadine, odio a Pierre y odio al gilipollas de Vincent que me está mirando mal en este mismo instante!!
-Tengo que llamar a Nadine inmediatamente!!
-Tu otro marido?
-Aletha, yo te quiero mucho pero, con todos mis respetos, tú hijo es tonto? Cómo qué mi otro marido!?
-Vincent, ve a preparar un té. A ambos os conviene relajaros. A Zara la dominan las hormonas y a ti la desconfianza ahora mismo.
Por suerte, el hijo hizo caso a su madre y pude quedarme a solas con mi amiga.
-Qué ganarás llamando a Nadine? Sabrá que estás aquí sino lo sabe ya. Volverá, te impedirá buscar a Pierre y tu objetivo se irá al traste. Sé que tienes ganas de increparlo ahora mismo pero estoy segura de que Nadine tuvo sus razones para no decirte las cosas al igual que también las tuve yo.
-Él problema es que quiero saberlas ya!!
-El problema son tus hormonas, Zara. Nunca fuiste tan impaciente y perdóname pero tampoco mal hablada-sonrió- No es que podamos controlar fácilmente a esas amigas invisibles de las mujeres pero deberías tomarte el té, descansar y ver las cosas desde otra perspectiva cuando te recuperes del viaje
-No tengo tiempo para eso. A estas alturas, todo París debe estar buscándome y no creo que tarden en dar con mi paradero. Tengo que entrar a la acción ya. Sabes alguna pista que pueda llevarme a Pierre?
Vincent llegó con una bandeja con té y dulcecitos con el inconfundible sello de Aletha: el olor a rosas.
-Sólo tengo un resfriado-insistió cuando la miré con cara de "no deberías trabajar"- Aún así ya puedes estar contenta. Mi hijo también me miró mal cuando me vio cocinar. Dado que vais a tener que compartir una experiencia, es bueno que empecéis a tener cosas en común.
-Experiencia? Compartida? Cómo dices?
A Vincent se le derramó el té tras asustarse. No tenía muy claro si había sido por el susto o por el chillido que yo había pegado pero a punto estuvo de tirarme té caliente encima. Quise cogerlo por el cuello pero la situación era demasiado crítica como para perder el tiempo en otra cosa que no fuese solucionarla.
-Verás, Zara. Confío mucho en tu potencial pero no creo que una parisina como tú sea capaz de sobrevivir por sí misma en una tribu nómada.
-Tribu nómada? Qué dices madre? Te encuentras bien?. Está embarazada!! Y por lo que su marido dijo, acaba de volver de entre los muertos. No estará demasiado débil??
-Zara es mi amiga, hijo. Y como bien ella ha dicho, la buscan. Ella busca a su marido y, para tal menester, es imposible que la gente descubra su paradero. Viajará contigo y una médica de confianza.
-Y Nadine? No puede ayudarme?-proteste-. Hace falta afiliarse a una tribu nómada?
-Nadine es un buen chico que está enamorado de ti y sigue órdenes de tu marido. Jamás te dirá dónde está aunque lo supiese.
-Y tú sabes dónde está?.
-No pero sé qué camino ha cogido y por desgracia para ti, pasa por afiliarte-como tú misma dices-a una tribu nómada. Vincent sabe moverse en esos terrenos.
-Pierre estuvo aquí, verdad?
-Sí.
-Cómo estaba?
-Hecho una mierda. Cómo te crees?
-Te he preguntado a tí, Vincent?-le espeté-. Crees qué me hubiese plantado aquí si yo no estuviese hecha polvo también? Crees qué tenía ganas de dejarlo? De verlo con aquella mujer en París?.
-Con qué mujer, Zara?
-Pierre y yo estábamos enfadados. Salí a cenar con Nadine y él apareció con una mujer a su lado. Fue ahí cuando escapé y lo demás ya os lo habrá contado Pierre. Pero eso ya es pasado. Ahora sólo quiero encontrarlo y decirle que va a ser padre.
-Volverias con él?
-No creo que él tenga interés, Vincent.
-Pero quieres decirle a un fugitivo que va a ser padre? Cómo crees que se sentirá sabiendo que tiene un hijo en París y que no puede ir a visitarlo porque de lo contrario acabaría en la cárcel. Crees qué no se la jugaría a ir? Qué no sacrificaría su libertad por dos minutos de felicidad? No sé pero yo no trataría de liar este jaleo sólo por decirle a un hombre que va a ser padre. La pregunta es: lo quieres?
-Qué te importa?
-No seré tu guía de lo contrario. Quieres a Pierre?
-Sí -respondí sinceramente -
-Quieres a Nadine?.
Respiré hondo antes de pensar siquiera en contestar.
-Lo quieres?
-Creo que te estás pasando, Vincent-dijo Aletha-.
-Lo quiero, Vincent. Lo quiero y me atrae. Lo quiero como un gran amigo que estuvo cuando más lo necesité, lo quiero como la bella persona que me demuestra ser y lo quiero por haberme salvado la vida no una, sino varias veces. A veces emocionalmente,otras físicamente y te puedo asegurar que sí he vuelto del reino de los muertos ha sido gracias a él. Y por supuesto que me atrae. Me casé con dieciocho años, soñando con cuentos de hadas, con príncipes y bodas de ensueño. Apenas sabía lo que era el amor, ni idea de lo que era el sexo, lo descubrí con Pierre y no creo que sea culpable de ningún modo de preguntarme cómo sería el sexo con Nadine. Desconozco si estás casado, emparejado o enamorado. Ni lo sé, ni me importa pero, jamás te has preguntado cómo sería hacer el amor con otra persona? Sí me dices no, mientes. Hubiese podido quedarme en París, sabes? Dejar que Nadine cargara con la paternidad y lo haría, por supuesto que lo haría pero no consideré que fuese algo que se mereciese.Y no tengo nada más que decir. Puedes pensar de mí lo que quieras. Me caes mal, yo a ti también y si no quieres ayudarme, me iré por mi propia cuenta. He llegado aquí, puedo llegar a Pierre de nuevo si quiero y de hecho, es lo que quiero.
Se quedó aguantándome la mirada, desafiante, sorprendido de que hubiese sido capaz de lanzarle aquel discurso pero su opinión me daba exactamente igual. Había llegado a Qatar de nuevo y llegaría a Pierre de nuevo. Mi objetivo era ese y lo conseguiría. Costase lo que costase
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Traición
RomanceEl matrimonio de Zara y Pierre parece ir viento en popa. A pesar de las circunstancias que los han llevado a él y los años de diferencia, parecen llevarse bien. Él es agradable con ella y ella le agradece todo lo que hace por su persona pero hay al...